El 20 de abril pasado, la Presidenta Michelle Bachelet envió al congreso el boletín N°9365-04 que, entre otras cosas, crea la Subsecretaría de Educación Parvularia. Se trata de una buena noticia para nuestro sistema educativo que, sólo por momentos, parece acordarse de la etapa más importante para emparejar la cancha: la educación inicial. Asimismo, en el mes de abril se comenzó a tramitar el proyecto de ley sobre nueva Política Nacional Docente, clave para la equidad y calidad de la educación de los niños y jóvenes chilenos. Ambas iniciativas apuntan en la dirección correcta, pero para que la primera no quede en buenas intenciones es necesario que la segunda considere lo antes posible a quienes pueden hacer la diferencia en esta etapa fundamental para el desarrollo: los educadores y educadoras de párvulos.
Educación de Párvulos es la carrera profesional que tiene peores perspectivas de remuneraciones en Chile y hay un alto déficit en el número de profesionales que existen en relación a las necesidades del país. Sin embargo, estos profesionales son fundamentales para todo el sistema educativo, siendo reconocida su importancia por todos los estudios que demuestran la relación entre la adecuada estimulación temprana y el desarrollo cognitivo de los niños.Si bien la compleja institucionalidad de la educación inicial en Chile supone un problema a la hora de intentar realizar cambios sustanciales en pos de mejoras para los educadores de párvulos, desde Evolución Política creemos que aún estamos a tiempo para realizar las modificaciones necesarias para que la educación inicial sea incluida antes en el plan de desarrollo docente, considerando que no hay mejor inversión que la que ponemos hacer en la educación de los niños y niñas más pequeños.
Los proyectos de mejora de la profesión docente que se están comenzando a discutir postergan inexplicablemente a los educadores de párvulos, lo que resulta preocupante si se considera el proceso de aumento de la cobertura de jardines y salas cunas que se ha venido llevando los últimos años y al que se compromete el gobierno en su programa, así como la mejora del coeficiente técnico (relación educador-número de alumnos), lo que supone un aumento en el número de educadores iniciales necesarios para mantener al sistema funcionando adecuadamente.
En lo concreto, un plan de desarrollo docente que aumente las remuneraciones de los profesores, y postergue el aumento de las remuneraciones de los educadores de párvulos, corre el riesgo de disminuir los incentivos que tienen los jóvenes para terminar eligiendo esta carrera. Esto afecta las bases mismas del sistema y, por lo mismo, puede terminar disminuyendo el efecto positivo global que pueda llegar a tener el Plan Nacional Docente sobre el sistema educacional en su conjunto.
Si bien la compleja institucionalidad de la educación inicial en Chile supone un problema a la hora de intentar realizar cambios sustanciales en pos de mejoras para los educadores de párvulos, desde Evolución Política creemos que aún estamos a tiempo para realizar las modificaciones necesarias para que la educación inicial sea incluida antes en el plan de desarrollo docente, considerando que no hay mejor inversión que la que ponemos hacer en la educación de los niños y niñas más pequeños.
Comentarios
22 de mayo
Inexplicable omisión, cuando todos los estudios describen, q los los retornos en educación inicial son mayores que en etapas posteriores.
Además nadie entiende que existan dos instituciones integra/junji, que hacen lo mismo, con diferencias también en el trato a sus trabajadores. Y que ahora los dejen fuera de la carreta docente, no tiene explicación, salvo q en realidad poco importen las familias más vulnerables usuarias de este sistema.
Saludos
Luis Cárcamo Montero.
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