
Presentar al “reputado think tank criollo” como históricamente neutro en sus motivaciones -las que recién hoy se ponen en duda- en supuesta oposición a otros institutos de opinión de “vertiginosas mediciones”, implica una toma de posición ideológica difícilmente soslayable. Y es que por ser antiguo, un debate como el de la neutralidad valorativa y la objetividad en ciencias sociales no.