Educando violencia sin darnos cuenta

Cómo buen psicólogo cognitivo conductual (bueno según la opinión de mis pacientes) veo preocupación la facilidad con la que nuestra sociedad se escandaliza ante actos de violencia, sin que ello implique una actitud proactiva.

En el año 1925, John Watson, padre del conductismo, sostenía lo siguiente “Dadme una docena de niños sanos, bien formados, para que los eduque, y yo me comprometo a elegir uno de ellos al azar y adiestrarlo para que se convierta en un especialista de cualquier tipo que yo pueda escoger —médico, abogado, artista, hombre de negocios y, sí, incluso mendigo o ladrón— independientemente de su talento, inclinaciones, tendencias, aptitudes, vocaciones y raza de sus antepasados.”

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Los invito a reflexionar sobre la violencia, a educar la paz, a potenciar la solidaridad y formar hijos que sean capaz de alzar la voz por el más débil

Años más tarde, cuando el paradigma conductista comenzó a evolucionar, incorporando al entorno, al individuo y los procesos de retroalimentación, nació el modelo Cognitivo Conductual que, sin perder su rigor metodológico, explicó (y aún explica) el individuo dentro de un todo, Albert Bandura, maestro de la teoría del aprendizaje social, falleció el 2021, dejando una serie de constructos que vale la pena traer a colación, por ejemplo “La psicología no puede decirle a la gente cómo deben vivir sus vidas. Sin embargo, puede proporcionarles los medios para efectuar el cambio personal y social” o “Afortunadamente, la mayoría de conductas humanas son aprendidas mediante la observación a través del modelado de otros sujetos” o “Estamos más interesados en las teorías que explican el fracaso que en las que explican el éxito” o, la más atingente a esta columna “Si se dan unas determinadas condiciones ambientales, las personas más amables y educadas pueden llegar a cometer actos absolutamente atroces”.

Nuestra sociedad aún no entiende en que consiste la formación, ya sea por desidia de los gobiernos de turno, incompetencia del magisterio o debilidad de los órganos colegiados no docentes, de ahí que la violencia desmedida y el acoso sistemático se esté tomando las aulas, las redes sociales y porque no, las calles de nuestras grandes alamedas.

¿No me creen? Los invito a revisar los libros de historia y busquen cuántos pasajes de ella muestran hitos de paz, por ejemplo, revisen la Guerra del Pacífico y vean la cantidad de párrafos dedicados al gesto honorable de Miguel Grau de enviar los restos de Arturo Prat a Carmela Carvajal. Revisen la información disponible sobre la gran guerra y la Segunda Guerra Mundial, y busquen hitos de paz dentro de ella, verán que enseñar a pelear, es más importante que enseñar a dialogar. Ahora bien, quizás sirva ver la televisión, dónde la noticia de la invasión de Rusia a Ucrania no incluye análisis sobre la transgresión de la OTAN sobre el anillo de soberanía soviético, ¿Con esto estoy a favor de la guerra? En absoluto, sólo quiero indicar que la guerra ocurre cuando la política no logra defender la paz, ahora bien, veamos más allá de la cortina de humo, ¿Qué sucede en África? ¿Qué sucede en Palestina? ¿Qué sucede en Tíbet? ¿Qué sucede en Centroamérica? ¿Qué está sucediendo en Afganistán, Irak, Irán y todo oriente medio? ¿Qué podemos aprender de todos aquellos lugares en el planeta donde los esfuerzos de paz no existen? ¿Qué hay de ganancial en todo conflicto armado?

Las nuevas generaciones no saben de paz, desconocen la importancia del diálogo y siguen creyendo que Darwin sostenía “la ley del más fuerte” sin saber que en realidad sostenía “la fuerza de toda especie está en la cooperación”.

El Bullying se corrige con cooperación, con “testigos salvadores” cómo decimos en la Fundación Katy Summer, el fin de la violencia se logra con acciones cohesionadas entre todos quienes entienden que el odio genera más odio y que el hermetismo sólo produce transgresiones; es más, John Lennon y Yoko Ono, inmortalizaron una frase preciosa “Den una oportunidad a la Paz”, ¿pero qué hacemos nosotros?, aplaudimos a Residente por putear a alguien que practica un estilo musical de otra manera, ¿Es eso nuevo?, en absoluto, siempre existirá un productor que fomente canciones como How do you Sleep?, Hit ‘em Up o Hair of the Dog. Por lo mismo, puedo sostener que aún nadie se detiene a comprender que la violencia se enseña.

Es tan aberrante el modelo de sociedad que hemos construido, que nuestro juicio social se ve mediado por nuestra postura política, por nuestra religión o nuestra situación socioeconómica, ¿Así de imbéciles nos hemos puesto?, por la manera en que votamos (elecciones parlamentarias), diría que sí.

¿Quieren otro desafío?, pregunten a sus hijos que vieron en clase de orientación, luego vean el horario, se darán cuenta que, en la mayoría de nuestras aulas, es la primera clase de la semana, justo cuando los niños vienen cargados del fin de semana, con ganas de sociabilizar. Es decir, se enseña lo más importante, en el menor tiempo posible, en el momento de mayor distractibilidad y, duela a quien le duela, con profesionales poco capacitados en formación, dado que, si lo estuvieran, sabrían que es un proceso crucial, que requiere tiempo, dinámica y sistematización (y no sólo una guía de lectura).

Ayer escuché al Ministro de Educación, quien me merece respeto, pero nuevamente, veo que la máxima autoridad de educación está planeando estructurar un plan de formación en afectividad, un plan de educación sexual no discriminatoria y una serie de iniciativas, que hace años están listas y claras, pero en manos de no docentes.

Finalizo mi contestataria misiva invitándolos a reflexionar sobre la violencia, a educar la paz, a potenciar la solidaridad y formar hijos que sean capaz de alzar la voz por el más débil, aunque sea con ustedes (los adultos tenemos que decir presente) para terminar con una cultura representada por personas que agreden sin hacer autocrítica y desconocen que todos estamos juntos en esto.

(La columna se llama Educando Violencia sin Darnos cuenta, porque si lo hacemos dándonos cuenta, podría decirse que somos sádicos o psicópatas)