Pese a que se lo quiere vincular con el chavismo, Andrés Manuel López Obrador representa otra corriente política, que es el populismo, algo muy distinto a lo que muchos descalifican sin comprender su real significado.
Es muy común escuchar hablar peyorativamente del populismo, entendido casi como sinónimos de demagogia y asistencialismo. En un país como Chile, dónde se conoce más la historia europea que la de nuestro continente, pocos comprenden la complejidad del concepto. A grandes rasgos el populismo es una alianza de clases sociales (clase media y clases populares) contra la oligarquía. Esto es lo que lo hace corporativa, porque basa su accionar en las organizaciones sindicales, campesinas, gremiales e inclusive empresariales. Por supuesto, el populismo es también nacionalista y tiene su dosis de demagogia y autoritarismo. En esta línea se sitúan sus máximos exponentes: Juan Domingo Perón en Argentina, Getulio Vargas en Brasil y Lázaro Cárdenas en México. Por estas características es que el populismo ha sido tan difícil de homologar bajo los cánones de izquierda y derecha. Por ejemplo, Perón desarrolló políticas en beneficio de las clases obreras, pero su política cultural fue muy conservadora y albergó a muchos fugitivos nazis.Es verdad que los regímenes populistas nacionalizaron los recursos naturales (en México el petróleo y en Argentina el comercio exterior), pero tampoco querían espantar a los inversionistas extranjeros. Por eso, el chavismo no puede ser denominado como populista, porque tiende hacia el socialismo. Distinto es el caso de Andrés Manuel López Obrador.
En el aspecto económico, el populismo nunca se sale del reformismo burgués, por lo que jamás aspiran a reemplazar el capitalismo. Es verdad que los regímenes populistas nacionalizaron los recursos naturales (en México el petróleo y en Argentina el comercio exterior), pero tampoco querían espantar a los inversionistas extranjeros. Por eso, el chavismo no puede ser denominado como populista, porque tiende hacia el socialismo. Distinto es el caso de Andrés Manuel López Obrador.
El nuevo presidente mexicano es hijo político del principal y más exitoso partido populista latinoamericano, el Partido Revolucionario Institucional (PRI). López Obrador fue parte de las facciones más nacionalistas del priismo, que renegaron del giro neoliberal que inició el gobierno de Miguel de La Madrid (1982 – 1988). El estilo de “El Peje”, como era denominado por su origen caribeño (no sin un dejo de desprecio), es claramente populista. Pese a haber salido de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), principal casa de estudios del país, está lejos de ser un intelectual, con una retórica academicista; de hecho, se le ha criticado por “creer que el mundo se inicia en Ciudad Juárez y acaba en Chiapas”. López Obrador ha desarrollado su liderazgo a base de su estilo carismático, creando un vínculo con las masas, que supera a las estructuras partidarias; en efecto, en 2014 quebró con el Partido Revolucionario Democrático (PRD), que dos veces lo llevó lo presentó como candidato presidencial. Su negativa a la reforma energética, entendido como el primer paso hacia la privatización de Petróleos Mexicanos (PEMEX), entronca con su veta nacionalista. Por eso, muchos mexicanos votaron por él, porque lo visualizan como el único líder capaz de enfrentarse a Donald Trump.
No obstante, ni en los momentos más duros, tras sufrir fraude electoral y ser desaforado, prestó oídos a los cantos de sirena que lo invitaban a seguir el camino insurreccional. En efecto, en su período como jefe del gobierno del Distrito Federal mantuvo óptimas relaciones con el empresariado, especialmente con Carlos Slim, principal fortuna global.
Si esta vez el establishment político, empresarial y los propios norteamericanos, han permitido que su liderazgo se manifieste libremente en las urnas, es porque saben que implementará reformas cosméticas, que le darán la legitimidad para mantenerse en el poder, sin tocar el modelo neoliberal, que es lo que en verdad les interesa a los que detentan el poder real en México y en casi todos los países del mundo.
Comentarios
03 de julio
Esperemos lo mejor para l@s amig@s mexican@s , gran pueblo, pero sometidos a tanta violencia y pobreza.
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