El poder de las redes colaborativas en el contexto educativo actual

El sistema escolar chileno tiene una amplia experiencia en redes educativas, pasando de los microcentros de escuelas rurales en la década de los 90 (aún vigentes) a las redes de mejoramiento escolar impulsadas por el MINEDUC hace un par de años.

Las redes educativas han surgido para responder a diversas necesidades, tanto a nivel intra como inter establecimientos educacionales, organizándose y articulándose en la lógica de intercambiar ideas, desarrollar prácticas y compartir información sobre la gestión pedagógica y/o institucional.

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En el contexto de la actual pandemia por Covid-19, las redes educativas con foco en la colaboración cobran mayor relevancia frente a los obstáculos que dificultan los procesos cotidianos del desarrollo educativo

Comúnmente, en los temas educativos, se suele hablar de la red como una estrategia que intrínsecamente se hace cargo de la colaboración, sin embargo, esto no necesariamente es así. En este caso, es importante diferenciar los conceptos de red y colaboración. La red es un conjunto de personas o instituciones que se conectan directa e indirectamente, mientras que la colaboración es el acto de trabajar en conjunto por un propósito común (Rincón-Gallardo & Fullan, 2016)

Hacer confluir distintos aprendizajes individuales para lograr aprendizajes colectivos es uno de los sentidos más profundos de las redes que se centran en la colaboración. En estas redes existe un marco de acción conocido y los integrantes se transforman en enlaces del conocimiento, generando sinergia y resolviendo problemas de práctica en función de avanzar hacia un propósito común.

Una red que se enfoca en la colaboración aumenta las posibilidades de sostenibilidad e impacto positivo en los procesos y resultados educativos.

Importancia de las redes y la colaboración frente a la actual pandemia

Las crisis o conflictos, de diversa naturaleza, afectan negativa y profundamente el desarrollo de los países. La experiencia demuestra que un país afectado por un conflicto puede tardar hasta dos décadas en pasar de la fase inicial de ayuda humanitaria a la de reconstrucción y desarrollo. Si la educación no es una prioridad desde el principio, las probabilidades de una recuperación temprana y sostenible se ven drásticamente reducidas (UNICEF, 2010).

En el contexto de la actual pandemia por Covid-19, las redes educativas con foco en la colaboración cobran mayor relevancia frente a los obstáculos que dificultan los procesos cotidianos del desarrollo educativo, pues, a pesar de tener solamente la tecnología como soporte para su desarrollo, permiten conectar realidades, disminuir la sensación de vulnerabilidad y responder de manera colectiva ante la actual situación.

A continuación, se mencionan algunos de los aspectos que pueden aportar estas redes educativas en el contexto de la crisis sanitaria:

• Contención emocional: especialmente en la situación actual, los integrantes de las redes pueden encontrar contención en esta instancia, compartiendo distintas realidades, rompiendo el aislamiento y generando un tejido de apoyo de manera colectiva.

• Coordinación eficiente: sin duda las redes permiten definiciones consensuadas de manera más rápida, lo que permite alinear criterios para avanzar y responder de manera eficiente en el contexto de una crisis.

• Mayor alcance: en situaciones de crisis es necesario amplificar información y aprendizajes para, por un lado, resolver temas operativos emergentes y, por otro, cimentar prácticas que permitan avanzar en temas estratégicos.

• Desarrollo profesional: la instancia que genera el trabajo en red es una oportunidad para enriquecer las prácticas y expandir los aprendizajes, generando un capital que pueda dar respuesta a la situación de crisis y, a la vez, hacer sostenible el trabajo de la red para continuar aportando al mejoramiento educativo.

Como ya se mencionó, en Chile existen distintas experiencias de redes educativas y, en la actualidad, un ejemplo a destacar es “Red Nacional UTP”, la cual se enfoca en desarrollar recursos acordes a las necesidades de los docentes. Esta red tiene su principal centro de conexión en redes sociales como Instagram y WhatsApp y, si bien existe hace aproximadamente un año, en este período de pandemia ha fortalecido su trabajo colaborativo, abordando temas atingentes como evaluación docente, desarrollo profesional, datos laborales, entre otros.

Finalmente, es relevante recordar que la colaboración será fundamental en el actual contexto, para crear y rearmar engranajes que permitan soluciones colectivas y profundas en el sistema escolar. En esa dirección, las redes educativas son y serán una estrategia clave para avanzar.