Chile se ha convertido en un país de negocio en cuya virtud el ciudadano chileno ya no es más un ciudadano sino que es un consumidor, es un cliente que alimenta este sistema que vive del despilfarro y el consumo despiadado.
En nuestro país impera hoy un sistema clasista que ampara fuertemente las diferencias, la injusticia social, la inequidad y la desigualdad. Fuertes palabras para dar comienzo a un artículo, pero quiero captar su atención. En nuestro país se ha puesto fin a esta distinción entre un gobierno de izquierda y un gobierno de derecha. Estas diferencias ideológicas que escuchamos permanentemente en los medios de comunicación son en realidad la falsa cara de la moneda. El único gobierno que existe hoy en Chile es uno solo y se llama negocio, y en cuya virtud todos somos víctimas y alimentamos en cierta forma el sistema que a continuación describiré en breves palabras y ejemplificaré a continuación.
Supongamos que una estudiante de psicología paga un arancel anual de dos millones de pesos el primer año, dos millones y medio el segundo año, tres millones el tercer año y así sucesivamente hasta el término de su carrera. En otras palabras, está pagando 300 mil pesos mensuales de un crédito bancario por 20 años. Una vez egresada, no se puede comprar una casa porque ya tiene copado su sueldo y lo más probable que su aval tampoco esté en condiciones de pedir un crédito. Por otro lado, está pagando 100 mil pesos mensuales por concepto de isapre. Luego, esta chica se enamora, contrae matrimonio y al cabo de unos años queda embarazada y ahora su mensualidad por concepto de isapre experimenta un aumento y paga 200 mil pesos. Transcurren los años y por razones naturales se va poniendo vieja y la isapre comienza hacer sus primeros intentos para tratar de desafiliarla, de manera que tendrá que demostrar ante los médicos de la misma isapre que tiene una salud de una niña de 18 años para que no la desafilien. Pero si a esto sumamos que además tiene una hija que sufre de diabetes tendrá que iniciar una batalla campal incluso con abogados para que no la desvinculen de la isapre. Y podemos empeorar aún más las cosas señalando que contrató con una casa comercial una tarjetita que le permitía poder comprar algunas cositas para su modesta subsistencia y así poder decorar su casa, cambiar la cortinita, la alfombra, la camita, el silloncito, pasó de un televisor LCD a uno con tecnología 3D. En otras palabras, tiene una tremenda deuda y un tremendo gasto con el que debe lidiar.
Esta es la forma en como el chileno promedio vive en la actualidad, endeudado, enfermo y consume para adquirir bienes que le permiten subsistir conforme a su realidad. Busca un estatus en la sociedad comprando un bonito auto, un bonito celular, una casa ubicada en una comuna que le permita no ser víctima de discriminaciones. Este es el doble estándar del chileno promedio. Estas pequeñas conductas son el fiel reflejo de lo que es nuestra sociedad, consumir por consumir, comprar por comprar y de esta forma poder ostentar nuestras adquisiciones a nuestros amigos. Lo anterior, no es porque queremos, es porque el mercado me obliga a consumir y consumir. Así es como funciona el sistema y de los cuales nosotros, los ciudadanos, somos sus clientes.
Por lo anterior, Chile se ha convertido en un país de negocio en cuya virtud el ciudadano chileno ya no es más un ciudadano sino que es un consumidor, es un cliente que alimenta este sistema que vive del despilfarro y el consumo despiadado. Pero, ¿quiénes hacen este negocio? Lo hacen los mismos que hacen la política, los grandes empresarios que nadie conoce y nadie visto pero que todos saben que existen, son empresarios dueños de los medios de comunicación que dan las noticias y comunican aquello que es de su interés. Aquí el tema es el negocio inmoral que existe en nuestro país que son la salud y la educación. Es un negocio impúdico no porque lucren sino porque se lucra a costa del ciudadano corriente, a costa del ciudadano medio, a costa de todos nosotros. Este es el modelo que impera hoy en nuestra sociedad, es decir, se trata de un negocio que se logra por medio de la educación y la salud. Este es el gran drama humano, ¿es así como queremos vivir?
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Foto: Seba Rivas / Licencia CC
Comentarios
27 de abril
Y estupidos los chilenos si asi quieren vivir. No por nada tiendn el
Gobierno y los politicos que han elejido. Habemos algunos quue nunca hemos pedido un plasma o un 3d a credito. Que viajamps a pir , que ahorramos y podenos tener una vida bastante buen.a sin el iphone8
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29 de abril
Sin contar que en estas condiciones los recursos de Planeta se acabaran antes de terminar de pagar el credito de los comsumadores impulsivos
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05 de mayo
Lo leí y nunca olvidé y siempre actual!
«Nuestro mundo civilizado no es más que una mascarada donde se encuentran caballeros, curas, soldados, doctores, abogados, sacerdotes, filósofos y políticos pero, no son lo que representan, sino solo la mascara, bajo la cual, por regla general, se esconden especuladores de dinero.»
ARTHUR SCHOPENHAUER
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