Una a una no son más que mascaradas de la presencia fáctica que a todo costo mantiene imperturbable la sensación del miedo.
Se piensa que el poder de la dictadura ha pasado, ese poder representado por el terror paralizante que afectó nuestros cuerpos y mentes. Los herederos de esta nueva dictadura, son proclives a la mistificación y al olvido, fortaleciendo la amnesia con leyenda rosa de nuestro pasado y construyendo una visión floreada del presente, produciendo un evidente desfase entre el lenguaje glorificador y la realidad, pues tenemos una constante experiencia de vida bajo el espanto.
Como quisiera conocer el país que vivo, hubo tiempos de grandes negociaciones ¿qué se firmó en “la política de los acuerdos”?
No me preocupa si las partes negociaron temas éticos. Inquieta saber lo transado ¿derechos humanos, lesa humanidad, constitución, alternancia en el poder, leyes laborales, recurso naturales, privatizaciones a saber: ISE, Laboratorio Chile, Télex Chile, Empresa Nacional de Telecomunicaciones, CTC, LAN, IANSA, CAP, ENDESA y sus filiales, entre otras. Al parecer fueron como 30 empresas que pasaron al sector privado.
Somos ingenuos, nos abatieron en dictadura y al parecer adquirimos otra, que ahora nos ignora, hoy este país tiene muchos dólares, pero ya nos advirtieron, que no es para reivindicaciones salariales. Décadas esperando, ahora nos previenen que debemos seguir esperando, pues no se gastará nada de aquellos fondos, que son de todos, a resguardo en cuentas internacionales expuesta a sospechosos zarandeos, (La Polar).
Con desesperanza muestran la cara del dinero avaricioso reflejado en faraónicas construcciones. Cuando el dinero en su perfil mezquino impone sus reglas éste necesita de una presencia del terror expandido en el tiempo como una forma destinada a neutralizar eventuales reivindicaciones. El instrumento central del poder-terror para reprimir e inmovilizar somos nosotros mismos, los afectados, el dinero requiere que no hagamos preguntas, como silencios planificados, pactados, ofrecidos como sacrificio para no enojar y producir las iras del patriarca ventajoso o las malas trasmisiones de los solapados.
Poder desnaturalizado, poder fáctico, rodeado de amigos incondicionales y de solemnidad. La historia está plagada de déspotas afables al servicio del dinero sórdido. Requiere que cada cierto tiempo se revivan las fuerzas amenazantes del temor, hay que mantener la sospecha como fuerza inercial del sistema, generando crisis o desquiciamiento para la aceptación de todo, abrir paso a la tolerancia forzada en asedio, dar la sensación de un pasado/presente que obliga bajo las formas de la depresión, la desesperanza, el fatalismo, la sensación de estar en falta y vigilados y que todo parezca cambiar. La represión y el temor suelen ser magníficos antídotos para anular gremios, derechos laborales, etc.
Las armas del dinero cicatero actúa de manera porfiada, cada cierto tiempo muestra su accionar, a veces encubiertamente, otras dando la cara con la seguridad que le da el poder, se sienten poderosos porque son poderosos. El accionar de estos instrumentos al servicio del dinero es de verdad inhumano, no tienen sensibilidad. Es necesario entender su crueldad y su barbarie, aún en las formas más siniestras de ella. Hacen sentir el miedo de forma insidiosa y sutil, cada cierto tiempo practican “despidos”, “sumarios”, “revisión de antecedentes”, provocando con ello una constante inseguridad. Las continuas fluctuaciones del valor de la energía (combustibles) actúan como uno de los tantos censores al desaliento y la tolerancia.
Desprecio, marginación, humillación del ninguneo, enfermedades psicosomáticas, provocadas por emociones desordenadas, ansiedades, angustia y temores, úlceras de estómago y duodenales, ataques cardíacos.
El mecanismo del desasosiego nos pone en constante estado de alerta ente un peligro inminente ya sea real o falso, por consiguiente neutraliza nuestras aspiraciones de dignidad. Nos neutraliza.
