“Nuestro Gobierno va a garantizar los derechos de las madres”, aseveró el Presidente Sebastián Piñera 1. refiriéndose al proyecto de ley que otorgaba un pre y postnatal “más justo” del ya existente.
¿Pero por qué sólo a la madre?
El lenguaje es el alma de nuestro pensamiento y, más aún, refleja la estructura cultural en la que vivimos. El proyecto de ley del postnatal dejó en evidencia meridiana que el sistema patriarcal es consustancial a nuestra forma de pensar y organizar nuestro pensamiento en el lenguaje y plasmarlo en la acción, en este caso en una ley de género.
En este sentido, el derecho a un postnatal puede convertirse en un desequilibrio si es diseñado bajo los parámetros del patriarcado ya que perpetúa, al ser desigual, la discriminación de la mujer al maximizar los estereotipos culturales del rol central que la sociedad patriarcal le otorga a la mujer: ser la única responsable de la crianza.Si queremos construir una sociedad con derechos y obligaciones compartidas entre la mujer y el hombre, la responsabilidad en el postnatal debe ser tanto de la madre como del padre.
Al conceder el postnatal sólo a la madre, su rol tradicional de madre-esposa-y-dueña-de-casa queda legalizado y aún más estratificado; vale decir, el estereotipo cultural de que es la mujer la responsable total de la crianza queda así consagrado y sellado para siempre. Por ley.
Si queremos construir una sociedad con derechos y obligaciones compartidas entre la mujer y el hombre, la responsabilidad en el postnatal debe ser tanto de la madre como del padre.
Además, el postnatal igualitario debería ser obligatorio para ambos sexos ya que si es decidido por la pareja, la discriminación contra la mujer en la esfera laboral (brecha salarial, feminización de áreas laborales que otorga sueldos basura) induce a que sea siempre la madre la que use todo el postnatal para no perjudicar la economía familiar: en nuestra sociedad patriarcal el hombre-padre gana siempre mejor sueldo que la madre, inclusive cuando ambos hacen un mismo trabajo.
De esta forma, el postnatal igualitario pone al descubierto que la infravaloración contra la mujer-madre, que la enclaustra en la esfera doméstica, es sistémico, y que sus mecanismos son interdependientes, están interrelacionados y se reproducen desde y hacia la esfera doméstica y la pública.
Por cierto, un postnatal igualitario acabaría con la pregunta machista contra la mujer al buscar trabajo, “¿piensa tener hijos?”, como impedimento para contratarla; en todo caso, se la tendrían que hacer también al hombre.
El postnatal es ya igualitario en varios países, como en Suecia desde 1974, donde la repartición lo decidía la pareja. Pero en dos décadas continuaba siendo desigual siendo igualitario: las madres se acogían al postnatal completo en un 90%. En 1995 se obligó a los padres-hombres a 30 días de postnatal, si no lo hacían ambos lo perdían. En la actualidad, un 32% de padres-hombres se acogen al postnatal igualitario; la meta a mediano plazo es llegar a un 50 y 50%.
Se tardó 20 años y sólo después de implementar múltiples incentivos económicos e imposiciones para cambiar los estereotipos y hacer la crianza en los primeros meses y la esfera doméstica atractiva para el hombre-padre. ¿Se necesita que los hombres entren a la esfera doméstica y compartan la crianza para que éstas alcancen prestigio social? Una interrogante que se debería explorar.
Por otra parte, el postnatal desigual resulta paradójico porque también discrimina a los propios sostenedores del patriarcado, los hombres-padres que desean responsabilizarse de la crianza pero que por ley se les margina.
El debate sobre el postnatal en Chile consiguió ilustrar el inconsciente colectivo inundado con los estereotipos culturales del sistema patriarcal. Todo el discurso político en torno a la ley estuvo impregnado de sexismo. Sólo se habló de la madre tradicional como si este rol fuese innato a la naturaleza humana de la mujer. El hombre-padre (casi) no existe en esta ley para la clase política y, me temo, para la mayoría de la sociedad chilena. Esta ausencia también destila el postulado (erróneo) de que el hombre por naturaleza no se responsabiliza por el cuidado del hijo/a.
