Con la apertura de la estación Laguna Sur, ubicada en Maipú, se completa un ciclo. La red se Metro vuelve a estar operativa al 96%. Docenas de estaciones, las céntricas que pasan por la columna vertebral de Santiago, otras como Cumming o Pedrero también reabrían hace algunos meses. La emblemática Baquedano ya es útil también estando en el corazón de la manifestación.
Sin duda que es una buena noticia, sobretodo para los vecinos de las comunas donde se han reabierto las estaciones. Excepto para dos. Uno hubiese pensado que una decisión lógica hubiese sido reabrir una estación dañada en una comuna, luego abrir una estación dañada en otra comuna, sin que ninguna comuna quedara postergada, en el lugar de los castigados, pero no fue así.Le pido a ambos alcaldes que utilicen las pantallas para exigirle a Metro de Santiago la aceleración de la reapertura las estaciones ubicadas en estas comunas postergadas, abandonadas y olvidadas.
¿Es casualidad que los vecinos de Puente Alto y La Florida estemos ocupando este lugar de los castigados? ¿Que han hecho nuestros alcaldes para conseguir una apertura más expedita?. He de reconocer el servicio de Buses que se habilitó única y exclusivamente con recursos municipales durante los días posteriores al estallido, ¿Cuanto le costó eso a los municipios?
La clase gobernante tiene la sensación que el Estallido y la molestia de la gente se canalizará en una solución a través del plebiscito, que habiendo dado marcha atrás en el alza del pasaje el problema ha sido solucionado. Pero no, la gente ahora sin empleo producto de la pandemia difícilmente podrá salir a buscar trabajo con una tarifa tan alta.
Pero la molestia de la gente sigue aquí, y no ha hecho otra cosa que crecer con la tardanza de las ayudas hacia la gente, con la lista de requisitos interminables para acceder a ayudas sociales.
Louis de Grange y el Panel de Expertos le deben a los santiaguinos una disculpa por su falta de empatía, su nula conexión con el ciudadano de a pie, al subir la tarifa del transporte público y al permitir que hubiesen más Carabineros en una estación de metro que una Comisaría para perseguir a unos escolares que solo saltaban torniquetes, en lugar de usar esos mismos carabineros para entrar en poblaciones o detener la delincuencia desatada.
Germán Codina y Rodolfo Carter, con una pantalla casi diaria en los matinales y noticieros, poco y nada han hablado acerca de esta postergación, este desplazamiento, este abandono que sienten los vecinos de la Florida y Puente Alto que han visto como a través de los meses, todas las demás estaciones se han abierto, excepto las suyas.
Los vecinos no solo deben lidiar con que nuestros vagones sean los únicos que no cuentan con ningún tipo de aire acondicionado, con vagones que resultaban muy cómodos para cuando se inauguró la línea 4 pero que hoy en día han sufrido el uso y el desgaste de los años, ni hablar de los anticuados trenes azules que acompañan al metro desde sus inicios que circulan desde Vicente Valdés hasta Plaza de Maipú.
El Metro de Santiago tampoco ha dado el ancho con las medidas durante la pandemia. Trenes sanitizados una vez al día, acción que se vuelve inútil cuando tu te apoyas en el pasamano o estornudas sobre él y el virus va a pasar ahí toda la tarde.
La problemática se acentúa cuando la clase gobernante no utiliza el servicio que le ofrece a la clase obrera ¿Cuando fue la última vez que Louis de Grange o como yo le digo cariñosamente Lucho de la Granja fue pasajero del metro? Probablemente hace mucho tiempo. El puede trasladarse muy cómodo y muy seguramente en su auto ignorando el padecimiento y la incomodidad del vecino puente altino, del vecino floridano.
Es por esto, que le pido a través de esta misiva, que ambos alcaldes utilicen las pantallas para con la misma fuerza que utilizaron para suspender las clases ese fin de semana del 13 de Marzo , exigirle a Metro de Santiago la aceleración de la reapertura las estaciones ubicadas en estas comunas, postergadas, abandonadas y olvidadas.
Por último , recordarles , la molestia y el hastío de la gente sigue aquí, incrementada por la lentitud y extrema burocracia del gobierno para acceder a sus beneficios, duplicada por los crímenes contra las mujeres , triplicada por la permisividad ante los Carabineros que disfrutaron cegando a los compatriotas y elevada exponencialmente porque somos las comunas al final de la lista, hemos pasado tanto tiempo sin las estaciones de Metro, que la gente ya aprendió a vivir sin ellas y podría eliminarlas del mapa puesto que no existe reja ni barrote lo suficientemente fuerte para detener la indignación ciudadana.
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