El avance de la integración de las tecnologías de información y comunicación (TIC) en las escuelas y las oportunidades educativas que ofrecen nos pone frente a una preocupación: ¿cómo viene el presupuesto del programa Enlaces para los desafíos comprometidos y las necesidades reconocidas por el gran avance de la sociedad del conocimiento? Esto no es menor en el Chile de hoy, donde a partir de las movilizaciones estudiantiles pareciera existir un acuerdo: la educación debe cambiar. El tema a resolver es cuál será la dirección de ese cambio.
Recordemos que la estrategia TIC en educación fue definida como uno de los ejes fundamentales de la agenda digital del Presidente Piñera. Las promesas fueron ambiciosas, partiendo por “computadores portátiles para todos los alumnos y hogares del país con conectividad a Internet y GPS”. Seguían, “pizarrones electrónicos en todas las aulas, digitalización de textos escolares, acceso digital a bibliotecas y museos, tareas y ejercicios accesibles vía Internet y aprendizaje del inglés online”. En realidad, varias de estas promesas ya estaban en marcha (acceso a tareas y ejercicios, acceso a museos y bibliotecas, digitalización de textos escolares), por lo que no precisar el alcance de la promesa, le dio poco valor.
Antes de entrar en materia, es importante definir el concepto de informática educativa (IE) y el territorio que abarca. Este territorio, si bien involucra al conjunto de actores de la educación, se centra en la escuela, espacio en el que ocurren principalmente (no exclusivamente) los procesos de enseñanza/aprendizaje. Dos importantes usos emergen: a) la IE proporciona herramientas para procesar todos los flujos de información que ocurren en las escuelas, de modo de producir conocimiento oportuno y fuente para tomar buenas y fundamentadas decisiones; y b) se la vincula con “una transformación mayor de los sistemas educativos, cual es la de evolucionar desde una educación que servía a una sociedad industrial a una que prepara para la sociedad del conocimiento”. Esta dimensión es la que genera las mayores tensiones entre quienes tienen la responsabilidad de diseñar las políticas públicas en educación.
A partir de lo anterior, podemos señalar lo imperativo y universal que resulta para todo país poder contar con una política que considere -en primer lugar- un propósito declarado, que refleje la visión y expectativas gubernamentales acerca del rol de las TIC en la educación, y le dé sentido y coherencia a las acciones que se emprenden. Los países identifican un sinnúmero de propósitos para justificar el uso de tecnologías digitales en las escuelas, entre los principales:
– Aumentar la motivación y participación de los estudiantes,
– Mejorar los aprendizajes de los alumnos.
– Mejorar la “viabilidad económica” de los estudiantes, mejorando algunas de sus competencias vinculadas con una futura mejor productividad en su desempeño laboral
– Cerrar la brecha digital mediante la alfabetización tecnológica de todos los estudiantes (y docentes)
– Desarrollar las “competencias esenciales del siglo 21” de los alumnos
– Mejorar la docencia, el liderazgo y la toma de decisiones.
Las políticas suelen ser multidimensionales y sus propósitos se consiguen actuando en paralelo en diferentes dominios:
– El frente de la tecnología o infraestructura. Se refiere a proveer equipamiento y conectividad para atender los propósitos de la política.
– El dominio de la formación docente (inicial y en ejercicio). Se refiere al desarrollo de competencias en los docentes acordes con las necesidades de la política.
– El ámbito de los recursos educativos digitales. Se refiere a todos aquellos elementos de contenido (software educativo, objetos de aprendizaje, simuladores, multimedia, etc.) que, en la medida que están alineados con el currículum, facilitan un uso educativo de la infraestructura.
– El dominio de la innovación en nuevos modelos pedagógicos basados en TIC. Se refiere a la investigación en torno a nuevas didácticas, nuevos métodos y modelos pedagógicos basados en el uso de las nuevas tecnologías.
