No creo en la inocencia de Labbé

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Que un ex agente de la DINA realice clases en tu universidad sobrepasa, al menos, el límite ético. Su culpabilidad o inocencia dejémosla a la Justicia.

Ex coronel del ejército, reconocido escolta de Augusto Pinochet, agente de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) en los 80 y ex alcalde de Providencia, Cristián Labbé, fue detenido el pasado 20 de octubre por asociación ilícita en el caso de 13 personas torturadas y asesinadas en el centro de detención Tejas Verdes, ubicado en San Antonio. El más duro de los duros y que nunca, absolutamente nunca, se le pudo comprobar participación de cualquier tipo en apremios ilegítimos y violación de Derechos Humanos, caía.

Luego de dos días detenido, salía libre tras el pago de una fianza de solo $500.000.

Observé con atención la columna escrita por Benjamín Rabanales y la cierta presunción de inocencia de Labbé, quien relata los hechos ocurridos el año 2013 en el día del alumno donde se presentó Chinoy y se desplegaron lienzos en blanco, donde estudiantes rayaron lo que ellos quisieran porque era su día, sin instrumentalización ni fines siniestros ocultos.

En ese entonces (2013) me desempeñaba como encargado de comunicaciones de la Federación, por lo que tuvimos que hacer frente a las críticas emanadas. Sobre la cruz invertida, pocos reclamaron.

Sin embargo, sí hubo molestia ante los rayados contra el ex alcalde. La más notoria fue la del decano de Derecho, el ex abogado de Pinochet, Miguel Schweitzer. Él efectivamente citó a una reunión a sus estudiantes y centro de alumnos para observar la “faceta académica” de su amigo y profesor Labbé, tal como argumenta Juan Pablo Sanhueza en su columna.

Nunca hubo violencia ni hubo emplazamientos más allá de un par de carteles pegados por estudiantes de la universidad.

Benjamín cuestiona la identidad propia de la Universidad Finis Terrae, a lo que respondo que la contratación de un orgulloso ex agente de la DINA, órgano con la exclusiva función de perseguir, detener y recabar información (mediante torturas) en nuestra universidad, atenta contra esa identidad.

Defiendo a aquellos estudiantes que manifestaron su molestia con tenerlo en su propia universidad. Escribir lo que piensas ¿desde cuándo es ilegal? Entiendo que le haya molestado a algunos y a usted, pero ¿no fue así como se abrieron distintos caminos de diálogo? ¿Acaso este tema no fue y es nuevamente debate al interior de nuestra institución?

La Finis Terrae adscribe a tres valores fundamentales. Uno de ellos es la tolerancia. ¿El señor Labbé alguna vez mostró tolerancia con quienes opinaban distinto a él en su comuna? ¿No fue él quien negó el retiro de basura a sus vecinos cuando Pinochet estaba detenido? ¿Acaso no fue él quien amenazo a estudiantes de sus liceos con revocación de matrícula el año 2011-2012?

Labbé encarna justamente todos los valores contrarios a nuestra universidad.

Que un ex agente de la DINA realice clases en tu universidad sobrepasa, al menos, el límite ético. Su culpabilidad o inocencia dejémosla a la Justicia. Pero que una universidad, que adscribe a fuertes valores cristianos, acoja a un ex instructor de la DINA y le permita hacer clases a sus estudiantes es algo, por lo menos, vergonzoso e incorrecto.

Por eso no creo en su inocencia, no en la judicial, sino que la del profesional y la del militar, esa que dicen que no separan pero sí lo hacen. Esa que atenta contra la identidad de nuestra universidad, la que el señor Rabanales defiende contradictoriamente.

No creo en la inocencia de mi universidad y sus autoridades al tratar de “separar las facetas” del ex alcalde, congelar su «status académico» y no desligarlo tajantemente de la institución.

No creo en la inocencia de Labbé.