Este 2012 se busca desde el fracaso de una política nacional de gratuidad, instalada en el parlamento y bajo la esperanza de una modificación que más que “estructural”, responde a una modificación “desde arriba”, re-orientar el escenario de disputa a “lo local” para transformar “lo global”. Partiendo de la comprensión de que la “ley” instalada, regula y formula relaciones sociales, por ende, si se modifican esas relaciones sociales, en los hechos, se “modifica” la ley
Las luchas estudiantiles desde los noventa nos presentan una serie de “ciclos de desarrollo” y “lógicas de conflictuar”. El primer ciclo de desarrollo lo podemos instalar desde 1990 hasta 1997, en donde se “madura un análisis” con respecto al modelo educativo nacional y su “nueva” forma neoliberal. Es por esto, que cuando se busca dar un impulso al modelo instalado por medio de la “LeyMarco”(1997), referida al sistema de educación superior, los estudiantes universitarios oponen una férrea resistencia. Con este primer ciclo no solo se hace patente la respuesta de un sector social a las modificaciones de profundización neoliberal sino también se instala una forma de conflictuar, es decir, de disputar políticamente la alternativa a “lo impuesto”. Estas lógicas u/o formas de conflicto se caracterizan por poner el énfasis en la demanda como negación, el peticionismo al Estado y la siguiente “legalización del conflicto”.
Es así que se cierra-abre un nuevo ciclo de desarrollo del movimiento estudiantil, incorporando en su génesis estás formas de disputar políticamente.
El siguiente ciclo de desarrollo tiene su punto de inflexión durante el 2005 y el 2006. El 2005 responde a la lucha en contra de la creación del crédito con aval del Estado y la Ley de acreditación de universidades. Esta particular disputa vuelve a reeditar la lógica de la demanda como negación, el peticionismo al Estado y la legalización del conflicto, por medio de la “esperanza” de que el en ese entonces, Presidente Ricardo Lagos, “vetara” la iniciativa” legislativa. Evento que no ocurrió. Con eso marcó el agotamiento de una serie de postulados estudiantiles y la instalación de un modelo educativo sólido en términos neoliberales. No obstante al año siguiente entra al “ruedo” un nuevo actor educativo, el estudiante secundario. Estos jóvenes radicalizan la lógica instalada por el movimiento universitario buscando no solo decir, No a una reforma; también dicen No al marco jurídico principal que rige lo educativo, la LOCE. Esta profundización de la lógica de conflicto, a pesar del apoyo social que concita, trae consigo la “caricatura de una victoria”, por medio de la modificación jurídica de una Ley que persigue los mismos intereses ya instalados en la LOCE.
Tras la seguidilla de derrotas estudiantiles, se vuelve a la ofensiva el 2011 con un nuevo ciclo, pero esta vez con la particularidad de que se “quiebra” con una lógica instalada desde el 97, que es la demanda como negación. Se pasa entonces a laconsagración de un “eslogan” pro-positivo, que busca marcar la senda del escenario educativo en términos financieros y políticos. No obstante se vuelve a repetir el mismo escenario de disputa política que se desarrolla por medio de el peticionismo al Estado y la legalización del conflicto, que trae consigo el “vaciamiento” de la estrategia política y la implementación de reformas que no modifiquen la educación neoliberal.
En consecuencia podemos establecer tendencias cíclicas de conflictividad estudiantil (1990-1997-2005-2006-2011), marcadas por la relevancia nacional y el reordenamiento del marco jurídico educativo en pos del reforzamiento de la estructura educativa neoliberal. A su vez podemos reconocer las lógicas en que el conflicto se ha desarrollo, siendo estas lógicas un punto “en cuestión” para el futuro de la lucha estudiantil. Por ende, si bien la demanda como negación ha sido modificada, es preciso poner atención al peticionismo Estatal y a la legalización del conflicto. Para esto es preciso no solo especular o elaborar mejores apuestas dentro de un criterio político abstracto, sino referenciar las apuestas de los propios estudiantes en torno a su desarrollo. Es así que la Universidad de Concepción plantea una alternativa en cuanto a las lógicas del conflicto.
La Universidad de Concepción comienza, lentamente, a inaugurar una alternativa de lucha estudiantil y educativa que tiene su data desde el 2009 con el congelamiento de aranceles logrado ese año. Este 2012 se busca desde el fracaso de una política nacional de gratuidad, instalada en el parlamento y bajo la esperanza de una modificación que más que “estructural” responde a una modificación “desde arriba”, re-orientar el escenario de disputa a “lo local” para transformar “lo global”. Partiendo de la comprensión de que la “ley” instalada, regula y formula relaciones sociales, por ende, si se modifican esas relaciones sociales, en los hechos, se “modifica” la ley.
En consecuencia se busca la eliminación de la matrícula, cuyo fin es poner la primera barrera económica al estudiante, ya que su cobro no esta sujeto a ningún tipo de “beca”. Impedir el auto-financiamiento congelando lo aranceles y/o bajándolos. Y, lo más significativo de todo, es la unidad para lograr estos fines entre estudiantes y trabajadores de la misma casa de estudios, que para este conflicto han cohesionado sus demandas y su movilización. Su objetivo es el énfasis en el control democrático del producto educativo en manos de los trabajadores y estudiantes, en contra de la corporación de la Universidad y las empresas de la región. Pero no solo se presenta una unidad interna, sino también lentamente se comienza a re-situar el conocimiento producido por la Universidad al servicio de los sectores populares por medio de la unidad con los sindicatos portuarios y de la salud. Es así que la Universidad de Concepción, en sus formas de conflictuar, comienza a desarrollar una forma que instala un nuevo horizonte estratégico,que no es Keynesiano ni Neoliberal, sino un profundo golpe a launidad universidad-empresa.
Comentarios
17 de octubre
PROPUESTA PARA LA SEGUNDA REFORMA UNIVERSITARIA DEMOCRÁTICA
https://www.facebook.com/notes/consejos-estudiantiles/propuesta-para-la-segunda-reforma-universitaria-democr%C3%A1tica/115874855235588
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14 de noviembre
En ningún momento del conflicto hubo una unidad entre estudiantes y trabajadores, debido que la FEC de este año se rehusó a generar un trabajo real con los sindicatos, apelando que sus dirigencias no representaban a los trabajadores de «base» (palabra tan manoseada este último momento), siendo que su dirigente fue reelegido por mas de 400 votos frente a no mas de 20 votos de su competidor. No cuente cosas que no son compadrito. Además a nivel de «bases» estudiantiles, si bien se comparten los fines de las peticiones, la manera de llevar el conflicto para nada es compartida, lo que terminó de aburrir y reventar los espacios de discusión estudiantil al interior de la UdeC ya que cualquier otra opinión distinta a las posiciones de la FEC no eran consideradas.
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14 de noviembre
Sin duda la FEC no debe «representar» a muchos, pero la cuestión de este escrito es ver fisuras y posibilidades en las lógicas del conflictuar de los estudiantes, más allá de los metodos, cuestión que en LA UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN se demuestra eso nuevo. Y bueno si la actual FEC no te representa, ni sus practicas, me alegro, porque por tus comentarios uno ya intuye cual es tu opción política.