El consentimiento en el sexo ¿Como enterarse que la pareja no quiere?

Esta columna es para usted, sí, para usted que cree que sólo basta una respuesta afirmativa para hacer lo que le plazca, para usted que cree que «todo es cancha», para usted que cree que exageramos:

Las relaciones humanas son más complejas de lo que el hombre promedio cree.

Las relaciones sexuales aún más.

La complejidad se encuentra en como percibimos el mundo de los sentidos, en lo que nos enseñaron sobre la corporalidad, en nuestras experiencias de vida, en cómo nos vemos frente al espejo, incluso en cómo nos expresamos frente al mundo social.

No espero en este escrito develar los secretos del complejo mundo sexual femenino, no es el fin de esto. Sólo apreciar que cuando se trata de disfrute sexual y consentimiento, la realidad es tan diversa cómo la cantidad seres humanos hay en este planeta. Encasillar a unos o a otros en lo que parece correcto o incorrecto en la intimidad es, por decir lo menos, mezquino.

Leí a un grupo de hombres bromear sobre lo ridículo que era preguntar cada cierto rato “¿Te gusta esto?, ¿Te gusta aquello?” como si la obligación de su compañera de alcoba fuera el sólo aceptar lo que el varón ofrece. Y aceptarlo gustosa, sin reclamos, porque si consentiste en principio en el acto, se supone que todo estaría permitido, ya aceptaste.

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Aprenda, consiga información, la información le dará una relación sexual placentera pero sobre todo duradera, el sexo no se trata sólo de penetración, no querido, no tienes un taladro entre las piernas

Bueno querido lector, le tengo pésimas noticias, lo que para usted puede ser muy candente, para su compañera puede ser invasivo e incluso violento. Sí, sin duda alguna usted debe preguntar. ¿Qué? ¿Esta mina está loca?, dirán, ¡Pero si ya aceptó! Sin embargo, cómo señala la comediante Malena Pichot “podes tener el pito en la boca y aun así decir que no”, si el otro insiste es vulnerar el espacio privado, es violento, y quiere decir que sólo te importa tú disfrute sexual y no estás ni ahí con lo que le pasa a la otra persona: Flaco, eres violento y no sabes tirar.

¿Qué es eso de “saber tirar”?

Me gusta exponer esto con un ejemplo sobre comida; la buena comida se espera, se trabaja lento, esperando los tiempos que cada ingrediente tiene, en el sexo es lo mismo. Habrá gente a la que le guste el “fast food”, pero la comida gourmet siempre es más interesante y se disfruta mejor. Por eso cuando se trata de amores, lo mejor es explorar, la piel tiene cientos de conexiones nerviosas que pueden despertar con el más pequeño de los estímulos, pero eso dependerá de cada una. Hay mujeres que disfrutan de lo impetuoso que puede ser el sexo, de ser dominadas y entregarse sin miramientos, hay otras que necesitan más tiempo, más confianza y libertades, preguntar no lo hace inseguro, le da un halo de respeto a lo que hace con su compañera.

Aprenda, consiga información, la información le dará una relación sexual placentera pero sobre todo duradera, el sexo no se trata sólo de penetración, no querido, no tienes un taladro entre las piernas. Hay mucho más en el menú. Sea paciente, no se apure, no es una carrera por llegar al orgasmo. No intimide a su compañera, sea generoso, no se trata de usted, se trata de ambos, porque cuando le resta generosidad al sexo, puede caer en situaciones incómodas, tanto para ella como para usted. Incómodas al punto de ser violentas, y eso es lo que nos preocupa, está tan normalizada la violencia en nuestras relaciones cotidianas que simplemente no la vemos.

No amigo, no es majadero preguntar “¿Está bien así?”, “¿De esta forma te hace sentir bien?”, y por qué no preguntar después de tener sexo “¿dime en que podría mejorar?”. No se le va a caer la corona de la masculinidad. Le aseguro que le ira mejor, ya sea que tenga un encuentro de una noche, una relación más seria, o que este con la mujer con la que firmó un papel.

Ahora usted podría decirme ¿y por qué se concentra sólo en el sexo heterosexual? Le voy a contar algo, la intimidad es más que hombre y mujer copulando, necesita información de su compañero o compañera aun cuando este en una relación homosexual. La información es vital, pero conocer el cuerpo del otre también. El sexo es una consecución de actos de consentimiento, no todos serán verbales, pero la incomodidad se nota…deje de lado su egoísmo, tome al otre como le gustaría que lo tomen a usted, con esa pasión que a usted le gustaría, incluso con el cuidado que le gustaría para usted. No es llegar, tocar y penetrar. El orgasmo es como la caída del patriarcado, lenta, de diálogos, a veces incluso se trata de derribar dogmas y paradigmas en el cuerpo y mente del otro, pero ese camino es de lo más placentero, se lo aseguro.

Una cosa más: una persona está ebria o drogada al punto de no responder de sus actos,  no da su consentimiento para tener sexo y, por mucho que le tenga ganas a esa persona, no la toque. Hacerlo puede ser violación o abuso sexual, por lo bajo. Ninguna persona busca sexo consentido cuando está en ese estado. No hay justificación, eso no existe, no se exponga a tener un serio problema, controle sus impulsos, así la otra persona confiará en usted, y si pasa algo, será en un ambiente de respeto y consentimiento. Usted, como hombre, es un ser dotado de razón, úsela para mantener el autocontrol, no se convierta en eso que todas odiamos, le recuerdo que no hay nada más rico que estar con alguien en quien confiamos, sobre todo si se trata de sexo.

Y por favor, eso de reírse del sexo, déjelo fuera de la cama….no es sexy.