Cuando comienza a surgir el debate del aborto, por lo general siempre se escuchan voces masculinas al respecto. En mi caso, siempre prefiero escuchar a una mujer que a quienes intentan decidir de lo que tiene o no que hacer con su vientre, con su vida y con toda su humanidad. Es cosa de escucharlas y no situarlas de inmediato en el banquillo de los acusados por el sólo hecho de traernos a nuestras machistas concepciones, un poco de realidad.
Ante nuestros ojos, la mujer no puede estar pensando en ella porque lo cierto es que “está prestando el cuerpo”. Al contrario, tiene que explicar por qué quiere hacer esto o lo otro. Tuvo que esperar años para poder votar, otros tantos para poder entrar en política y hoy en día recién tiene la oportunidad de no ser encarcelada por tratar de tomar las riendas de su vida. Sin ir más lejos, la ley que se discute en el Congreso sobre la despenalización del aborto en tres causales es ya demasiado conservadora y somete a las mujeres a dar explicaciones por lo que creen necesario, como si el acto de abortar fuera un juego con el que ellas tratan de satisfacer sus ansias de maldad.Nadie quiere un aborto. Nadie, ninguna mujer lo ve como un juego. Sino que lo que se exige que se legisle de acuerdo a la realidad y a los derechos que todo ser humano debe ejercer con responsabilidad. Tratamos a las mujeres como si fueran irresponsables, cuando lo cierto es que somos formados muchos gracias a su responsabilidad.
Preguntarle a una mujer por qué quiere abortar, creo yo, ya es un insulto. Es de un paternalismo ofensivo que las sitúa como seres que no pueden tener el control de sus destinos. Como personas que, de una u otra manera, van a transgredir nuestra visión de lo que consideramos realidad. Nuestra estructura patriarcal disfrazada de matriarcado. Nuestra soterrada concepción de que no pueden pensar sin que haya una visión masculina detrás. Sin que haya un padre juzgador que mientras sale de juerga con sus amigotes tirándose lo que encuentre en el camino, al mismo tiempo tiene la labor de decidir qué es o no moral en la vida de una mujer. Y qué es lo que va o no acorde con la concepción cristiana que tanto les costó edificar y que tan lejos se encuentra de la verdadera.
Porque es raro ver cómo quienes piden cárcel para niños de 15 años anden preocupados de quien está por nacer y aún no es humano. Es curioso que quienes no son capaces de legislar para realizar una reforma urgente al Sename, se preocupen de la “vida”, cuando lo cierto es que no hacen lo suficiente para que niños de estratos humildes pueden mejorar la suya.
Nadie quiere un aborto. Nadie, ninguna mujer lo ve como un juego. Sino que lo que se exige que se legisle de acuerdo a la realidad y a los derechos que todo ser humano debe ejercer con responsabilidad. Tratamos a las mujeres como si fueran irresponsables, cuando lo cierto es que somos formados muchos gracias a su responsabilidad. Mientras el padre circula por nuestras cabezas casi como un extranjero que en algunas oportunidades-sobre todo cuando ya pasó la adolescencia- trata de hacerse presente, lo cierto es que la madre, la mujer, siempre está ahí. Siempre está presente tratando de hacer de su vida la nuestra. Si eso no es una visión de su responsabilidad, no sé qué otra cosa lo puede ser.
Y es que no nos basta con transformarlas en objetos ante nuestros más pueriles deseos por medio de publicistas que las miran desde nuestras mentalidades masturbatorias, sino que también convertimos sus necesidades en delitos. Sus requerimientos en crímenes a la humanidad mientras jugamos a ser responsables y damos cátedras de moral sin siquiera mirar a nuestro alrededor. Sin entender cuál es realmente el atentado que se le hace constantemente a la vida, tomando decisiones economicistas por sobre las humanas. Por sobre las humanitarias.
Comentarios
07 de julio
«Porque es raro ver cómo quienes piden cárcel para niños de 15 años anden preocupados de quien está por nacer y aún no es humano.»
Yo pienso que SI es humano…¿es un error defenderlo?