– El ámbito del Currículum: se refiere a los cambios curriculares que permiten incorporar las habilidades digitales y de orden superior requeridas por una sociedad del conocimiento
Adicionalmente, la implementación de la política requiere de una institucionalidad adecuada, que tenga los recursos y atribuciones para conducir el proceso.
En nuestro país, como en otros de la región, se ha avanzado en generar el acceso, ya desde 1992, con una política sostenida, liderada por el Centro de Educación y Tecnología Enlaces. Chile ha sido un referente regional en la materia. Las fases de adopción, adaptación, apropiación e invención se fueron abordando a través de distintos procesos y búsqueda de logros, tanto en las modificaciones de prácticas y modelos de gestión, en los usos en el aprendizaje como en la apertura de centros de comunicación con la comunidad. En particular, la administración de la ex Presidenta Bachelet le dio un impulso inédito a Enlaces, con una inversión cercana a los US$200 millones y cuyos resultados fueron descritos por su ex Director al hacer un balance de su gestión.
Es importante señalar que en aquel entonces se hicieron también importantes esfuerzos para medir los resultados e impactos de la política de IE, mediante encuestas a apoderados, alumnos y docentes realizadas a través del portal Educarchile, y evaluaciones en profundidad a diferentes programas. Se realizó un estudio (Índice de Desarrollo Digital Escolar) con una cobertura inédita, en el que se encuestó a más del 98% de los establecimientos educacionales. Finalmente, se participó por primera vez en la prueba PISA-ERA que medía las habilidades de lectura en medios digitales de los alumnos.
Hoy, aquellos que hemos dedicado parte importante de nuestras vidas a la incorporación de las Tecnologías de la Información en el sistema educativo, observamos con preocupación cómo este esfuerzo se ha ido desperfilando. No podemos dejar de reconocer la importancia del recientemente anunciado SIMCE TIC, iniciativa que extiende los alcances de la medición de las competencias TIC de los alumnos realizada el 2009. Sin embargo, el análisis del presupuesto 2012 de Enlaces no es nada de alentador. La gráfica que pueden consultar al pie de esta columna, indica la evolución del presupuesto del programa Enlaces desde el 2005 al 2012, comparando los subtítulos presupuestarios 33 (recursos destinados a la adquisición de equipamiento computacional, conectividad, programas computacionales y mobiliario) y 24 (recursos para la contratación de asesorías a las escuelas, capacitación, soporte, estudios y evaluaciones, necesarios para el desarrollo de la actividad).
Podría comprenderse en parte la reducción del Subtítulo 33. Efectivamente, después de una inversión en infraestructura tan intensa como la realizada en el período 2008-2010, sería comprensible que los esfuerzos se volcaran hacia la capacitación, la promoción y acompañamiento para el uso y aprovechamiento de esta infraestructura en las escuelas, así como al soporte, desarrollo de herramientas de evaluación, etc. Sin embargo, cuesta comprender la reducción del subtítulo 24 a niveles similares a los del año 2005, en que la infraestructura no alcanzaba a ser un tercio de la actual.
Ningún gobierno tiene la obligación de continuar con las políticas de sus predecesores, no obstante que la continuidad de las políticas exitosas es considerada un signo de madurez de las democracias y señal de estabilidad de metas superiores. Sin embargo, lo que sí es exigible es que los cambios de política se justifiquen sobre la base de evaluaciones serias (información para estas evaluaciones existe en abundancia), y es recomendable que los nuevos esfuerzos tiendan a mejorar lo existente, muy por el contrario de lo que se observa en la representación de los datos mencionados. La educación requiere de un tratamiento de urgencia en mejoras. Las nuevas políticas que reemplazan a las anteriores deben explicitar este desafío. En el caso del programa de TIC y educación, más que una substitución y mejora, pareciera haber un abandono, una falta de preocupación por el tema. Es urgente revisar el esfuerzo de presupuesto y las políticas que pueden hacer de estos recursos, una importante palanca hacia una modificación de la escuela, moderna, tecnificada y un espacio propicio para que una comunidad que se esfuerza cotidianamente recupere sentidos en un quehacer que la impacta tan significativamente, como lo es la calidad de su educación para una sociedad que proyecta a sus nuevas generaciones a un espacio de inclusión cultural, desarrollo de su capital humano e influencia regional.
