Nuestro país está viviendo un momento crucial e histórico en temas educativos, donde los cambios deben generarse para crear un sistema fuerte basado en las buenas prácticas y centrado en sus verdaderos protagonistas: estudiantes y profesores.
Admiramos modelos extranjeros exitosos y tratamos de obtener sus mismos resultados copiando algunas ideas que, de acuerdo a la realidad chilena, no se pueden aplicar y olvidamos aspectos esenciales que nos sirven de ejemplo y los pasamos por alto. Con esto último me refiero a la oferta y demanda de docentes. Me detengo en este punto porque creo que es un tema que no muchos parecen ver y preocuparse.La tarea que nos queda es poner en el centro de la reforma el interés y las necesidades de los niños chilenos, así como las condiciones de formación académica y laboral de los maestros.
Estudio en una universidad perteneciente al consejo de rectores y año tras año veo que ingresan cada vez más alumnos a la carrera de pedagogía y entonces mi duda es ¿El sistema tiene la capacidad de otorgarle un puesto de trabajo a todos esos futuros colegas? Mi preocupación aumenta a medida que me acerco a la vida laboral. Entonces es bueno reflexionar sobre este tema. Las universidades que imparten la carrera de pedagogía no hacen mediciones de mercado por lo tanto el ingreso de estudiantes y posterior egreso de profesionales de la educación nada tienen que ver con las verdaderas necesidades de docentes en los establecimientos. Cabe mencionar que esto no sólo ocurre en mi universidad y con mi carrera, pero ya que estamos en medio de una reforma educativa entonces ocupémonos de todas sus aristas.
Como miramos a nuestro alrededor buscando modelos exitosos en el mundo tratando de adaptarlos a nuestra sociedad, entonces detengámonos e imitemos el modelo de Finlandia en el área que ya antes mencioné. En este país la carrera docente es la más prestigiosa y posee una gran valoración social, los educadores tienen autonomía y un aspecto destacable es la importancia que le entrega al número de alumnos que pretende convertirse en educadores el cual no debe superar la demanda. Con esto nos damos cuenta de que se preocupan de no generar cesantía y a la vez la preparación de esta cantidad reducida de docentes permite una formación integral, personalizada y de alto nivel.
La tarea que nos queda es poner en el centro de la reforma el interés y las necesidades de los niños chilenos, así como las condiciones de formación académica y laboral de los maestros. No basta con que economistas, sociólogos, ingenieros y abogados se encarguen de elaborar políticas públicas paliativas en un sistema que se cae a pedazos, no son suficientes las comparaciones con otros países si nuestras autoridades son incapaces de obtener de ellas las mejores ideas.
Los campos ocupacionales saturados no son una buena señal cuando se está buscando solucionar problemas. Es hora de preocuparse, pero también de ocuparse. Ya no nos son útiles las medidas que jugaban al ensayo y error.
Comentarios
12 de mayo
Su enfoque es el correcto. El sistema, que segun usted se cae a pedazos, consiste en ser consecuentes con sus mismas conclusiones: El valor de un servicio como la educación lo determina la oferta y la demanda. En un pais donde la oferta es mas exigente, mas selecta, se hace mas escaza, entonces la carrera docente «es la más prestigiosa y posee una gran valoración social, etc..».
Si «Admiramos modelos extranjeros exitosos y tratamos de obtener sus mismos resultados copiando algunas ideas que, de acuerdo a la realidad chilena, no se pueden aplicar» entonces no aplica seguir a Finlandia como indica despues.
Nos lleva a concluir que las condiciones laborales y formación académica de los maestros se definen segun interés y las necesidades de los niños, esa es la secuencia, no es al reves ni se implementan en forma independiente una de la otra.
Usted es la unica profesora que conosco con el enfoque bien encaminado para hacer un buen servicio educativo en Chile, como lo es en Finlandia.
Saludos
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12 de mayo
A lo que me refiero en la columna es que si vamos a ver y tratar de copiar sistemas exitosos extranjeros es preciso imitar lo bueno y adaptarlo a nuestra realidad. La reforma está dejando de lado aspectos fundamentales.
Gracias por su comentario.
12 de mayo
Comienzo mi comentario citando a la columnista:
«En este país (Finlandia) la carrera docente es la más prestigiosa y posee una gran valoración social, los educadores tienen autonomía y un aspecto destacable es la importancia que le entrega al número de alumnos que pretende convertirse en educadores el cual no debe superar la demanda. Con esto nos damos cuenta de que se preocupan de no generar cesantía y a la vez la preparación de esta cantidad reducida de docentes permite una formación integral, personalizada y de alto nivel.»
