“Vamos a ordenar la casa”. Con estas palabras se daba inicio a la aplicación de la nueva política migratoria del actual gobierno, el que amparado en ese entonces en las normas del derecho internacional y el Pacto Internacional Migratorio, hacía un llamado a un proceso de regularización migratorio, a un retorno de la población migrantes haitiana residente en Chile a su país, la creación de visas especiales de responsabilidad democrática para venezolanos, y la reactivación del proyecto de ley presentado en el año 2013.
Bajo el lema de “políticas abiertas, pero queremos los que vengan a aportar”, se generó por parte del gobierno, fomentado por las redes sociales y medios de comunicación, un discurso de xenofobia, racismo, aporafobia y persecución hacia la población migrante, específicamente haitianos, colombianos y dominicanos, vinculándolos con el aumento de la delincuencia, tráfico de drogas, y la prostitución. Bien podríamos recordar autoridades de gobierno acusando a comunidades migrantes especificas de delitos graves como homicidios, sin antecedentes policiales o investigaciones de la fiscalía, o al Ministro de Salud vinculando el aumento del VIH en nuestro país, directamente a la población migrante, sin base ni datos de respaldo.
En esta política de migración, la población haitiana es la que se ha visto más afectada. No solo han sido objeto de las más graves vulneraciones a su dignidad humana por parte de los mismos chilenos (actos de discriminación, explotación laboral, abuso en el pago de alquileres etc) sino también por parte de las mismas autoridades. Imposible no recordar el caso de Joane Florvil y su muerte por negligencia del Estado que ya hemos tratado en otras columnas.El “Plan de regreso humanitario y ordenado”, carece de toda lógica desde las políticas públicas, desde las aristas jurídicas y por supuesto, del Derecho Internacional de los Derechos Humanos.
Para adoptar estas medidas, se tomó como referencia el concepto de migración segura, ordenada y regular, que contempla el Pacto Mundial sobre Migración.[1] Sin embargo este concepto, contemplado en la Declaración de Nueva York de 2016, contempla una serie de medidas como por ejemplo, estudiar las causas que motiva la migración, mejorar las vías de migración regular, así como compromisos concretos como evitar la separación de las familias o reconocer el derecho de los migrantes irregulares a recibir salud y educación en el país de destino. Además, los gobiernos se comprometían a garantizar un regreso seguro y digno a los inmigrantes deportados y no expulsar a quienes puedan verse expuestos a un riesgo real y previsible de muerte, tortura u otros tratos inhumanos. [2] Sin embargo, todos sabemos, que al final el gobierno no adhirió al Pacto, quedando de manifiesto su inconsecuencia en sus políticas migratorias y la falta de compromiso internacional con los derechos humanos.
Pero en el caso específico, el “Plan de regreso humanitario y ordenado”, carece de toda lógica desde las políticas públicas, desde las aristas jurídicas y por supuesto, del Derecho Internacional de los Derechos Humanos.
Esto queda demostrado en las siguientes falencias: datos estadísticos entregados por el DEM sin referencia a metodología aplicada ni justificación de la elaboración de estos; vulneración reiterada de derechos fundamentales, discriminación arbitraria basada en nacionalidad, específicamente respecto a la población haitiana, falta de debido proceso e información, entre otras cosas.
La población haitiana en Chile constituye la tercera población con mayor solicitud de visas en nuestro país de acuerdo al Reporte Migratorio elaborado por el DEM entre los años 2015-2016[3] (16%, siendo aún mayoritaria la población colombiana y peruana) En el caso de permanencias definitivas se encuentra en el noveno lugar con un 2% entre los años 2005 y 2016.
De acuerdo a la Minuta sobre Migración Haitiana en Chile[4], elaborada por el Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, la cantidad de migrantes haitianos que ingresaron como turistas y solicitaron visa por primera vez, tuvo un crecimiento del 72,3% el año 2017 en relación al año 2016. De estos, el 65, 5% declara residir en la Región Metropolitana, el 10,1% en Valparaíso y el 7,4% en la Región del Maule.
A su vez, el Boletín Informativo N° 1 del DEM sobre Migración Haitiana en Chile, señala que con dicho boletín se pretende aportar un marco de conocimiento que permita abordar la situación de la migración haitiana en Chile, considerando su complejidad, atendiendo su multicausalidad y presentando sus características y evolución. En esta ocasión hemos querido abordar la realidad del colectivo haitiana en particular, pues se ha hecho evidente que en los últimos años su presencia ha aumentado. Sin embargo, muy pocos conocen las razones de por qué vienen las personas originarias de Haití a vivir a Chile, cuáles son sus principales trayectorias migratorias y cómo enfrentan sus procesos de inserción en la sociedad de acogida.” Sin embargo, el mismo boletín concluye en su estudio que a Chile se le considera un país menos racista, en mejores económicas pero que no se cuenta con acceso a trabajo.