* Hugo Nervi fue jefe del Programa de Competencias Digitales del Programa Enlaces.
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Foto: Universidad de Tarapacá
Comentarios
08 de noviembre
Muy buena la columna, e interesante la pregunta de fondo ¿hacia dónde va la informática educativa en Chile? Sólo quisiera agregar que las decisiones de políticas educativas se potencian y validan en la medida que tengan y desarrollen respaldos científicos a sus proposiciones, lo que interpela al desarrollo de la investigación en este ámbito. Ello cobra mayor relevancia si, como dice el autor del artículo, Chile (a través de Enlaces) ya ha avanzado mucho en el «primer piso» de desarrollo digital» (infraestructura y equipamiento), y necesita ahora centrarse en los ámbitos más específicos de impacto en el aula. Las decisiones en esta dimensión (por qué, para qué, dónde y cómo usar las TIC) entran en un terreno más árido (técnico) y con menos certezas… gran desafío para el Mineduc (Enlaces) de tomar una posición al respecto
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08 de noviembre
Hugo:
Recojo el guante de esta invitación que nos haces a dialogar sobre Enlaces y su futuro. No es fácil hacerlo en medio de la gran/gigante discusión que se ha instalado en el país sobre el tipo de educación que queremos para Chile, no obstante creo que el debate sobre Informática Educativa tiene que formar parte de esa discusión mayor, de lo contrario corremos el riesgo de resolver el problema del acceso (via gratuidad o algún modelo mixto), y seguir enseñando los mismo y de la misma forma, con lo cual la calidad seguirá siendo un tema pendiente..
Comparto tu preocupación respecto de las señales de la proyección de Enlaces, son confusas. Me alegré enormemente del lanzamiento del SIMCE TIC, aún sin saber exactamente lo que se está midiendoq, pero tengo la impresión due hay un estancamiento de las conversaciones sobre los grandes ejes de un proyecto de esta naturaleza, a saber: innovación en modelos pedagógicos, institucionalización del proyecto (p.e., currículum digital, acreditación) y formación digital docente (inicial y continua).
Hoy tenemos un caudal de información proveniente de diferentes estudios tales como el Indice de Desarrollo Digital Escolar, y la misma prueba PISA – ERA, cuyos resultados están disponibles desde hace ya un buen tiempo (me los encontré por sorpresa al leer unos estudios realizados por España), y que son una mina de conocimiento que podríamos utilizar para el diseño de una política Enlaces 2.0
Espero muy sinceramente que este debate se pueda articular.
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23 de noviembre
Estimado,
es muy interesante la columna por cuanto permite conversar de un tema importante como son las tic y su influencia en el sistema educacional.
Sin embargo al asumir que porque no se conoce una política ésta no existe o no hay interés, no es correcto. Aún más al mezclar recursos presupuestarios e importancia.El trabajo de Enlaces a lo largo del tiempo ha sido sólido, en ocasiones silencioso y ha buscado abarcar los múltiples frentes que implica un cambio cultural efectivo en un sistema como el educacional. El esfuerzo fiscal que mencionas, llamado Plan TEC, buscaba fundamentalmente potenciar la infraestructura y algunos procesos necesarios en las escuelas, pero era un «primer piso». Estamos terminando de implementar ese proyecto este 2011.
Pero si bien hay una buena evaluación de lo hecho, es necesario más. Había una duda razonable de qué era lo que ocurría en los colegios con toda esa infraestructura, en si los colegios en algún punto se lograban hacer cargo de ésta y en los resultados en los niños, que es lo fundamental.
