A mis amigos/as, hermanos/as argentinos/as.
No estaré ahí físicamente con ustedes por razones de espacio y distancias, pero estaré ahí con todos y todas ustedes reconstruyendo los hechos a partir de la historia hemos debido enfrentar como países en cuyas dictaduras dejaron un triste y desgraciado legado.
Murió dictador argentino Jorge Rafael Videla. Todos los adjetivos nefastos quedan cortos. Junto al otro dictador traidor, genocida y ladrón de Pinochet… mil veces los maldigo.
Vayan a celebrar a las calles, tal como hicimos muchos compañeros y compañeras cuyos familiares fueron víctimas. Que sea el champagne abundante, lleven los más emocionados abrazos, papel picado, música, banderas y por sobre todo, vayan vestidos de rojo, porque es el color de aquellos que Videla se propuso exterminar, porque es el color de la vida y de la alegría intensa, porque es el color de la sangre y porque es el color del corazón, el mismo corazón que un 10 de diciembre del 2006 le falló a Pinochet y provocó su muerte.
Murió Videla, y acá en Chile también celebramos. Es de esperar que este buen augurio sea un adelanto de lo que viene.
Comentarios
19 de mayo
Y con el odio a las diferencias de opinión
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