Considerando que quien escribe se identifica como estudiantes de una universidad del consejo de rectores, recojo lo citado y concuerdo en la visión que se tiene en ese país con respecto a la labor del docente.
Sin embargo, hay una arista que me llama la atención: Cuando la columnista habla de la importancia que se le da al número de alumnos que pretende convertirse en educadores, lo que pasa en Finlandia es que se deben hacer varias pruebas y entrevista personal para entrar a la carrera, es decir, no todos pueden pasar el «filtro» para elegir a los mejor preparados. Y ahí me queda la duda.
Si el tema del derecho a la educación en Chile se plantea fuertemente desde la «no selección» y se pregona el derecho de todos y todas a asistir a la universidad gratuita, cómo es que podrían las casas de estudio hacer lo mismo que en Finlandia, es decir, seleccionar con pinzas a los futuros profesores?
Saludos.
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12 de mayo
Chile busca una educación igualitaria y de calidad, pero la carrera de pedagogía debe ocupar un lugar especial ya que se trata de la profesión que forma a toda la sociedad. Por lo tanto se busca que las personas que verdaderamente tengan talento y vocación se dediquen a la docencia. Hoy los puntajes de corte para acceder a la carrera son muy bajos lo que genera un campo de posibles estudiantes mucho mayor y un alto índice de personas que mantenían como segunda opción la profesión ingresan a ella. Precisamente Elige Educar se encarga de este tema buscando una transformación en la educación captando y acompañando a los jóvenes que optan por educar.
Los filtros deben existir en la medida que se pretende revalorizar la carrera docente y se traduce posteriormente en una mejora en el ámbito laboral: no formar más profesores de los que Chile necesita.
Quizá si el número de alumnos fuera reducido en las aulas, los profesores que se encuentran cesantes hoy podrían ingresar al sistema y con ello mejorar el modelo que nos rige actualmente porque todos sabemos los beneficios que esto trae.Todas las medidas que ayuden a aumentar la valoración y prestigio docente en la sociedad, la atracción de talentos y potencial pedagógico, mejoras en el ejercicio de la profesión y una verdadera reforma educacional será bienvenidas.
Es un agrado que este tipo de problemáticas generen un debate rico en ideas.
Saludos.
14 de mayo
Creo que ante la problemática de la sobrepoblación de futuros pedagogos, hay un actor principal que generalmente, se mantiene al margen de las discusiones que vayan en directa crítica con su quehacer:
El Consejo de Rectores. (No hablo de las universidades privadas porque como todo lo privado en el país, lo que hagan, no tiene control real)
Hace tiempo que las universidades públicas tienen una visión mercantil de la educación, más en el ámbito que nos convoca. La prueba INICIA fue un desastre y recuerdo que se quiso mantener en el anonimato los resultados, como si el tema tan recurrido de la «transparencia» a ellos no debiera tocarlos.
No garantizar educación de calidad, no garantizar resultados, no presentarle a la sociedad un grupo de profesionales de tomo y lomo se ha vuelto normal para las casas de estudio. A la hora de captar estudiantes despliegan publicidad rimbombante, pero cuando se pide reflexionar en torno a la proliferación de facultades de pedagogía, a la calidad de la formación que entregan y más aún, pensando en su rol protagonista en el desarrollo de la nación, se mantienen a la defensiva o lo que es peor, en un vergonzoso silencio.
Y para peor, el estado, que transfiere a las universidades millones de pesos para que formen profesores, una vez que los nuevos profesionales salgan al mundo laboral, se encargará de evaluarlos de por vida, porque duda totalmente de la calidad profesional de éstos.
Saludos
+1
14 de mayo
Exacto!!! y una de las motivaciones para escribir esta columna es la realidad que se ve en mi universidad, con un arancel muy alto y que pretende ser «la mejor escuela de pedagogía del país», este objetivo lo lograría con el capital humano que tiene ya que la calidad de los académicos no la pongo en duda, pero las condiciones en que debemos estudiar son muy precarias por ejemplo pésima conexión a internet, falta de oficinas para los profesores, salas de estudio insuficientes y aulas pequeñas para la cantidad de alumnos que alberga y que cada año crece más ya que el número de matrícula aumenta en cada generación. Si esto se mantiene así, en un par de años existirán muchos profesores cesantes.
La educación necesita de profesores con talento y vocación, y esos profesores necesitan condiciones laborales dignas.