Ni el rol de madre-esposa-y-dueña-de-casa, es decir el rol tradicional que le otorga el patriarcado a la mujer, ni el de padre ausente en la crianza, son innatos al ser humano. Además, hay mujeres y hombres que eligen no ser madres ni padres, y otras/os que lo son pero más por inercia cultural que por estar en su código genético.
El rol tradicional de la mujer-madre como única responsable de la crianza es una construcción cultural y no está en los genes de la mujer serlo. Lo mismo sucede con el rol de padre como sólo proveedor económico del hogar y ausente de la crianza.
Nuestra cultura es en definitiva la del patriarcado que compone nuestras mentes, lenguaje y comportamientos porque es nuestra (deformada) cultura androcéntrica enraizada por milenios en nuestras neuronas. Pero es una construcción sociocultural, no es innata a la condición humana y, por lo tanto, se puede deconstruir.
Ya va siendo hora de reflexionar más allá de nuestras murallas chinas patriarcales e ir eliminando los bloques represivos, repulsivos, violentos, sexistas y antidemocráticos del patriarcado.
El postnatal desigual no ayuda a esta tan necesaria como justa transformación.
Comentarios
05 de marzo
Esto no se ha debatido. Lo increíble es la comparación con Suecia. Nos adelantan 5 décadas. Da vértigo.
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06 de marzo
Pero las mujeres son las madres por razones biológicas. ¿Cómo se cambia ésto?
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07 de marzo
Impresiona la dimensión izqueridsta de la publicación. Declara , con total desparpajo, que los hombres SON iguales a las mujeres, al lo largo de la historia…haciendo varios ejemplos al respecto. Resulta que no es así….ha sido siempre muy distinto (sin juicio de valor, si es bueno o malo).
Entonces, la colunma habla de querer hacer ingeniería social: este es mi ideal, entonces hay que hacer A o B; cómo los tontitos no entienden lo que hay que hacer, los obligamos poniendo leyes..pero hay unos seres luminosos que saben lo mejor, debemos escucharlos.
Es el prólogo de la declara izquierdista de que es lo mejor para todos
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10 de marzo
No entiendes el artículo. Si cuando se postula la igualdad entre hombres y mujeres que, por cierto no es de izquierda ni derecha sino transversal, se quiere decir igualdad sociocultural. Es obvio y resulta ridículo tener que decirlo, pero que biológica ente somos distinto. Pero esa diferencia no tiene porque ser la base de la discriminación contra la mujer, la ya que no se diferencia en inteligencia y capacidades.
11 de marzo
Si lo entendí, y por eso escribo lo que escribo. La búsqueda de leyes y elementos para transformar a las personas según el parecer de cada uno es propio de los totalitarismos. El declarar que, aunque tengas antecedentes contrarios desde 0 en la humanidad, que las madres y los padres tienen el mismo rol en la crianza, es solo producto de la imaginación. SIEMPRE han habido roles distintos, y querer igualarlos es querer hacer ingeniería social; con ese mismo argumento a otro se le puede ocurrir aberraciones: el asunto es que hay un alguien que pretende arrogarse la inteligencia superior para establecer que rol debe tomar los otros. Las «construcciones culturales» son propias de la evolución de la sociedad, pero no la determinación de una nueva «construccion cultural» en la que un grupo de genios va a establecer que debe o no debe hacer los otros.
El que hayan facilidades para que cada uno pueda tomar decisiones es loable; pero el establecer obligaciones para cambiar obligatoriamente de parecer, es fascista.
11 de marzo
El grupo de «genio» es más del 50% de la humanidad. No entiendes nada. Una minoría, menos del 50% ha hecho «ingeniería social» (léase represión sistemica, que patriarcado), los hombres contra la mayoría, las mujeres. El feminismo está contra los hombres ni contra la masculinidad, sino que sino contra el patriarcado y el machismo como única masculinidad. Los roles masculinos no tienen porque funcionar contra los roles femeninos. No es un problema de que hayan roles femeninos y masculinos que siempre los habrá, y el problema es que los roles masculinos funcionan bajo el patriarcado contra los femeninos. ¿Cómo reaccionarias tú si te pagarán menos que a una mujer haciendo un mismo trabajo?
