El grupo trans e intersexual es reducido, y se mueven en un círculo muy acotado. De hecho, precisamente el problema es que son un grupo reducido, lo que los hace prácticamente invisible para muchas personas, que no saben que existen ni saben lo que significa ser trans e intersexual.
Al parecer, el periodista Claudio Fariña, reporteando sobre los JJOO de Río, hizo ciertos comentarios sobre el nadador y multimedallista Michael Phelps y su relación con una persona intersexual, comentario que para la Fundación Iguales ameritó hacer un llamado público para que las personas denunciaran la nota ante el Consejo Nacional de Televisión (CNTV). Para Iguales, lo dicho por Fariña era extremadamente grave porque “Las personas trans e intersexuales sufren una tremenda discriminación, y el canal de todos los chilenos debería ser el último lugar donde esa discriminación se exacerbe.”
No deja de darme vueltas esa frase. Es como lo que ocurrió en el capítulo 5 de American Crime Story: The People V OJ Simpson, The Race Card.
En el momento de presentar el caso ante el jurado por primera vez, Christopher Allen «Chris» Darden (Sterling K. Brown), que no ha logrado sacar a Mark Fuhrman de la lista de testigos, plantea que la defensa de OJ Simpson pretenderá usar la “carta racial” acusando a Fuhrman de ser racista (que lo era), recordando ciertas declaraciones, que para Darden eran “racialmente insensibles y divisorias”. Específicamente, se refiere al uso de la palabra “nigger”, un epíteto racista que, según Darden, es “una palabra sucia y cochina, Su Señoría. Es tan perjudicial e inflamatoria que el uso de la misma en cualquier situación evocará una respuesta emocional de cualquier afroamericano. Estamos hablando de una palabra, que ciega a la gente”, lo que afectará al juicio porque “Afectará su capacidad [del jurado] para ser justos.”
La respuesta de Johnnie Cochran (Courtney B. Vance), abogado de OJ, y persona afroamericana, es magistral. Cochran señala que las expresiones de Darden eran “profundamente degradantes para los afroamericanos.”, porque “Es absurdo decir que los afroamericanos colectivamente son tan emocionalmente inestables que no pueden oír las palabras ofensivas sin perder su sentido moral del bien y del mal”, terminando con una frase lapidaria, potente, y que además fue dicha realmente por Cochran: «Nigger, please» reafirmación no solo de su color, sino de orgullo de serlo y de ser quién es.
Y aquí estamos, con los Darden de Iguales que consideran que las personas trans e intersexuales son “emocionalmente inestables”, tanto que no pueden soportar lo que diga alguien como Fariña, y seguros que lo dicho contribuye a “exacerbar” esa discriminación.
En Iguales partieron de dos supuestos que son chuscos: 1) que alguien aun presta atención cuando Fariña habla, y 2) considerar que Fariña tiene influencia como para “exacerbar” a alguien. ¡Vamos! Fariña ya debe tener todo un fichero exclusivo en el Consejo Nacional de Televisión por sus reiteradas metidas de pata, y lo que haya dicho ahora no puede ser peor que su “reportaje” del incendio de Valparaíso del año 2014. Las personas trans e intersexuales de este país no van a ofenderse por lo que diga una persona que ha probado reiteradamente que no tiene conectado el cerebro con la boca, porque saben que las cosas se toman de quién vienen y en las acciones está el valor de la gente.
Eso hace que las expresiones de Iguales sean histéricas. Histéricas porque para hablar de “tremenda discriminación” tendrían que demostrar que una gran parte de Chile está contra las personas trans e intersexuales, cosa que es absurda porque la mayoría de este país nunca ha conocido a una persona trans e intersexual por una razón simple: el grupo trans e intersexual es reducido, y se mueven en un círculo muy acotado. De hecho, precisamente el problema es que son un grupo reducido, lo que los hace prácticamente invisible para muchas personas, que no saben que existen ni saben lo que significa ser trans e intersexual. Las personas trans e intersexuales están conscientes de esa ignorancia, y consideran que va a tomar un tiempo educar a la gente al respecto. Pero ese proceso se entorpece no por culpa de las personas comunes, sino por la discriminación que sufren por parte de colectivos homosexuales, por ejemplo la misma Fundación Iguales, que durante años los han ignorado, tratado como parias y los han tapado como si no existieran.
Suena raro que Iguales pretenda suplir ese maltrato de años con acciones como las que quiso tomar contra Fariña, o sus críticas a una campaña de WOM, alzándose como voz y representante de un grupo al que no le han preguntado lo que piensan, lo que necesitan, lo que les pasa. Los han incluido como parte de “sus” demandas, no son eco de las demandas de las personas trans e intersexuales. Y más encima, los tratan como débiles mentales que se ofenden por cualquier cosa, y a los demás nos ven como unos idiotas que vamos a agredir trans e intersexuales por lo que diga alguien como Fariña.
Es difícil apoyar a esta Fundación. Más si se considera que está ligada a Jorge Errázuriz, quien fuera dueño de Celfin Capital, hoy BTG Pactual Chile, e involucrado en casos de “aportes millonarios a campañas de políticos” como Ignacio Walker y el lío del papel higiénico. Eso explica la rapidez con la que fueron recibidos por ejecutivos de TVN los miembros de Iguales Luis Larraín y Emilio Maldonado tras su queja contra Fariña. Lo curioso es que en esa reunión no había representantes de colectivos trans e intersexuales o miembros trans e intersexuales de Iguales ¿Por qué? ¿No hay personas trans e intersexuales que puedan hablar, y por eso Larraín y Maldonado ocupan sus lugares?
Al final, las personas trans e intersexuales tendrán que hacer como Cochran: decirles a los Darden de Iguales “Nigger, please”. O sea, “somos trans e intersexuales, déjennos hablar”.
Comentarios
24 de agosto
A cualquier facultativo la diarrea le indica que algo anda mal en el organismo, y la sodomia tambien la provoca; por lo tanto esa opcion debe ser calificada como negativa y perjudicial para el organismo.
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