¿Qué piensa una mujer musulmana de lo que se informa y predica por medios y personalidades del mundo acerca de esta fe?. El siguiente texto contó con la generosa contribución de Khadija Samaoual, profesora de castellano, traductora en la Embajada del Libano, magister especializado en Traducción y Comunicación de la Universidad Hassan II-Marruecos. Samaoual también es autora del artículo «El Islam: entre la espada y la pared». A ella mis agradecimientos por su tiempo y gentileza para la realización de la entrevista.Durante los últimos meses ha sido tendencia la proliferación de discursos de odio, terror y discriminación hacia el Islam y más precisamente para con las minorías de musulmanes en el mundo. Algo que derechamente se puede referir como islamofobia, dado que el nivel de hablas en contra de las personas que pertenecen a dicha religión ha venido desde líderes como Donald Trump, quien desde los inicios de su campaña presidencial utilizó los medios de comunicación para decretar restricciones a siete países de mayoría musulmán: Irán, Iraq, Siria, Sudán, Libia, Yemen y Somalia.
Esto, desconociendo normas de Derecho Internacional de los Derechos Humanos como el Estatuto de los Refugiados, la Convención de los Derechos del Niño, entre otros instrumentos que son consenso legitimado a nivel universal. Estados Unidos y el presidente Trump, en esta materia flagrantemente están incumpliendo mandatos que las naciones civilizadas se han dado para mejorar las circunstancias y el derecho a la movilidad de todas las personas, en especial las minorías, los niños y niñas y los refugiados.
«Después de los últimos actos terroristas, y como era previsible, las campañas de islamofobia racistas empezaron a invadir los medios de comunicación occidentales. Sin embargo, las reacciones de estos medios han sido diversas entre quien trató de atenuar y calmar las críticas y las ofensas, y quien trató de encender la chispa del odio racial.»
Por otro lado del globo, el aspirante a Primer Ministro de Holanda Geert Wilders ha trasladado sus miedos internos públicamente y ha fundamentado su candidatura basado precisamente en el anti islamismo, es más, ha referido que el profeta Mahoma era «un señor de la guerra y pedófilo”.
Theresa May y con motivo del Brexit indicó “que no hay vuelta atrás”, lo que se veía con aires de inclusión y cooperación entre naciones, hoy parece que invita a la separación y a los nacionalismos exacerbados. Este hecho, por cierto, tendrá muchas personas de minorías migrantes y refugiadas afectadas; personas vulnerables que confiados en la promesa de la “unión” deberán abrirse paso para un mejor vivir en otras latitudes, tal vez menos segregadoras de la diferencia, de la otredad.
Estos ejemplos, dan cuenta de una forma, un canal o ducto seductivo: hechos de violencia que revisten el carácter de terrorismo; la seguridad interna o la imputación de un enemigo de dicha seguridad, un extraño otro con determinadas características, y signos o símbolos que por medio de la prensa masiva se transforman en información con capacidad de reproducirse fácil y exponencialmente. Lo que sorprende es que se utiliza el canal pero al “seducido” con dicha información no se le consulta, o si se le pregunta, no incide en el contenido de esa información. Por ello, la forma y el contenido sirven de base para proseguir con un discurso de segregación e islamofobia.
Sólo en Europa viven más de 16 millones de Musulmanes y el mismo continente se ha convertido en uno de los principales destinos de emigración del mundo. En 2010, contaba con 30 millones de personas nacidas en el extranjero.
Después de los últimos actos terroristas, y como era previsible, las campañas de islamofobia racistas empezaron a invadir los medios de comunicación occidentales. Sin embargo, las reacciones de estos medios han sido diversas entre quien trató de atenuar y calmar las críticas y las ofensas, y quien trató de encender la chispa del odio racial.
La Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa emitió un informe en que reveló que los actos de violencia motivados por racismo y discriminación racial han incrementado en Europa, paralelamente con los ataques de la organización extremista ISIS.
Coincidiendo con las últimas elecciones presidenciales en Europa, el discurso de algunos candidatos ultraderechistas ha conocido el uso de un acento islamofóbico agudo tanto contra los musulmanes como contra el Islam. A este respecto, y a la luz de las elecciones neerlandesas se centró la atención en las declaraciones pronunciadas por el ultraderechista Greet Wilders; un discurso dominado por un acento xenófobo al decir que «El Islam es peor que el nazismo».
También, ha comparado el Corán con el libro escrito por el «Mein kampf» de Hitler, así como las mezquitas con los templos que construyeron los nazis durante su gobierno en Alemania en la primera mitad del siglo pasado. Greet no se detuvo ahí, sino que hizo un llamamiento para expulsar el Islam de Holanda. Dicho candidato recibió apoyo de la entonces candidata francesa de extrema derecha Marine Le Pen, ya que compartió con él la idea de cerrar las mezquitas, en especial, después de los ataques terroristas en París, tal como lo declaró en su partido.
