La propuesta “Cabildos de Apoderados” situada en el contexto de avanzada de la gobernanza territorial/educativa es una instancia positiva en la medida en que permite el empoderamiento positivo y el desarrollo humano y social de las comunidades educativas
Hasta el día 31 de diciembre, los padres y apoderados de todas las regiones del país podrán participar en los “Cabildos de Apoderados” impulsados por el Ministerio de Educación. Su objetivo es generar un nuevo diálogo activo sobre las inquietudes, opiniones y sugerencias en materias de admisión escolar. Existen dos medios de participación: Individualmente, por medio de la resolución de las Consultas Individuales en la que se debe completar un formulario único online, y en los Cabildos Locales Autoconvocados, instancias de reflexión y diálogo colectivo donde los participantes podrán inscribirse en grupos de entre 10 y 15 integrantes. Al terminar este proceso, el Ministerio elaborará un informe con los resultados obtenidos, los cuales servirán para el diseño y elaboración de reformas y propuestas de políticas educativas en relación a la admisión escolar.
Una correcta exploración de una iniciativa de este tipo, exige situarla en su contexto socioeducativo amplio. Por ello, resulta interesante constatar que, durante la década de los 80´, se produjeron una serie de reformas al Estado con el propósito declarado de convertirlo en un gestor estratégico-económico. Por lo cual, su aparataje institucional debía reemplazar su antiguo énfasis nacional-productivista por uno globalizante-mercantilista. En este contexto de repliegue estratégico del Estado, la sociedad civil reconstruyó su tejido social desde su vínculo identitario con los territorios locales más que con una estructura política centralizada. Y sabemos que, las comunidades educativas son el núcleo de estas localidades.
Cabe destacar que desde el año 2011 hasta la fecha, la gobernanza territorial/educativa ha cobrado un fuerte impulso. Y con ello, las comunidades han ido recuperando los niveles de relevancia que tuvieron hasta antes de la centralización educativa del país. En efecto, los establecimientos educacionales al contar con mayores niveles de autonomía, han recuperado su rol como referentes culturales para con sus comunidades en particular, y agentes hegemonizantes para con sus localidades en general.
Por lo mismo, los espacios de participación como el propuesto por el Ministerio deben ser saludados con una cuota reservada de aprobación, en la medida en que promueven de manera efectiva el empoderamiento individual, social y organizacional de los sujetos. Sin embargo, aun estaría pendiente su articulación con saberes útiles para la mejora de la calidad de vida y el desarrollo social de sus integrantes, es decir, con prácticas pedagógicas exitosas en material formativa, como la promoción institucional y sistemática de los Indicadores de desarrollo personal y social, y la vinculación entre los Objetivos Fundamentales de Aprendizaje y la Cultura Escolar de las comunidades.
En efecto, al estudiar el detalle de la iniciativa, es posible afirmar que es un avance interesante en material de gobernanza territorial/educativa pero que debe fortalecer su enfoque pedagógico-formativo.
En este marco, evidentemente se ha potenciado a las comunidades educativas, fomentando su empoderamiento positivo. Empero, aun debemos trabajar en el mejoramiento del enfoque pedagógico-formativo de la iniciativa. Para materializar estas implementaciones y mejoras, se requiere del trabajo constante de los diversos agentes educativos, ya sea en materia de gestión educativa y/o interacciones pedagógicas.
Los establecimientos educacionales democráticos, participativos, y con altos estándares de efectividad escolar, contribuyen de manera efectiva con el desarrollo social sustentable de las localidades y la coordinación interlocal en redes territoriales institucionalizadas.
Finalmente, es posible sostener que la propuesta “Cabildos de Apoderados” situada en el contexto de avanzada de la gobernanza territorial/educativa es una instancia positiva en la medida en que permite el empoderamiento positivo y el desarrollo humano y social de las comunidades educativas y por ende, el fortalecimiento del capital humano de los territorios locales. Pero, que debe ser enfocada pedagógicamente, evaluada formativamente y atendida con iniciativas remediales según sea el caso para agotar todas sus potencialidades.
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