En definitiva, es importante destacar que la inserción de los migrantes haitianos en Chile se realiza casi exclusivamente a nivel económico. En este sentido se estarían ajustando y sintonizando sus proyectos migratorios con el imaginario neoliberal, en la medida en que logran destacar -según los propios empleadores (Solimano et al, 2013)- como mano de obra altamente competente y estoica frente a chilenos y el resto de los migrantes. Muchos de los entrevistados evalúan su proyecto migratorio desde una mirada marcadamente individualista, en función de los “potenciales” logros económicos. Así callan experiencias de racismo y discriminación, generalmente sin apelar a una verdadera “inclusión” a la sociedad chilena, como sujetos de derecho, asumiéndose indirectamente como simples agentes económicos o “sujetos de crédito”. La adecuación de sus proyectos migratorios a una dimensión meramente económica respondería al choque de sus expectativas con una estructura de oportunidades limitada en la sociedad chilena, y a una ley migratoria poco inclusiva. Sin duda, estos procesos de “inclusión” económica de la población haitiana no parecen sustentables en el tiempo por el carácter cíclico de la economía, y representa el riesgo de establecer parámetros y exigencias abusivas para el resto de la población migrante.
Estos datos demuestran que la población haitiana en Chile no es la que ocupa los primeros lugares, sin perjuicio de su aumento en el ingreso desde el año 2015 a la fecha, por lo que ¿En qué se sustenta esta medida? ¿Por qué a la población haitiana y no otras comunidades de migrantes? Claramente la concepción capitalista, economicista y liberal queda de manifiesto en el establecimiento de las políticas migratorias del actual gobierno.
Según el diario La Segunda, en su edición digital del 7 de noviembre de 2018, señala que “175 volvieron a Haití”[5] A su vez habla de “haitianos beneficiados con el plan” ¿Cómo se puede hablar de beneficiados por el plan si se establece una prohibición de ingreso a Chile por 9 años? Dicha prohibición que limita el derecho fundamental de desplazamiento que consagra nuestra Constitución en el Art. 19 N° 7 y los pactos internacionales, no está establecida de manera legal, sino arbitrariamente. Hay una limitación a un derecho humano que nuestra propia Carta Fundamental establece que debe ser por Ley, pero que la autoridad regula a su propio arbitrio por la vía administrativa.
¿Cómo podemos hablar de beneficiados, si la mayoría retorna por no encontrar oportunidades laborales, sufrir discriminación y hechos de maltrato, abuso en los arriendos, falta de acceso a derechos sociales básicos como la salud o vivienda digna?
Además, el Plan carece de información adecuada respecto a plazos y procesos, sólo permite el registro vía online por lo que no considera las realidades sociales de la mayoría de los migrantes haitianos que no tienen acceso a internet o sistemas electrónicos o medios de comunicación digital, impone restricciones en materia de la libertad de desplazamiento, no considera el principio de reunificación familiar, ni el debido proceso en la decisión aun cuando esta sea “voluntaria”.
Actualmente, y transcurrido 15 años desde que las tropas chilenas llegaron a Haití, nos encontramos con un panorama internacional complejo. La guerra civil ha ido en un aumento progresivo, así como la miseria, la muerte, la falta de recursos básicos, médicos etc. Epidemias de cólera, violaciones a niñas y mujeres, tráfico de armas, trata de personas, son algunas de las situaciones que deben vivir a diario los haitianos en su país. [6]
Es decir, los estamos “retornando” a condiciones de vida aun más deplorables de las que estaba en Chile. Claramente esto demuestra la falta de conocimiento del derecho internacional humanitario y de la dignidad humana por parte del gobierno actual.
Insisto, 15 años han pasado desde que Chile se convirtiera en un Estado de destino de la población haitiana, y no hemos hecho mas que denostarlo, discriminarlos, maltratarlos y ahora devolverlos a condiciones aun paupérrimas.
En Haití no hay petróleo, no hay conveniencias políticas ni aprovechamiento de uno u otro sector. No se hacen conciertos masivos solicitando el derrocamiento al régimen o increpando a las altas autoridades de Naciones Unidas. Los países no envían ayuda humanitaria, ni medicamentos, alimentos etc. Los presidentes americanos no viajan a este país, porque para estos gobiernos actuales Haití se ha vuelto invisible, inexistente. Y sin embargo insistimos en devolverlos a su país, bajo un malentendido plan humanitario, que de humanidad no tiene nada.