Saludos
+1
07 de julio
Cuesta creer que este sea un artículo que defienda el aborto. O tal vez no. Si lo fuera, tal vez lo hace de la forma tradicional. «Quiero que se escuche alas mujeres que quieren abortar y para reforzar lo que digo, digo un montón de disparates incoherentes»… Así es fácil «defender el aborto», pero, ¿a quién convence esto?…
¿Cómo la madre de un individuo podría estar «siempre ahí» si quiere estar el día de su asesinato, aún antes de que nazca?…
No puedo concebir que se hable de «atentados que constantemente se le hacen a la vida» y al mismo tiempo se quiera atentar contra alguien que no puede defenderse…
Si el sistema no hace lo suficiente por los niños del Sename, es quizá porque tenemos mal entendido lo que debe ser nuestras prioridades. Tomar al Sename como elemento en contra de «alguien que está por nacer y aún no es humano», parece muy extraño. Peor se entiende que es expresarse de esa forma de alguien que es un ser humano en una etapa preliminar. Lo mismo pasa cuando somos niños o ancianos. Etapas de la vida. Somos humanos en todas las etapas. Que se crea que nuestra concepción es mejor cuando ya somos adultos, sólo se asemeja al dicho que dice:
«hay personas que sólo por saber leer y escribir, creen que saben leer y escribir»…
No puedo imaginar cuál es la relación para una mujer, «vista con ojos del autor», entre un aborto y «tomar las riendas de su vida»… Para mí, cuando se comete un aborto, precisamente lo que se hace es soltar las riendas y entrar a un camino en el que el caballo loco no puede ser controlado. No hay equilibrio ni auto aceptación en una mujer que aborta…
Si se quiere «legislar de acuerdo a la realidad y a los derechos que todo ser humano debe ejercer con responsabilidad», sólo me preguntó de qué forma se debe legislar para preservar la vida de los inocentes, cuando unas manos y voluntad que no pueden alejar por sí mismos de su ser, los quitan de su matriz para llevarlos a un ambiente inhóspito y helado en el que se desangran y mueren sin auxilio cercano que los ampare….
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Se lo voy decir en pocas letras, amigo Francisco…. Un aborto nunca ha dejado de ser un asesinato… Si su madre lo hubiera abortado a usted, ¿ eso hoy le parecería a usted razonable ?… ¿Le gustaría a usted ver los fetos de todos los hijos que pudiera abortar su esposa o una hermana suya?…
«Mi amor, mi amor, tengo las manos rojas y no sé dónde dejar este feto….
¿Crees que se vería bonito en la sala de estar? «….
«Mi amor, mi amor, ¿qué día pasa el camión del Servicio Médico Legal recogiendo fetos?»
«Mi amor, mi amor, es hora de irnos a la clínica a hacernos el aborto. ¿Crees que debamos llevar la carta que le hicimos al feto el día de su despedida para leérsela cuando el médico lo tire al basurero?… »
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Las razones de la Presidencia, sr. Mendez, para enviar el proyecto de Ley que despenalice la cosa en los tres casos sabidos, es por razones de Estado. No es porque se quiera hacer del aborto una institucionalidad válida para mujeres que actúe «con calidad» cada vez que a una mujer se le ocurra tener un aborto. En este caso hay dos versiones para la política pública. Una, actuar sobre una base irremediable. La otra, actuar protegiendo la vida para que no haya una masacre…
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Que exista torpeza en el manejo de los recursos públicos, tanto para aumentarlos como para gastarlos, no quiere decir que en un futuro venidero no seremos capaces de albergar a los hijos de la patria en condición de desamparo. Si los demás no han podido hacerlo hasta ahora con el sistema que tenemos, no podemos asegurar que en el futuro será de la misma forma…
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08 de julio
Me imagino a cierta clase social abortando niños down, porque de alguna manera lo harán pasar por inviable, y me da asco.
Me gustaría que se apresurara una ley de amparo que mejore las condiciones de los niños sin familia presente, me gustaría una reforma que agilice los trámites de adopción de los niños que ya nacieron, que exista un sistema de acompañamiento y protección real a las mujeres embarazadas.
Creo que como país somos muy inmaduros para hablar de aborto, esta ley sólo dejará más en el fondo los temas de fondo.
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10 de julio
En realidad tiene toda la razón, las mujeres pueden hablar, y si no estan todas de acuerdo, podría haber un buen debate, uno real no inducido por ciertos grupos. El bebe que muere molido, triturado no puede hablar, no puede aprender español aún, es mudo.
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