Bien sabemos que la educación superior ha hecho crisis, pero ¿por qué? Esa pregunta parece tener muchas respuestas e incluso hay gente que niega tal crisis. Sin embargo, la respuesta más popular entre connotados intelectuales es que esto ha sido resultado de la masificación y el exceso de expectativas.
El problema no es la masificación per-se, sino la forma en que se realizó la masificación: a través de universidades de baja calidad.
- Carlos Peña: “Porque (los jóvenes) esperaban encontrar en la educación superior los bienes que proveía cuando ellos la miraban a la distancia, cuando era casi un sucedáneo de un título de nobleza. Pero hoy, que por fin acceden a ella, ya es una experiencia de masas y no provee esas formas de distinción.”
- Claudio Sapelli: “La caída en el premio a la educación superior era esperable: es la operación de la ley de la oferta y la demanda de profesionales a nivel de la educación superior.”
Un abogado/filósofo y un economista concuerdan en la idea, ¿cómo podrían estar equivocados? Bueno, es justamente el objetivo de esta columna el plantear que ambos pueden estar equivocados. Yo creo que efectivamente hay expectativas insatisfechas, pero creo que esto ha sido resultado de la forma en que se realizó la masificación y no la masificación en sí (como una fuerza que inexorablemente nos llevaría a una crisis). Un resumen de la hipótesis de Peña y Sapelli sería:
- Si todos los títulos son iguales y ahora todos acceden a esos títulos, haciendo imposible distinguirse y de paso diluyendo su importancia.
Sin embargo, yo creo que:
- En Chile los títulos universitarios no son iguales, sino que hay una alta diferenciación. Por lo tanto, sigue siendo posible distinguirse y no se diluye su importancia.
¿Pero podemos verificar todo esto? Sí, podemos acercarnos a la respuesta observando la evolución de los salarios y empleo de los titulados universitarios a través de instituciones. A continuación uso los datos laborales del mifuturo (disponibles también aquí). Dado que analizar todas las carreras parece una tarea algo titánica para una columna, me concentraré en observar los salarios y empleo de los titulados de Ingeniería Comercial en diferentes instituciones.
Miremos primero la evolución de los salarios de los titulados de Ingeniería Comercial. El gráfico presenta el salario (aproximado como el promedio de la institución) que obtiene cada titulado según su ranking. La pendiente es negativa, a mayor ranking menor es el salario. Por ejemplo, los egresados de la UC ganan sobre los 2 millones en ambos períodos del tiempo, en tanto, en tanto los titulados con peores resultados (del ranking 2000 en adelante) ganan poco más de 1 millón de pesos (nota: bajo perfecta diferenciación de la demanda, la curva representa la demanda).
Lo más relevante en el gráfico es que:
- Entre los egresados de las universidades top el nivel de ingresos se mantiene constante a través del tiempo.
- Los individuos con peor ranking mejoran su situación, pues la curva azul (el presente) presenta mayores salarios para un mismo ranking que la curva naranja (el pasado).
En otras palabras, la mayoría de los Ingenieros Comerciales con empleo ganan más que antes. En resumen, mientras la hipótesis Peña y Sapelli sugiere debiese haber una caída en los salarios, los datos muestran que los salarios suben.
De esta forma, vemos que no hay un problema de una caída de salarios de los Ingenieros Comerciales. ¿Qué puede explicar la crisis entonces? Bueno, vale la pena analizar cómo los niveles de empleabilidad varían a través de instituciones y del tiempo. Para ello, el siguiente gráfico muestra la evolución del porcentaje de titulados desempleados o inactivos.
El gráfico ahora ordena a los titulados según los que tienen menor porcentaje de individuos sin trabajar. La pendiente es positiva: a mayor ranking, mayor porcentaje no trabajando. Lo interesante es que los 2200 titulados de las mejores universidades no muestran un incremento en la desocupación o inactividad, ambas curvas están bastante alineadas. En otras palabras, la masificación no ha generado desempleo para los egresados de los mejores programas (siguen logrando distinción, en palabras de Peña). Sin embargo, a partir del titulado 2200 se comienza a ver una separación entre entre la línea azul y naranja. Esto sugiere que ahora hay más titulados y que estos nuevos titulados vienen de universidades con altos niveles de desocupación e inactividad (estatales, privadas sin lucro y privadas por lucro por igual). En otras palabras, el problema no es la masificación per-se, sino la forma en que se realizó la masificación: a través de universidades de baja calidad.
¿Qué podemos aprender de todo esto?
- Primero, podemos ver que no ha habido un problema de que la masificación ha llevado inexorablemente a diluir de la importancia de un título universitario.
- Más bien parece ser el caso que el problema es que la masificación se hizo a través de instituciones de baja calidad y empleabilidad.
- Ello nos abre la puerta a otra interrogante: ¿Cómo hacer para que la Economía (Demanda Laboral) absorba a todos los nuevos titulados de instituciones de baja calidad?
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