¿Dónde buscar y encontrar el currículo?: ¿En algún estamento educativo o en la participación y saber de todos los actores educativos? ¿En la naturaleza y/o en la cultura? ¿En lo universal, lo particular o en ambas entretejidas? ¿Dentro o fuera de las aulas, dentro o fuera de la escuela o en la relación ecosistémicas entre todo lo endo-escolar y lo exo-escolar? ¿En el paradigma de las simplicidad o en de la complejidad o la doble dialéctica que surge cuando se les permite dialogar? ¿En la ecología superficial o profunda o en ambas? ¿En el ser o en el saber, hacer y tener o en la expresión congruente de ser en el saber, hacer y tener? ¿En los sistemas cibernéticos de primer o de segundo orden o en la integración biocéntrica de ambos sistemas? ¿En Europa, América, Asia, África, Oceanía o en la noosfera planetaria? ¿En las pedagogías del sur, en la pedagogía crítica, en la pedagogía decolonial, en la pedagogía antroposófica, en la pedagogía montessoriana, en la pedagogía humanista, o en la fusión de los horizontes de todas las pedagogía?
¿Qué enfoque curricular elegimos para construir el proyecto técnico pedagógico que oriente y defina la identidad de la gestión curricular de un sistema educativo cualquiera?: ¿El enfoque elegido definirá los marco y los fines curriculares, es decir el para qué (problemática teleológica de la educación) el cómo (problemática teleológica de la educación) , el quiénes (problemática antropológica de la educación), como por ejemplo:
- ¿Definirá el modo en qué se explorará y evaluará la realidad en que está situado el sistema educativo (límites, profundidad, priorización, valoración) para la construcción del Marco Situacional del Proyecto Educativos Institucional (PIE)?
- ¿Definirá, guiará o intencionará el Marco Teórico Doctrinal de PIE y con ello la misión, la visión, los objetivos fundamentales de sistema educativo y por tanto: lo ético, lo estético, lo ontológico, lo gnoseológico y lo epistemológico?
- ¿Definirá todo los modos pedagógicos, didácticos, metodológico (evaluativos, metodológicos y de planificación curricular) que se eligen para el Marco Operativo de PIE, y con ello la respuesta técnico-pedagógica a todos los: cuándo, con qué, quién, para qué, qué, etc., que surjan en la cotidianidad del hacer educativo?
¿Hay que elegir una opción curricular o también es válido tener una visión más ecléctica, integrativa u holística al respecto? ¿Qué cada opción curricular tenga a la base un marco teórico, un paradigma epistemológico, un sistema filosófico, una doctrina política, religioso, metafísica, social, cultural, política, epistémica, etc., es una ventaja o una desventaja, es una apertura o un cierre, amplia o disminuye las posibilidades de un desarrollo integral y pleno de los estudiantes, docentes, familias, comunidad local, nacional y planetaria?
¿Es necesario una opción y un marco curricular: libera, expande, incluye o esclaviza, contrae y excluye? ¿Quién o qué debe ser el centro del currículo: los expertos investigadores, académicos ilustrados, con trayectoria educativa empírica y teórica o cada uno de los actores invitados a la vivir la experiencia educativa?
¿Dónde centramos lo curricular: en los estudiantes, en la comunidad, en los pobres, en los limítrofes, en los excluidos, en los colonizados, en los pueblos originarios, en los atípicos, en los disfuncionales, en los limítrofes, en los marginados, en los neurodivergentes, en los neurodiversos, en los con necesidades educativas especiales, en los en situación de calle, etc., o simplemente en todo y todos, etc.?
¿Priorizamos lo intracurricular, lo intercurrricular o lo transcurricular, o consideramos cada una de estas pseudopartes como un todo y parte a la vez de un todo que las contiene hologramáticamente conectadas y articuladas?
¿No habrá que tener algunos de estos asuntos discernidos, antes de hablar y aplicar como algo efectivo y positivo, todo lo que se proponga que se apellide curricular, como por ejemplo: adecuaciones curriculares, diversificación curricular, opciones curriculares, marco curricular, cambio curricular superficial o profundo, currículo educativo, planes y programas curriculares, malla curricular, flexibilidad curricular, intra curricular, extracurricular, currículo oculto o explícito, gestión curricular, etc.?
Las preguntas y posibles respuestas podrían ser infinitas, porque en definitiva cada persona desde su libertad, subjetividad, identidad (sí mismo, onto, yo profundo, persona) tiene el derecho de construir cada día y cada momento de su vida un nuevo currículo, tal vez la sugerencia es, no olvidar que no puede ser desconectado de lo otro y los otros y en consecuencia luchar por la inseparabilidad de lo curricular individual con lo curricular colectivo y planetario, de lo curricular ancestral y contemporáneo, de lo curricular genuinamente direccionado hacia lo bueno, lo bello, lo verdadero, lo hologramático, la vida, el coexistir, la salud, la felicidad, la autenticidad la dignidad y el amor, todos sentidos teleontológicos que tiene como nutriente, inspiración y fortaleza: la libertad.
Comentarios