Nada mejor que una elección en Francia para hacer comprender a la gilada de qué se trata este circo.
Sucede lo mismo que en noviembre, cuando en redes sociales abundaban comentarios desprovistos de un mínimo ejercicio neuronal de personas que, con preparación intelectual y aparentemente informadas, se alarmaban por la llegada de Trump a la Casa Blanca, como si los Presidentes Demócratas (exceptuando JFK) no fueran genocidas al servicio del capital, exactamente igual que sus socios Republicanos, o aún peor, porque al menos los Republicanos van de frente y no usan el maquillaje progresista de los socialdemócratas en países como España o Chile.Si yo fuera francés, apoyaría el 90% de las reformas propuestas por esta candidata, como son: Abandonar el EURO, La OTAN, el FMI, el Banco Mundial y la OMC. Más que una simple «facha», me parece una anarcocapitalista, y salvo una desacertada declaración sobre la inmigración y el espacio Schengen, nada de lo que propone la candidata ultraderechista me parece insensato.
No es llegar y lanzar «da lo mismo». Ya dije eso en las pasadas elecciones en Argentina y tuve que reconocer que me equivoqué. Debemos entender que la Política actual, jamás se desarrollará fuera del maldito círculo Liberal, y que la única diferencia posible entre dos candidatos occidentales, es quién le pone algún matiz al Neoliberalismo. Diferencias más notables podemos encontrar en el contexto valórico (aunque siempre dentro del Liberalismo), cuando un candidato se muestra a favor o en contra de ciertas libertades personales como matrimonio igualitario, aborto, consumo de drogas, y algunas garantías básicas como educación, salud, derechos laborales.
Así, y me disculpo por usar una frase tan tecnócrata, si miramos la Política como un asunto «macro», es posible que frases estilo punk como «da lo mismo quien gobierne», es posible que no sea incorrecta, dado, gane quien gane, los cambios reales en la vida de las personas serán mínimos.
Si vamos al detalle, la frase queda en ridículo, porque no es lo mismo Scioli que Macri, Bachelet que Piñera, PPK que Fujimori.
Hoy, muchos muestran su preocupación por un eventual triunfo de Marie Le Pen, a quien se acusa falsamente, como incitadora del odio y neonazi (¿vale la redundancia?). Si yo fuera francés, apoyaría el 90% de las reformas propuestas por esta candidata, como son: Abandonar el EURO, La OTAN, el FMI, el Banco Mundial y la OMC. Más que una simple «facha», me parece una anarcocapitalista, y salvo una desacertada declaración sobre la inmigración y el espacio Schengen, nada de lo que propone la candidata ultraderechista me parece insensato. Se ha manifestado abiertamente respetuosa de los derechos reproductivos de la mujer y en contra de el uso de símbolos religiosos. La mejor; establece una política anti dumping para países que no cuentan con medidas mínimas de seguridad para sus trabajadores, es decir, industrias esclavistas, como muchas conocidas marcas de ropa con talleres en Asia y América latina.
La esperanza del mundo está puesta en Emmanuel Macrón, el típico socialista lindo europeo, aunque católico y millonario de cuna. Este sujeto, con una brillante carrera en el ámbito privado, donde se hizo rico trabajando para «Rothschild», del cual fue socio (ya con ese antecedente se revuelve el estómago) Nestlé y el laboratorio Pfizer…
Lo dejo en punto suspensivo ¿en serio creen que este sujeto piensa en los franceses o en la paz del mundo?
Los invito a Wikipediar, aunque sea, a estos dos candidatos, razonar y después comparar sus conclusiones con lo que les muestra la prensa. Relaciónenlo con lo que sucede en sus propios países.
Me disculpo por mi tono condescendiente y del primer párrafo de esta columna. Mi idea es provocar, no caer bien.
La curiosidad lleva a la duda, la duda a la consulta, la consulta al razonamiento y este, en ocasiones, a la verdad.
Si estos personajes van a seguir aprovechándose por nuestra falta de organización, que sepan al menos, que sabemos quienes son. Sabemos que pretenden abusarnos aún más, y que nos vean, como una pequeña piedra en el zapato, para que no sea tan veloz su andar por este planeta al que destruyen, arruinando con ello, nuestras vidas. Robándonos el futuro.
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