En múltiples ocasiones hemos podido leer columnas y opiniones de expertos en educación, respecto del estado actual del sistema educativo chileno y las razones que apoyan la necesidad de reestructurarlo. Los principales argumentos tienen relación con la segregación e inequidad, el deficitario acceso a la educación preescolar, los malos resultados obtenidos en pruebas nacionales (SIMCE, PSU) e internacionales (Pisa) por los diferentes tipos de establecimientos de educación básica y media, y finalmente la calidad del profesorado, en aspectos relativos a su selección, formación, evaluación, remuneración y el desarrollo de una carrera docente.
Se han propuesto numerosas comisiones y vías de solución a este problema multifactorial, sin embargo, el problema se mantiene y desde mi perspectiva se acrecienta con el paso del tiempo, porque el verdadero fracaso del sistema radica en la incapacidad del mismo para formar "buenas personas" y de manera más específica "buenos ciudadanos" que contribuyan al desarrollo de nuestro país.
Ejemplos que respaldan esta observación hay miles y podemos visualizarlos diariamente al observar nuestro comportamiento individual y colectivo, y a modo de resumen enumero algunas situaciones que respaldan este argumento.
Existe una ausencia de cultura vial y de normas del tránsito, la cual es observable en los peatones que cruzan en espacios no permitidos y de manera irresponsable o en los conductores que dirigen sus vehículos de forma irresponsable y temeraria, muchas veces bajo la influencia del alcohol o en el caso de los choferes de locomoción colectiva que corren entre paraderos y luego se estacionan a esperar pasajeros o pasajeros que quieren parar micros o colectivos o incluso bajarse de las mismas fuera de los paraderos habilitados.
Otro lugar común de nuestra anti cultura cívica, existe en las playas, orillas de lagos y parques comunitarios, donde es posible ver la acumulación de basura cada fin de semana o después de un evento masivo, lo cual se ha comprobado lamentablemente en la recién inaugurada Quinta Normal. Esta misma situación, se verifica en patios de comidas, donde cada sujeto consume y abandona sus desechos sin ser capaz de eliminarlos de manera apropiada, en los baños públicos que se encuentran rayados y sucios y que son resguardados por vendedores de confort, pues los dispensadores automáticos suelen ser destruidos o robados.
Micros con sus asientos rotos y en mal estado producto del uso descuidado. El abuso y maltrato de los clientes sobre los vendedores en establecimientos de comida rápida o las políticas abusivas de las empresas como La Polar sobre sus clientes, el robo de agua de una empresa que ha ocasionado la destrucción del humedal en Batuco, la quema indebida de terrenos que se asoció a un grave accidente de tránsito en Casablanca o los numerosos incendios forestales intencionales. Una abogada que extorsionaba familiares para mejorar la defensa de los imputados, nanas maltratadas por sus jefas y niños maltratados por sus nanas. Las exageradas ganancias de la banca en años de crisis y terremoto, las comisiones de las AFP por especular con los recursos de los trabajadores, sin asumir la responsabilidad de sus malos resultados, las Isapres que tras años de éxito económico siguen subiendo los valores de los planes de salud unilateralmente
Pero tal vez la manifestación de mayor dramatismo es observable en el comportamiento delincuencial que acompaña a cada acto masivo, donde "infiltrados" (termino shilensis para culpar a sujetos sin rostro) se encargan de destruir la señalética, los paraderos y desmantelar tiendas y kioscos, utilizando cualquier motivo o consigna para justificar sus actos irracionales.
Estos comportamientos absurdos y en ocasiones bizarros se pueden explicar por la proliferación de anti valores en las ultimas cuatro décadas en nuestro país.
¿Cuál es el verdadero fracaso de muestro sistema educativo?
En mi opinión, la carencia de una política nacional centrada en ciertos valores y principios soberanos, que nos permita definir con claridad el perfil del chileno ideal, nos deja en la improvisación constante, donde cada institución trata de avanzar en su propia versión de la verdad. Nuestro engendro chilensis es un sujeto egoísta, consumista y seguidor de la política del todo vale, cuya palabra y honor no tienen valor, que cree y exige perdonazos y busca soluciones rápidas y sencillas a sus problemas habituales
Si consideramos el poder educativo de la televisión, podremos evidenciar que lo hemos utilizado de manera negligente, entregando una excesiva cantidad de horas a los chismes de farándula y los reality shows. Para perpetuar este mensaje equivocado, los productores televisivos negocian contratos millonarios y una cobertura excesiva a quienes no han demostrado mayores méritos para ser destacados y expuestos a la sociedad generando modelos nefastos.
