Desde mi punto de vista el problema no está si se lucra o no con la educación. El verdadero problema es causado por tener un modelo neoliberal al que no le gusta que lo regulen, un sistema que cree que el libre mercado lo puede controlar todo eficientemente y no son necesarios los fiscalizadores externos.
Pero la realidad de los abusos a todo nivel, tanto de la banca, del retail, las AFP, las isapres, colegios y universidades privadas, etc., demuestra que no es así. Más aun, ha creado una gran desigualdad y permitido que el poder y el dinero se concentre solo en unos pocos, y el resto de la ciudadanía o se ve impotente, al carecer de un sistema que le permita denunciar las injusticias y otros, que no son pocos, no tienen idea como abusan con ella.
Estos hechos solo muestran lo próximos que estamos de los animales salvajes, que viven en base a la ley del más fuerte. En nuestro caso los empresarios son los más fuertes, teniendo además gran influencia sobre la clase política, para que salgan leyes que los favorecen ampliamente y si se llega a legislar alguna tema que los pueda perjudicar, la ley no sale o si lo hace pasa a ser un simple saludo a la bandera por su poco poder.
Las pocas entidades que se crean para fiscalizar o son perros sin dientes, como el Sernac, o son entidades, como las distintas superintendencias, integradas por gente estrechamente ligada a los mismos que tienen que fiscalizar.
Como solucionar esto, teniendo muy claro que por ahora, el ser humano no puede vivir bajo un sistema de total libertad y desregulado, ya que invariablemente, si hay dinero y/o poder de por medio, nos lleva a vivir bajo el imperio de la ley del más fuerte.
Necesitamos entidades fiscalizadoras fuertes, con funcionarios honrados y bien pagados para que no acepten coimas. Contratos claros y sin letra chica, que la información sea entregada completa y oportunamente, etc.
Debemos modificar las leyes para que al Sernac le salgan dientes y si se crean otros Sernac, como el de la salud o de la educación, que estos también sean perros, pero con dientes, para que de esta manera pueda ser protegida la parte débil de la sociedad, que la forman todos aquellos que no somos empresarios ni políticos. Es decir, libertad e igualdad no van de la mano.
Comentarios
14 de noviembre
El problema del lucro es técnico: Cuando la oferta es inelástica en el mediano plazo, al subvencionar la demanda con creditos, la reacción natural dle mercado es a la lelevación de los precios en una proporción cercana a l subsidio. Esto genera utilidades extraordinarias «no eficientes» desde el punto de vista social. Por ello los militares amarraron la educación superior a la inexistencia del lucro.
En la educación media y básica, el problema adicional es otro: si suponemos que el costo de educar a un escolar razonablemente es de alrededor de $150.000 mensuales y el estado subsidia a la educación gratuira con $40.000, cualquier lucro va a surgir del aporte fiscal y va a ir en desmedro de la calidad del producto entregado. No hay espacio para el lucro mientras el gasto total no alcance un nivel razonable.
0
14 de noviembre
Contrario a lo que el autor del artículo plantea, el sistema no es de libre mercado (sin regulaciones) sino mercantilista, con regulaciones que más bien son barreras de entrada y privilegios para algunos.
Tomemos la educación y la salud o el sistema de pensiones. En cualquiera de éstas áreas, el poder político -los legisladores- a través de la ley, les garantizan a corporaciones determinadas, ciertos privilegios y una clientela permanente.
Por ley se obliga a la escolarización, por ley se obliga a cotizar en Isapres y en AFP. No se permite por ejemplo, cotizar en otras entidades como aseguradoras, mutuales o bancos.
Por ejemplo, si por ley se obligará a la gente a comprar pan sólo en ciertas panaderías, certificadas por el Estado, con el tiempo tendríamos un gran y privilegiado oligopolio del pan con precios altos, al que los clientes estarían “obligados” a comprar.
Esta lógica es apreciable en diversos ámbitos. Y como verá el autor, no tiene nada que ver con la naturaleza ni la ley del más fuerte.
Si quienes hacen la ley tienen nexos con quienes controlan ciertos mercados (que además les financian sus campañas) y además, tienen la facultad de crear instituciones fiscalizadoras, como es lógica, dichas entidades no tendrán ninguna facultad real.
Como vemos el problema no es la libertad, como se podría pensar.
¿La solución? Hay que responder una duda ¿Quién vigila a los perros con dientes?
Porque, libertad e igualdad van de la mano.
Saludos
0
15 de noviembre
Ojo, con la nueva normativa que se quiere establecer con el «sello Sernac», se llegará precisamente a temas como lo de las panaderías oligopolicas.
No existe mejor negocio que el que es amparado por una ley que te apuntala.
15 de noviembre
Todas las aspiraciones de igualdad son panfletarias, en cierto modo. Queremos la igualdad cuando nos vemos en desmedro; Pero, apenas pasamos la media, justificamos la desigualdad como producto de nuestro esfuerzo, habilidad o suerte, dejando de considerar eso como “robo”, ”injusticia”, u otro epíteto. Usamos la igualdad para nivelarnos, y la libertad para sobrepasar.
El lucro ¿que es?..es la utilidad sobre la venta de bienes /servicios, que el mercado permite (ya que tiene un límite que el mercado maneja) y de la cual SON MUCHOS QUIENES SE BENEFICIAN. Entre ellos, el estado: a mayor lucro, mas impuestos. Por lo cual, entendiendo que existe ese beneficio, la duda es a quien perjudica: a los consumidores. Pero, sin duda, los impuestos como el IVA son mayores al lucro (utilidad), en promedio, asociado a los productos. Por lo tanto, lo que pasa es que vemos el vaso medio vacío, al ver como nos cobran impuestos, como el prestador del servicio/bien lucra, etc, pero no vemos los beneficios que recibimos de esto ¿saben que el Estado destina una media no despreciable de recursos en gasto social?..pero tiende a invisibilizarse.
Por lo tanto, al eliminar el lucro de muchas actividades sociales (para dar el gusto a la ciudadanía ), lo que se hace indirectamente es bajar la recaudación. Y, cuando pasa eso, se van a mirar a los que si pueden lucrar para aumentarles los impuestos.
En ese sentido, ¿por que los adalides de la igualdad no pregonan el uniformar también cuanto debemos consumir en alimentos, transporte, etc?…simple: porque nos encanta la libertad para nosotros, pero ojalá todo el resto este controlado.
+1
12 de noviembre
Es lo que pasa en Europa. Hablan de que allá todo funciona como la seda, pero tienen que recurrir a la inmigración para hacer el trabajo sucio que ellos no hacen por ser «profesionales». Un poco de eso pasa con los peruanos acá en Chile.