Por eso el enfoque que se ha puesto este 2011 y que continúa el 2012, tiene que ver con una prioridad en el uso. No sacamos nada con gastar todo el 33 en equipos si eso no se nota en la sala. Y para ello, es clave que los proyectos que empujemos le hagan sentido a los profesores. Son ellos quienes tienen que asumir el costo de cambiar y hacer las cosas diferentes, porque algún genio lo planeó. Por ello es clave tener planes más precisos, que apunten a lo que necesitan. El problema de un profesor de técnico profesional urbano, con 40 alumnos es muy diferente del que tiene un profesor de escuela rural o de una sala de kinder. Quizás usa el mismo laptop, pero el plan encima es diferente, y los requerimientos de tecnología también.
Tenemos que desarrollar las habilidades del siglo XXI para los niños que saldrán del colegio el 2022. Lo sabemos, lo tenemos claro. Sin embargo, hay que recordar también que hay un número importante de niños que en sexto básico apenas entiende lo que lee. Esos niños tienen hipotecado su futuro tanto el s.XXI como el s.XX. Y aún más, a los profesores de esas aulas, que los miden con el simce, las «habilidades del siglo xxi» son un objetivo que hoy no tienen. Están todavía en el simce de matemáticas o de lenguaje.
Es por eso que los objetivos de Enlaces durante el 2012 van en los siguientes ejes:
1. potenciar los aprendizajes tradicionales («el siglo XX»): hay un gran número de establecimientos que necesitan apoyo y donde hay varios programas que apuntan a apoyar con tecnología. Es por una parte una forma de proponer un proyecto que les interese a los profesores, que les haga sentido a sus necesidades y ayuda a que estén dispuestos a «subir la curva» del cambio de prácticas.
2. Potenciar las competencias del s. xxi: es necesario abrir una línea donde los niños puedan mejorar sus competencias del siglo xxi, por varios caminos complementarios. Dependiendo del interés de los establecimientos, hay varias alternativas.
Uno de los cambios que estamos haciendo es abrir líneas de trabajo directas hacia los niños.
Esperamos que nos permita trabajar algunos temas en forma más eficaz, sin algunos de los inconvenientes que tiene hacerlo a través de los profesores o dentro de ciertas horas de curriculum.
Para estos proyectos es importante diseñar proyectos que hagan sentido, y en esa línea el IDDE
es una herramienta muy valiosa. Por eso se repetirá el censo el próximo año, para tener información actualizada del sistema.
Un comentario final, es necesario recordar que la ley SEP permite utilizar fondos para equipamiento y recursos. Lo hemos encontrado en muchos colegios. Eso es, a mi entender, un logro de Enlaces en el sentido que hoy los colegios se apropian de la tecnología, le encuentran valor y están dispuestas a gastar sus fondos en ello. Es una señal de madurez del sistema, aunque falta. Por ello, elementos como la componente tic en los estándares para profesores y para la prueba Inicia, así como en los estándares de la agencia de calidad, apuntan a que las TIC pasen paulatinamente a ser aspectos «normales» del sistema. El simce tic hará visible la necesidad de que los colegios empiecen a trabajar elementos clave a los niños.
Se puede mejorar, claramente, y esta misma columna nos hace ver que falta comunicar mejor varios temas, sobretodo a sectores académicos. Pero nuestra prioridad ha estado y seguirá estando en los colegios, los profesores y los niños.
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23 de noviembre
Faltó decir en el comentario anterior que soy el actual director de Enlaces.
27 de noviembre
Los antecedentes expuestos reflejan al menos dos cosas:
1) La evidencia del presupuesto refleja la verdadera intención del gobierno respecto de la importancia que le atribuye a las TIC en relación al aporte de una educación de calidad.
2) Falta de visión y alineamiento, respecto de las políticas y recomendaciones de instituciones con experiencia nacional e internacional, tales como UNESCO y OECD , entre otras, que ven a las TIC como vehículos de desarrollo y equidad.
Resumen.
Les queda poco tiempo para seguir cometiendo tantos errores.
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