El verdadero fracaso de nuestro sistema educativo radica en que tras 200 años de independencia aún no hemos develado el misterio de la chilenidad y lo que significa ser chileno y que pese a que se han ensayado consignas, discursos y emblemas, los principios y valores del chileno siguen siendo tan difusos y poco claros como las declaraciones de los futbolistas y de los políticos.
Debemos empezar por descubrir nuestra esencia, luego debemos discutir acerca de los valores que se están transmitiendo de manera cotidiana en nuestras aulas, alamedas y en la televisión. Finalmente debemos comprender de qué manera esto explica el comportamiento alienante de nuestra sociedad para tomar las medidas que correspondan para mejorar. Recién entonces podremos enseñar y transmitir a los niños, adolescentes y jóvenes aquellos valores y principios que los harán mejores ciudadanos y personas valiosas para nuestra sociedad.
* Luis Ignacio de la Torre Chamy es médico cirujano y académico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso.
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Comentarios
18 de marzo
Para usar el vocabulario propio de su gremio, debiera decirle Dr. de la Torre que su diagnóstico está profundamente errado, confundiendo los síntomas de la enfermedad con las causas que la originan. Si nuestro sistema educativo no forma «buena personas», como usted define, es porque no es más que una correa de transmisión de las desigualdades que nos afectan como sociedad, correa bien engrasada -por cierto- por aquellos que están también detrás de las repactaciones de La Polar, los créditos con tasas de interés cercanas a la usura, el mal trato y los bajos sueldos a los trabajadores y tanto otras «dolencias». No, Dr. de la Torre, no mezcle peras con manzanas y deje tranquila a la chilenidad (ese artificio que la élite dominante desde la independencia ha cultivado para adormecernos), que precisamente si hay algo en lo que nuestro sistema educativo ha fallado es en reconocer nuestra diversidad. Es cosa que recorra la Araucanía y se dará cuenta que allí es la chilenidad impuesta a fuego la causa de la pobreza.
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08 de enero
El GRAN problema de la educación es el paradigma conductista y la poca o nula pronunciación de los licenciados en ciencias de la educación (PROFESORES). El ministerio de educación (del que no forma parte ningún experto en educación) crea textos escolares que no favorecen ninguna experiencia de aprendizaje, se exige a los profes a cumplir con contenidos en un plazo determinado ignorando por completo las características del desarrollo cognitivo de los niños y adolescentes, se crean indicadores que solo evalúan el resultado y no los procesos sin asegurar un aprendizaje solido. Todo el sistema se basa en pobres evaluaciones cuantitativas, lo que lleva a una metodología mediocre: profesores frente a un curso domesticando personas obedientes para que? … para obtener «números» positivos… y que pasa con el desarrollo cognitivo, emocional, psicológico y social del niño?…NADA porque de que le sirve al estado tener obreros críticos y con capacidad creativa?…. en algún momento el profesorado tendrá que despertar y reaccionar frente a un tema que les pertenece LA EDUCACIÓN!! basta de arruinar el futuro y desarrollo de miles de estudiantes. Necesitamos mas salmones que naden contra la corriente, en las carreras de pedagogía!
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31 de marzo
me parece hasta divertido ver como todos hablan con tecnicismos cuando la cosa es tan fácil como ver que la educación no funciona porque el ambiente social falla, y eso es algo que no se puede cambiar, los jóvenes no aprenden por que no quieren, veo como la mayoría de ellos con 15 ya roban, se embriagan y drogan, no les importa el futuro que pueden llegar a tener, no les importan que un profe los motive o no, no los escuchan y eso no es culpa de ellos, han estado en la sala de un liceo municipal? es casi imposible enseñar sin gritar, es fácil decir que el profesorado falla pero intente hablar con 35 adolescentes, enseñarles, y sobre todo que aprendan, no lo logroran, la mono
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