Mientras no comprendamos que migrar es un derecho humano, estas políticas se seguirán implementando, bajo la base del racismo y la xenofobia
[1] Esto se enmarca dentro del objetivo 10.7 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible
[2] https://refugeesmigrants.un.org/sites/default/files/180711_final_draft_0.pdf
[3] http://www.extranjeria.gob.cl/media/2018/01/RM_Poblacio%CC%81nMigranteChile2.pdf
[4] http://www.extranjeria.gob.cl/media/2018/01/Minuta-Haiti.pdf
[5] http://impresa.lasegunda.com/2018/11/07/A/GB3GAFTG
[6] https://www.hrw.org/es/world-report/country-chapters/298507
Comentarios
26 de febrero
¿Cuándo será el día que los progres al peo se preocupen de la superación de la pobreza en Chile antes que la importación de weonaje extranjero?..es realmente vomitivo toparse una y otra vez con pobres pendejos como tú que aun no se enteran que en Chile aún hay listas de esperas para chilenos; que aún hay niños chilenos enfermos que viven en zonas rurales alejadas y que no acceden a la medicina estatal porque hay imbéciles como tú en cargos funcionarios, que al parecer nunca han salido del país, y se deslumbran por ver a un negro indecente que ni siquiera hace el más mínimo esfuerzo por hablar castellano, y es precisamente a ese tipo de weones a quienes les dan pan techo y abrigo en vez de a un ciudadano CHILENO que califica para una atención o un subsidio. pero no, el weonaje del INDH, los curas maracos jesuitas y las taradas como tú, solo tienen ojo para el extranjero. Obviamente uno como chileno se pregunta si las funcionarias estaban faltas de vitamina P y se la pidieron al negro de marras o si son tan descriteriadas que sus propios compatriotas (y los impuestos que pagamos y con los cuales se pagan sus sueldos) les importamos menos que el lumpen que ha llegado a Chile.
+1
04 de marzo
Estimado Pablo,
En elquintopoder creemos en la discusión, el diálogo y la diferencia en los puntos de vista, pero basados en el respeto, la tolerancia y los argumentos.
Agradecemos tu interés de participar en las conversaciones, pero te pedimos tener en cuenta nuestras Reglas de Comunidad
Saludos,
Equipo elquintopoder
26 de febrero
No se si se deba ser tan fuerte con la autora.
La pregunta de siempre es si Chile es de los chilenos o de todos los que quieran estar en Chile. Y de ahí hay miles de preguntas y respuestas que se pueden hacer.
Lo que si es obvio respecto a la postura de ella es la decimonónica idea socialista de que los recursos PERTENECEN al Estado, y que depende de él dejarle algo a las personas; si quiere, puede disponer a su antojo para fines que le parezcan convenientes…¿a quien? pues al que maneja el Estado. Si el Estado es manejado por alguien que se siente bueno ayudando a personas de otras nacionalidades, tomando los recursos nacionales, esas personas se sienten benefactoras de la humanidad, de alguna forma un prohombre (o promujer) que se sale de buscar SU beneficio, para ayudar a otros…usando obviamente los recursos del Estado que controla.
El día que se logre desmantelar la idea que «el Estado somos todos» y se vea que es una maquina ficticia para que algunos personajes manejen poder y montos de plata que de otra forma jamás podrían, los ciudadanos podrían tomar el real peso respecto a que es muy peligroso investir de poder a personas que no se enfocan en quienes los eligen.
Saludos
+1
26 de febrero
Algo huele mal en todo esto, de la noche a la mañana llegan miles de inmigrantes, literalmente miles, ¿que pasaba antes?, ¿tenían problemas con nuestra conocida forma de ser , legalista ?, ¿o acaso del celo de la DPI preguntando por su “plan de turismo”?. Hay tantas preguntas en el aire y que nadie responde, ¿de donde sacaron los recursos estas pesonas carenciadas para costear un viaje que por la distancia es bastante caro?, ¿quien pagó?. Ahora poco a poco aparecen personas y colectivos “preocupados” del hecho que muchos inmigrantes la estan pasando mal y haciéndonos sentir como xenófobos o racistas, es bastante claro que la estan pasando mal, no somos un país del primer mundo, tenemos problemas, arrastramos problemas insolutos, problemas dolorosos para nuestros compatriotas pobres y muchos de ellos la han pasado mal por generaciones, eso es Chile, no es lo que seguramente gente sin escrúpulos les pintaron a esas personas.
+1
28 de febrero
Javier
«¿de donde sacaron los recursos estas pesonas carenciadas para costear un viaje que por la distancia es bastante caro?, ¿quien pagó?»
Busque el plan economico de Martelly. Va a ver mineras que estan en Haiti. Luego busque lo que paso con las personas que fueron desplazadas de las zonas… no necesita hacerlo, venden SuperOcho en las calles de Santiago.
