Hace un par de años atrás hice una columna exponiendo mi profunda preocupación por ver que el costo de la vida en Santiago estaba muy alto, sospechosamente alto. Dicha columna fue polémica y desde entonces, el desregulado mercado de precios chileno se ha visto en entredicho más de una vez. Hoy, es el papel higiénico lo que está de moda. Claramente, no todos los empresarios son del mismo modo y da gusto escuchar a los que salen a condenar estas prácticas y a exigir mayor regulación para controlar a sus colegas que les gusta más el dinero que vivir. Hoy, más que nunca antes, la desregulación de los precios sugerida en 1975 por el profesor Milton Friedman se encuentra, por fin, bajo cuestionamiento público.
La columna escrita en 2014, era un ejercicio de denuncia que comparaba una lista de compras que hice al ir al supermercado en Londres y en Santiago. Ante dicho ejercicio cotidiano, a algunos economistas les pareció indignante que un ciudadano sin formación en econometría se pusiera a hacer comparaciones incomodas, sin el rigor necesario. Por cierto, ellos tampoco hicieron una lista alternativa para corregir los errores en los que había incurrido la mía, sino que solo criticaron el método por poco ortodoxo. Nuevamente, antes de seguir, me declaro principiante en esto de hacer ‘listas ortodoxas’, y asumo la falta de ‘rigor académico’ tan útil para ir al supermercado, o asumo que esto pueda sonar un poco ‘conspiracional’; ante todo, ¿cómo se me podría ocurrir que en Chile alguien podría abusar de la libertad de vivir en el libre-mercado?Es decir, al mes un santiaguino puede gastar en promedio $73.340; mientras que el mismo santiaguino en Londres gastaría $59.202 para la misma lista de compras.
Esta vez, he tomado un listado de la Canasta Básica de Alimentos disponible en el Observatorio Social del Ministerio de Desarrollo Social, de la cual he cotizado 52 productos en un supermercado en Santiago (el que en promedio es el más barato según el SERNAC en esta nota) y un supermercado Londinense de alta presencia en toda la ciudad (no he elegido los del más bajo segmento de precios). El resultado es que al comprar los mismos 52 productos de la canasta básica, Santiago es un 19% más caro que Londres.
En concreto, siguiendo el consumo sugerido en gramos por persona contenido en el listado de alimentos básicos de Chile, el costo total diario por persona para suplir esa necesidad es de $2.445; mientras que en Londres el mismo listado cuesta $1.973. Es decir, al mes un santiaguino puede gastar en promedio $73.340; mientras que el mismo santiaguino en Londres gastaría $59.202 para la misma lista de compras. Espero que no se confunda: Londres es una ciudad muy cara, esto no quiere decir que vivir en Londres es más barato que vivir en Santiago. Existen una serie de problemas económicos que la gente está viviendo en la capital del Reino Unido a causa de que aquí también el costo de vida está por las nubes.
Lo que sí es concreto es que el PIB per cápita del Reino Unido es de $2.614.000 (por mes), mientras que el de Chile es de $832.353 (por mes), pero aun así nuestra canasta básica es cara. Por ejemplo, comprar dicha canasta básica en Chile cuesta el 30% de nuestro sueldo mínimo ($241.000) mientras que en Inglaterra, con un sueldo mínimo de $1.068.589, solo gastarían un 5% para comprar dicha canasta. Tal como lo plantea Paul O’Toole, las regulaciones del mercado en el Reino Unido hacen que exista una verdadera competencia en beneficio de los consumidores, los cuales además están muy conscientes de sus derechos y los reclaman cada vez que se sienten atropellados.
Santiago está caro, y mucho, pero el fenómeno se origina hace 40 años atrás. El 21 de abril de 1975, mediante una carta personal: Milton Friedman le hizo 8 recomendaciones económicas y políticas a Augusto Pinochet, además de sugerirle el uso de una terapia del shock para que el «libre-mercado» fuera implementado de forma exitosa. Pinochet fue obediente, sobre todo en lo del shock. Friedman le advirtió: «El control de precios y salarios no sirve como medida para eliminar la inflación; por el contrario, es una de las peores partes de la enfermedad». Desde entonces, regular los precios pareciera estar muy lejos de la agenda política nacional.
Entre tanto, demasiado ganancia para muy pocos. El robo hormiga a gran escala se comienza a naturalizar, en base a una teoría de economía política fallida, sórdida y destructiva. Ya es hora de dejar de ser ratón de laboratorio y comenzar a trazar un futuro que a todos nos guste. Como dijo Eduardo Galeano alguna vez, ¿vamos a seguir siendo Papagallos que repetimos todo lo que nos dicen desde el norte, o vamos a ofrecer al mundo algo diferente?