16 de marzo
Pedro
¿Y como reaccionas tu al hecho que, pese a la cacareada igualdad, los trabajos de mayor riesgo y mortandad siguen siendo solo para hombres, porque las mujeres no los quieren? No ves mujeres ansiosas por trabajar como minera del carbon, ni se mueren por fabricar microchips, ni se mueren por trabajar en el GOPE de carabineros pese a que hace años que las mujeres pueden postular, porque la tasa de mortalidad en ese y otros tipos de trabajos como aparejador de petróleo, es altisima. No ves mujeres repartiendo gas, ni trabajando como peonetas, ni manipulando cadaveres… Y cuando les toca hacerlo, porque la necesidad se impone, sacan inmediatamente a flote la desigualdad fisica, para no hacer el mismo tipo de labor que se le exige a un hombre. O sea, quieren el mismo salario, pero no la misma carga laboral ni las mismas responsabilidades.
Gran parte de los estudios de desigualdad salarial ignoran el hecho que a los hombres no les pagan mas por machismo, sino porque el riesgo de la labor que hacen es enorme. ¿Cómo reaccionarias tú si te pagarán igual que a una mujer contratada para la misma labor, pero que goza de mayor proteccion, solo por ser mujer?
09 de marzo
Ud.da pecho? Es el derecho del lactante, lactancia materna exclusiva a libre demanda los primeros 6 mese de vida. No son vacaciones para las madres, es garantizar un derecho fundamental del recién nacido. Lo que se necesita es un cambio de paradigma, y entender la crianza en ambos géneros como un derecho del niño
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10 de marzo
Soy mujer. Y se nota por tu comentario q3no tienes idea de la crianza en los primeros meses. Si no ¿conoces lo que es un bebidol? Yo le dejo mi leche materna en un bebidol porque trabajo y mi marido no tiene derecho a quedarse con su hijo, y es es mi madre que lo cuida. Un postnatal desigual discrimina a ambos, y madre y padre por igual.
13 de marzo
Angélica, tal vez quiso escribir biberón. Doy lactancia materna prolongada en edad preescolar( recomendación OMS lactancia exclusiva 6 primeros meses y complementaria mínimo hasta 2 años, edad natural destete 2 años 5 meses a 7 años) . nunca consideramos biberón ( ambos profesionales), siempre consideramos el bien superior de nuestras hijas, si ud. Lo realiza tendrá sus razones personales, más no es algo que se deba generalizar ya que no es justo para los niños. Ya queme esa etapa sin ayuda de abuelos, tías, nanas, se lo que son los primeros meses…y lo necesario de la lactancia.
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15 de marzo
Anysur, parece que o yo me he explicado mal o tú no has entendido. Yo doy biberón con MI peche materna. Me la saco por las mañana y lleno los biberones. Y cuando llego a casa le doy pecho directamente.
Y no hable de que la/el hija/o pueda quedarse con abuelos, sino que debería quedarse con el padre. La corresponsabilidad debe hacerse realidad algún día, por el bien de las/los hijas/hijos, no tanto de la madre o del padre, sino de ellas y ellos. Eso sí es ser buenos padres.
16 de marzo
No es la sociedad la que impuso el rol de crianza de la mujer sobre los hijos
Fue la naturaleza
En los primeros cinco años de vida, la necesidad del hijo con la madre es mayor que la que tiene del padre. Eso es el Apego. Dado que los primeros 9 de meses de existencia ese hijo la voz y el olor y el calor que sintio fue de la madre, el apego en esos primeros años es hacia ella. Y es fundamental para el desarrollo de la personalidad de ese hijo, cuya esencia se desarrolla en los primeros 5 años de vida.
¿Que tanto? Dependiendo de cuan problematica sea la relacion con la madre, el hijo tendra conductas arriesgadas, poco saludables y falta de cuidado; falta de autoestima y autorrechazo; falta de automotivación, etc. Lo que se conoce como «sindrome de madre ausente».
Hay estudios que muestran que el nivel educativo de la madre es clave para el desarrollo del menor. O sea, una madre con mejor nivel educativo impulsara mas y mejor a un hijo a tenerlo, sobre todo en un area como matematicas.
Asi que sí, esta en la naturaleza de ser mujer el tener un rol preponderante y fundamental en la crianza. No es una cuestion cultural, y prueba de ello es que mientras mas reducido es el tiempo que una mujer dedica a la crianza de los hijos, mayor cantidad de problemas son los que tienen. Por eso, muchas mujeres en Europa han vuelto a retomar su rol. No siempre es reconocido, pero es imprescindible
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