Estamos viviendo otros tiempos y otros instantes, donde la patria nos exige nuevos desafíos, nuevas reformas, nuevos acuerdos de mirar, no solamente oir.. El eterno mirar que tenía la gente se tuvo que trasladar a las calles donde los políticos han visto como las personas han logrado volcar sus necesidades.
No hay que hacerse leso con el hecho de que la educación en Chile está sufriendo grandes cambios, que los estudiantes y profesores han sido los actores y no los académicos ni el MINEDUC los que han dicho como se debe hacer. Se aplaude tan noble hecho que va a pasar a la historia, como todas las grandes transformaciones que ha tenido este país, donde es el pueblo quien reclama sus derechos.
La educación no es un bien de consumo, como se ha dicho en múltiples oportunidades, aquí lo que está en juego es un modelo que no da abasto a las peticiones de las personas.
Se está estructurando para este 2014 un conjunto de hechos, en las universidades no ganán los partidos comunes como la DC, el PR o el PS. Hoy día ganan los movimientos que quieren corregir los modelos donde necesitan más espacios para que representen sus ideas. Esto no es una falsedad, es cosa de ver las protestas masivas del 2013 donde las personas y sus letreros decían qué hacer con la Educación.
La educación antes del 70 era gratuita, nuestros padres y abuelos estudiaron a costas del Estado ¿porque nuestras generaciones no? ¿Es que hemos cometido algun delito que no podamos hacerlo? es ahora cuando debemos pedir un derecho que ,por esencia, nos permite la Constitución de la República de Chile que, en su Artículo N° 10, dice que la educación tiene por objeto el pleno desarrollo de la persona en las distintas etapas de su vida. Los padres tienen el derecho preferente y el deber de educar a sus hijos. Corresponderá al Estado otorgar especial protección al ejercicio de este Derecho. Bajo esta premisa se debe procurar que el pleno ejercicio de la democracia esté de acuerdo con los precetos internacionales de la OCDE de avanzar hacia una Educación moderna, más integrada y con más respeto a las personas que tienen más inteligencia. La Educación no se mide por dinero.
Los preceptos de la Educación, como sentido de sociabilidad, es inmenso, le da a la patria un sentido de como educar a nuestros educandos. Así se manifiesta en las calles donde las personas van cada día entendiendo más que hay que salir a decir lo que necesitan escuchar las autoridades y hacerlo con fuerza y sin miedos.
Estamos viviendo otros tiempos y otros instantes, donde la patria nos exige nuevos desafíos, nuevas reformas, nuevos acuerdos de mirar, no solamente oir.. El eterno mirar que tenía la gente se tuvo que trasladar a las calles donde los políticos han visto como las personas han logrado volcar sus necesidades.
Se ha visto que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), en su informe económico, rechaza una eventual educación superior gratuita. Esto nos lleva a plantearnos a que existen dos Chile, uno que puede pagar cualquier carrera y otro que anda detrás de las Becas y Créditos.
Hay que pensar en regresar en una estrucutura de Educación donde nuestros alumnas y alumnos tengan mayores ramos clases y que no este dado por la abstracción, que no es el mundo donde estamos viviendo. Este mundo exige imaginación, práctica deportiva y respeto por el medio ambiente.
Ningún cambio en este país ha resultado sin protestas y gente en la calle, así lo han demostrado Aysén, Punta Arenas y Freirina por decir algunos casos. Esos casos no eran derechos, sin embargo, la gente se junta para protestar por sus derechos que son pasados a llevar. Lo mismo pasa en educación, no es más una forma de expresión para decir que el lucro no debe existir y que los buenos alumnos deben pasar por la universidad con mayores derechos que los que tienen hoy en día.
Comentarios
12 de enero
Hay muchos cambios que se producen sin protestas señor. Pero sí hay algunos cambios (buenos o malos) que se originan por protestas callejeras. En otos tiempos hubo protestas porque en Chile se educaba en la universidad gratuitamente a la cantidad de alumnos que el estado podía pagar, o sea solo una pequeña elite económico-intelectual tenía acceso a educarse y esto provocaba grandes protestas. Estas protestas originaron un cambio: dar la posibilidad de que las familias que estén dispuestos a financiar, aunque sea endeudándose, la educación de sus hijos, lo puedan hacer. Era la única forma, y funcionó: millones de familias que de otra forma no podría educar a sus hijos lo pudieron hacer.
Eso fue un avance y no un retroceso para lo que usted y todos anhelamos señor. Ahora la cuestión es si estamos conscientes del costo para el país, en empleo, crecimiento y bienestar de la población si financiamos un proyecto así en esta etapa de nuestro desarrollo.
Saludos
0