Por su parte, los medios de comunicación han desempeñado un papel relevante en alimentar e impulsar las campañas racistas; quizás el más destacable sea el diario italiano ‘Libero’ que publicó un artículo bajo el título «Los musulmanes bastardos», publicación que causó una polémica dentro y fuera de Italia. Cabe señalar, además, que las redes sociales tampoco han dejado de envenenar la sociedad difundiendo prejuicios, mentiras y bulos contra el Islam y las minorías a través de páginas de Facebook, películas anti musulmanas y canciones ofensivas.
Pese a las declaraciones y comentarios islamofóbicos, cabe reconocer el papel y el esfuerzo de algunos elementos occidentales que combaten los actos de racismo y de odio contra los musulmanes, y que pretenden crear climas positivos para buscar soluciones, donde la comunidad musulmana conviva y se integre con otras comunidades. Entre estos elementos señalamos al primer ministro canadiense Justin Trudeau quien denunció el ataque armado contra una mezquita en la provincia de Quebec con firmeza y una actitud positiva y valiente que fue apoyada por la Cámara de los Comunes de Canadá al promulgar un proyecto de ley que allana el camino para futuros trámites contra la islamofobia, así como denunciar todas las formas sistemáticas de racismo.
Tanto el discurso anti islámico pronunciado por algunos candidatos republicanos populistas de extrema derecha, como los medios de comunicación han fomentado el odio racial, la discriminación e hicieron crecer los actos de violencia contra los musulmanes.
Creo que los musulmanes, hoy en día, se enfrentan con un gran desafío cuando se trata de su integración dentro de la sociedad occidental, que no les da la bienvenida y les considera una amenaza contra los principios y valores occidentales. Este miedo y rencor arraigados están basados en estereotipos y prejuicios que condenan injustamente a millones de musulmanes que eligieron, por una razón u otra, establecerse en uno de sus países, y que, sin lugar a dudas, contribuyeron significativamente a desarrollar diferentes ámbitos en la sociedad occidental. La islamofobia va contra los principios democráticos en que siempre creyó el occidente; es un obstáculo que dificulta la convivencia entre religiones y culturas bajo el principio de respetar al prójimo en todo sentido de la palabra.
Comentarios
30 de mayo
Se olvida que mientras Europa se encontraba en el oscurantismo, el mundo Árabe preservaba el saber intelectual y científico.
Saludos
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31 de mayo
El artículo anterior no le pertenece a Luis Cortés fue realizado por la Sra. Khadija Samaoual, Magister especializado en Traducción y Comunicación de la Universidad Hassan Segundo de Casablanca, Marruecos.
Atte.
Jaime Vidal Aroca
Abogado
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31 de mayo
Yo, Khadija Samaoual, licenciada en Literatura y Lingüística españolas de la Universidad Hassan II de Marruecos, con Magíster especializado en Traducción y Comunicación, además de ser traductora de la Embajada del Líbano, declaro que este artículo fue escrito por mí, y no por el autor cuyo nombre aparece en el artículo como si fuera suyo! Esa actitud por parte de la Universidad no refleja ningún tipo de responsabilidad, y sobre todo de PROFESIONALISMO. Lo que ha pasado ha sido, francamente, un robo imperdonable!!!
Los dos o tres párrafos pertenecen a Luis Cortés, y lo resto fue escrito por mí! Así que, solicito desde ya que este artículo sea eliminado de esta página, o al menos, que se coloque el nombre se su verdadera autora.
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31 de mayo
Estimada Khadija, le escribe el periodista a cargo de la edición y publicación del artículo del profesor Cortés. Por un lamentable error el párrafo inicial y las citas respectivas a su trabajo y persona que nos hizo el profesor no fueron consignadas en el presente texto. Lo corregiremos a la brevedad. Le reiteramos nuestras disculpas. Muchas gracias por su comprensión.
31 de mayo
Señor, Luis Cortés, reitero otra vez que este artículo me pertenece, y yo jamás he sido entrevistada por usted. Le ruego ordene corregir el nombre del verdadro autor del artículo. Es decir, que sea puesto mi nombre «Khadija Samaoual» como autora del mismo. Asimismo, le pido que proceda de la forma señalada anteriormente respecto del artículo publicado en la página web de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Atentamente
Khadija Samaoual
Magíster especializado en Traducción y Comunicación
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01 de junio
Más allá de la polémica por la autoría de este texto y del excelente análisis desplegado por su autora, la licenciada Khadijah Samaoual. Me gustaría hacer la distinción respecto al origen de la población musulmana en occidente. Si bien es cierto que un gran porcentaje proviene desde oriente, también habemos muchos, que siempre hemos sido occidentales y sobre los que también existe el trato islamófobo. Es importante considerarnos a los conversos dentro de estos análisis, ya que somos blanco constante pir ejemplo de los conocidas comentarios amenazantes del tipo «vuélvete a tu país!» O «estos terroristas siguen llegando!» No tenemos que volver a ningún lado porque no hemos venido de ninguna parte. Somos musulmanes conversos! En mi caso chileba como los porotos. Salam. Gracias
Marcela Montenegro
Psicóloga Clínica
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