Tenemos una democracia del miedo. Todos participando en ella, las víctimas y los victimarios. Se nos dice “la democracia vigilada”. Miedo a los procesos de calificaciones, miedo a reuniones gremiales, miedo a caer a hospitales congestionados, miedo a la delincuencia, a los asaltos domiciliarios, miedo de hablar, a requerir nuestros derechos, miedo a las drogas, al acoso laboral, miedo a la peor distribución del ingreso del mundo, miedo al sistema previsional, miedo a las alzas, a generar pequeñas empresas, a proponer ideas, a quedar cesante, a nuestras casas rematadas, las deudas comerciales, que son abusivas, que son mentiras. En su momento nuestros ahorros afectados por crisis: asiática, efecto tequila, Argentina, que el petróleo del Golfo, que el derrumbe de las bolsas.
Nuestra impotencia frente a la presencia de los “ejércitos de reserva”, del modelo, representados por cientos de desesperados postulantes a trabajar por mendrugos, al paso que nosotros los insensatos como yo tratando de describir con candidez justificada en función de las necesidades contingentes.
Una a una no son más que mascaradas de la presencia fáctica que a todo costo mantiene imperturbable la sensación del miedo.
Notable es la ausencia de los gobiernos de la Concertación, no obstante algunos pequeños cambios del variopinto político, tenía que ser la iglesia que en medio del secretismo de los acuerdos pusiera la proa a tanta maldad. Lo cual demuestra que la esperanza nunca hay que perderla, sólo nos resta rogar para mantener esta polémica hasta lograr los resultados deseados, que la noticia no mate a la noticia y que la noticia siempre sea toda la noticia y con la ayuda de los empoderados recuperar nuestros recursos naturales, la democracia inserta en una nueva Constitución y desenterrar el proyecto que crea el Defensor Ciudadano, ya verán los abusadores, ¡ese sí que hará valer los derechos vulnerados de los ciudadanos!
Esta entidad señalará con el dedo a los culpables y estos “asumirán sus responsabilidades” a partir de allí las primaveras serán más largas, bandadas de canarios, cada uno de nosotros viviremos en un país más justo, más solidario, nuestro país de nunca jamás.
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Comentarios
03 de septiembre
Esta buena tu entrada, estimado «colega columnista».
Es un buen relato de la «Genealogía del Miedo» que por tanto tiempo ha diezmado los corazones de nuestro país.
Afortunadamente los más jóvenes, con lo único que no están ni ahí es con el miedo y la indiferencia.
Yo tambien creo en ellos, yo en el futuro.
Slds,
G
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03 de septiembre
Gustavo
Agradezco el comentario
Lo que es a mí le temo
Para el golpe yo era dirigente en la UTE y dirigente nacional, lo viví.
Se como es el día a día, siempre escudriñando el entorno.
A la sazón yo era bastante requerido por las autoridades, puedes imaginarte mi estado de ánimo cada vez que la secretaria me decía “Sr. Guzmán El Director en su caso o el Jefe lo necesita”…..
Recelo que esta nueva etapa (si es que la hay) puede ser si no tan dura, algo parecido.
Que te vaya bien
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03 de septiembre
qué heavy, socio.
De todas maneras dudo mucho que esten las condiciones objetivas para un golpe… de hecho, para nada, pues la economía va bien, y pues la sociedad no esta polarizada como en los 70.
Tampoco creo que esten las condiciones subjetivas, y con ello me refiero específicamente a los militares, pues aunque sea sólo en casos minoritarios, sólo ellos han debido enfrentar cárcel, y quienes mecían la cuna, siguen viviendo la «Dolce Vita».
No hay que ser Einstein para no aprender de ello.
Un abrazo,
G
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03 de septiembre
Es verdad, es verdad
Que Dios te oiga y que el diablo nos pille confesado…por si acaso
Cuando en la guerra se pierde un tanque, el mando lo lamenta más que perder un batallón, filosofaba a martillazos un filósofo, empinando un copete.
Los grandes enfrenamientos han sido tras el poder de las riquezas. Lo que está pasando en el medio oriente es un gran entrevero detrás del petróleo.
Si nuestra razón nos induce a pensar que las amenazas provienen por la maldad de la guerra bacteriológica, consecuentemente inocentes muertos masivamente. También nuestra lógica nos hace preguntarnos y porqué no se actúa con dureza en gran parte del continente africano que mueren muchísimos más. Parece que no hay petróleo.
Gran señor es don Dinero
Eso es precisamente los agravios que nos esperan
No obstante te saludo con mucha esperanza y buenas vibras
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