Comentarios
15 de noviembre
No me publicaron la Tabla que hice, fue harta pega, aqui está: http://oi64.tinypic.com/rit05w.jpg
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16 de noviembre
Estimado Francisco,
La tabla ya está publicada, muchas gracias por colaboración.
Saludos,
Equipo elquintopoder
16 de noviembre
Francisco
Podrías informar a todos de cuánto es el IVA allá??
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16 de noviembre
Hola, va de 0 a 20 dependiendo de cada producto. Aqui el detalle https://www.gov.uk/government/publications/vat-notice-70114-food/vat-notice-70114-food
16 de noviembre
Gracias.
De acuerdo a dicha resolución, el IVA es CERO, en parte importante de los productos de la canasta comparada. Pagan IVA el vino, helados, caramelos y poco más. Tal vez esa es una razón (aunque no la única) de la diferencia de precios. Acá pagamos el 19% de IVA. No olvidarlo.
16 de noviembre
La solucion nunca seria bajar o subir los impuestos…la verdad es que la unica solucion es cambiarse de pais cuando puedan…porque esto seguira asi ya que son estos paises chicos los que hacen realmente ricos a los paises desarrollados…
Si suben o bajan el iva seria mejor para los vendedores ya que no tiene ninguna logica que por ejemplo al bajar el iva automaticamente bajen los precios…seria asi tal vez un mes…despues los precios seguirian subiendo ya que al tener un iva mas bajo se encontraria cualquier excusa para subir el margen de ganancia por cada producto…
De hecho eso mismo estan haciendo ahora las inmobiliarias con lo del iva, estan subiendo mas alla del impuesto los precios de las propiedades y ademas estan beneficiandose del ultimo subsidio del gobierno para hacer eso tambien…es un tema sin solucion, ya que la pasividad del gobierno en realidad es complicidad.
16 de noviembre
No me sorprende en absoluto lo que dice el artículo. Desde que llegué a Santiago hace dos años quedé impactado con los precios de la cesta básica de la compra, un 30% más caros que en España. Los salarios en Chile son más bajos que en Europa y sin embargo los precios de los artículos básicos más caros: alguien nos está chupando descaradamente la sangre y pocos se dan cuenta de ello.
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17 de noviembre
Esto ya es tema viejo para quienes hemos pasado viviendo por Santiago. Como bien se dice en la nota, Santiago no es mas caro que Londres pero vaya que si es caro en relación al nivel de vida y a los salarios principalmente. Os dejo aqui una conclusión de unos compatriotas, ya me han dicho mas de una vez que los chilenos escuchan mas cuando se los dice un Europeo.
«CONCLUSIÓN: Chile es un buen destino, dentro de lo que es Sudamérica es bastante seguro, tiene mil sitios que visitar y en muchas zonas de Santiago parece que estás en Europa (¡parece!)…nos ha sorprendido un poco que sea tan caro para el nivel de vida que hay (algo más caro que Madrid).»
Eso dicen los becarios que han venido desde España a Santiago. Bueno plantear que también recomiendan no trabajar con empresas Chilenas puesto que pagan por debajo del costo de vida de la ciudad.
http://www.becariosicex.com/wp/2015/06/30/coste-de-la-vida-santiago-de-chile-2015/
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18 de noviembre
Para ke comparar? Muestras realidades son y seran diferentes toda la vida. Viviendo afuera, siempre he comparado lo que gano por hora y que es lo que puedo comprar con ello, ya sea pan, un par de zapatos, la movilizacion, la pate de seguro que debo pagar si tengo la suerte de que me la den y asi. Sin salir del entorno donde uno vive hay quienes tienen mas y por ende viven mejor y tienen mas pero comparativamente tienen los mismos problemas de mantenerse a flote. Lo increible en Chile es que no se cuantifica el tiempo que se gasta en trasladarse, una movilizacion similar a los tiempos post guerra en Europa, donde el hacinamiento y victimizacion son horrorosos. Los que se encalillan para tener un automovil, no solo pagan altos impuestos, un seguro que no soluciona nada y que debe pagar por transitar por calles que cada dia se llenan mas de peajes. Vivir en Chile es una batalla que consume y el circo farandulero hace lo imposible para que la gente pueda dormir y estar listo al otro dia a volver a lo mismo o peor. El porcentaje que esta mejor vive ignorando al resto sin que haya ningun sentimiento o preocupacion social. Ya no queda espacio para ascender a la mayoria de ls clase trabajadora ni importa que se haga.
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