Los haitianos que Fernanda defiende son en realidad desplazados forzosos. Los obligaron a irse de su pais, pagandoles (desde ONGs financiadas por esas mineras) viajes a Chile con promesas falsas, para cubrir la realidad: que los expulsaron de su pais. Y aqui nos obligan a verlos como «refugiados», porque pobrecitos, que lastima nos deben dar. Pero personas como Fernanda no le dicen (porque no lo quieren ver) que no deberian estar esos haitianos aqui. Que el que esten aqui es el crimen. Porque mientras personas como Fernanda nos exigen a nosotros que sintamos lastima por ellos, y le demos las cosas que ni siquiera nosotros tenemos, mineras como la canadiense Eurasian Mierals siguen expulsandolos de sus casas. Porque el oro esta debajo de las tierras agricolas de Haiti. Entonces, que esten aqui enmascara el crimen cometido por el gobierno haitiano y mineras como Eurasian.
Fernanda, en el fondo, apoya lo que hace Eurasian. Porque no esta cuestionando al gobierno haitiano, sino al chileno: tenemos que aceptar a los haitianos, para que Eurasian sea feliz 🙂 Ese es el derecho a migrar que Fernanda defiende
28 de febrero
«En Haití no hay petróleo, no hay conveniencias políticas ni aprovechamiento de uno u otro sector. No se hacen conciertos masivos solicitando el derrocamiento al régimen o increpando a las altas autoridades de Naciones Unidas. Los países no envían ayuda humanitaria, ni medicamentos, alimentos etc. Los presidentes americanos no viajan a este país, porque para estos gobiernos actuales Haití se ha vuelto invisible, inexistente. Y sin embargo insistimos en devolverlos a su país, bajo un malentendido plan humanitario, que de humanidad no tiene nada.»
¿Por qué miente?
En Haiti HAY petroleo. De hecho las reservas de petróleo en Haiti triplican las de Venezuela. Y hay minas de oro y de otros minerales preciosos. Primera mentira.
Segunda mentira: los presidentes americanos oh, sí que viajan a Haiti. Pero para negociar pactos de cómo traer a nuestros paises mano de obra esclava a cambio de meter mano en la riqueza de Haiti.Preguntese por qué los desplazaron masivamente a Chile. Porque eso fue lo que paso, fueron desplazados, disfrazado de «viaje de turista». Si Haiti fuera inexistente, sencillamente no tendriamos haitianos en este pais.
«Los países no envían ayuda humanitaria, ni medicamentos, alimentos etc.». Fernanda, por favor!!! Haiti recibe mas ayuda que Venezuela… en el marco de una política injerencista disfrazada de ayuda humanitaria. Otra cosa es qué pasa con esa ayuda.
En un solo parrafo tres grandes mentiras. Asi no se defiende el derecho a migrar.
+1
28 de febrero
Con mucho respeto pero no pongas palabras en mi bñoca ni me hagas defensas o interpretaciones q no corresponden. Yo leo tus columnas siempre pero tu falta de respeto y agresividad es de una bajeza horrible. Respeto todaslas opiniones pero que falsees mi trabajo e insisto me ningunees no lo voy a aceptar, lo que voy a comunicar a los editores porque columistas con este nivel de bajezs no contribuyen a la discusion. En todo caso gracias por darte el tiempo de leer
28 de febrero
Insisto yo no te conozco pero te tengo un respeto que hoy deja de estar. Que lastima que ocupes esta plataforma para hacerte famosa o viralizarte. Es una lastima que mujeres profesionales caigan tan bajo.
28 de febrero
Excelente columna. Es triste ver cómo se valida la discriminación por parte de autoridades y se trata de disfrazar para generar en la opinión pública reacciones que poco ayudan en avanzar a una sociedad respetuosa y amable para todos y todas. No quisiera descalificar comentarios que se han hecho a esta nota solo añadir que sea cual sea la postura, opinar en temas delicados conlleva la mínima responsabilidad de aportar al debate. Insultos y afirmaciones sin fuente de nada sirven más que para seguir alimentando el odio. Saludos
-1
01 de marzo
Al parecer tu «sensibilidad» anda fuerte en estos días, ya que borras los comentarios que no te gustan. Para ser abogada eres bien poco tolerante y eso me demuestra que la verdad a algunos les arde como ají en el culo. Y a juzgar por los comentarios, solo tu amiga Ursula Eggers te sirvió de claque. Bien por Chile y los chilenos que están despertando de tanto engaño. Ah, se me olvidaba, no le llegas ni a los talones a Marcela Castro, quien escribe y documenta mejor sus informaciones que tú en tu lastimera columnita pro nigger
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03 de marzo
estimado no se borran los comentarios incluso los que agreden y dicen insultos. Gracias por darte el tiempo de leer