Amigos y amigas, el jueves recién pasado, el presidente Gabriel Boric anunció la estrategia nacional del Litio. Una política pública destinada a posicionar a Chile como el primer productor del mundo, aprovechando la circunstancia de que es el litio, el recurso más demandado hoy para el desarrollo de baterías para vehículos eléctricos, siendo vital para reducir el uso de combustibles fósiles, y por ende el calentamiento global. La posición de Chile hoy en el mercado del Litio, es expectante, ya que cuenta con el 36% de las reservas mundiales de este recurso. Son tres los países que están a la cabeza de la producción de Litio en el mundo, Australia, que en 2022 generó el 46,9% de la producción mundial de Litio. Chile, que generó el 30%, y China que generó el 14%, de la producción mundial. Se ha informado por el ejecutivo, que la estrategia, se sustenta en cinco elementos:
El Estado va a participar de todo el ciclo productivo del mineral, a través de una nueva empresa estatal, la Empresa nacional del Litio. El proyecto de ley, se presentaría al congreso durante el segundo semestre.La idea de la estrategia es el desarrollo de una industria con incorporación de valor, pasando del mero extractivismo, a la producción de insumos con mayor incorporación de tecnología
- Se promoverá la colaboración público-privada, ya que las actividades de exploración, explotación y agregación de valor se harán en colaboración entre el sector público y el sector privado.
- Nuevas tecnologías. Se plantea el uso de nuevas tecnologías de extracción, para minimizar el impacto en los ecosistemas de los salares. Adicionalmente, se creará una red de protección de salares, con el compromiso de alcanzar el 30% de ecosistemas protegidos al 2030.
- Participación de las comunidades aledañas a las faenas mineras. Se contempla la participación activa de las comunidades, particularmente de Pueblos Atacameños, debido a que es en Atacama, donde se encuentran las zonas con mayor potencial para futuros desarrollos.
- Se busca, que el desarrollo de la industria del Litio, a través de la estrategia nacional, sea en todo el ciclo del recurso, no sólo en la extracción, sino también en la generación de productos con valor agregado.
Sólo mediante una autorización legal, el Estado puede iniciar actividad empresarial en un área donde no la desarrolla. En plena vigencia del principio de Estado subsidiario de la constitución del 80’, la empresa nacional del Litio, no vería la luz, sin un amplio acuerdo que involucre a parlamentarios de oposición. Digamos las cosas por su nombre, no está fácil. Por algo, el presidente Boric, recordó la histórica chilenización del Cobre, del presidente Eduardo Frei Montalva, y la nacionalización del Cobre, del presidente Salvador Allende. Destacó el presidente Boric, que ambas iniciativas contaron en su oportunidad, con el apoyo unánime de las fuerzas políticas, invitando a la oposición a mirar con altura de miras, la estrategia nacional del Litio.
Desde el gremio empresarial, se ha fustigado el supuesto intento de nacionalizar el recurso, incluso se ha difundido que, en todos los casos, la asociación del Estado con privados, sería, con el control mayoritario del Estado. Como en muchas otras materias, ha sido, el ministro Mario Marcel, quien salió a tranquilizar al empresariado, anticipando que efectivamente existen actores privados interesados, en asociarse con el Estado de Chile, en la explotación del Litio. Advirtió Marcel, de la diferencia que existe entre el tratamiento legal del Litio, y de otros minerales como el Cobre. Señala que las empresas que operan hoy día en el Salar de Atacama, lo hacen en virtud de un contrato de arrendamiento, ya que, a diferencia del Cobre u otros minerales, que pueden ser objeto de una concesión del Estado a privados, el Litio no puede ser objeto de una concesión.
El caso de las empresas mineras, Soquimich (SQM), con un contrato por 81.000 hectáreas; y la estadounidense Albemarle, contrato por 16.000 hectáreas, ambos contratos se encuentran vigentes, y el gobierno de Chile los respetará como hasta ahora. El ministro expresa que el anuncio del presidente ha sido mal interpretado, ya que la noticia relevante, es la decisión del gobierno de abrir nuevas oportunidades para el sector privado. A través de asociaciones con el Estado, sea a través de Codelco, de Enami o de la futura Empresa nacional del Litio. Se trata de abrir espacios a la inversión privada que hoy están restringidos por ley. También se aclara que sólo respecto del Salar de Atacama, existe el interés del gobierno, en establecer asociaciones con el sector privado, manteniendo el control del Estado.
Esto se explica por la importancia y valor estratégico del Salar para el Estado de Chile. Asimismo, se explica que existen distintas formas en que el Estado pueda ejercer el control, puede ser a través de la participación mayoritaria, o a través de cláusulas especiales, o pacto de accionistas. Incluso se anticipa que, para proyectos a desarrollarse en sitios distintos al Salar de Atacama, podría incluso generarse proyectos con participación mayoritaria del sector privado.
En síntesis, lo que se pretende con la estrategia nacional del Litio, es aprovechar la oportunidad histórica, de que Chile participe de una industria en alza, pero no como sucedió con el Salitre, o como sucede aún hoy en día con el Cobre. La idea de la estrategia es el desarrollo de una industria con incorporación de valor, pasando del mero extractivismo, a la producción de insumos con mayor incorporación de tecnología. El valor estratégico de esta riqueza natural, justifica que se resguarde para el Estado el control del Salar de Atacama. Pero la generación de nuevas oportunidades de negocio, para actores privados, está garantizada, en un mercado al alza, por el boom de los autos eléctricos, y también por la generación eléctrica no convencional, con uso intensivo de baterías.
El fantasma de un gigante estatal, apropiándose de empresas y fábricas, es propia de una mente afiebrada. La mesura y tranquilidad, con que explica los detalles de la estrategia nacional del Litio, el buen ministro de Hacienda, es prueba suficiente, de que es una política pública necesaria, y de que abre nuevos horizontes para Chile.
El anuncio de que se promoverá el uso de una nueva tecnología de extracción de Litio, en base a la inyección de salmuera, y no a través de esas gigantescas piscinas de evaporación, es un alivio para las señales de alarma, del mundo medio ambiental. Se dice que el ahorro de agua, es cercano al 90%, y utiliza plantas móviles, con bajo impacto.
Vale la pena, darle una oportunidad a la estrategia nacional del Litio, quizás sea bastante más, que el viejo “sueldo de Chile”.
Comentarios
24 de abril
«El fantasma de un gigante estatal, apropiándose de empresas y fábricas, es propia de una mente afiebrada»…. No se si es tan así.
Al ser controlador, el Estado podrá llenar la empresa de operadores del gobierno de turno. No hay una ley que proteja las empresas estatales contra eso.
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26 de abril
Don Arturo, por el pánico que le tiene al Estado usted es un fundamentalista neoliberal
26 de abril
Don Fernando, no al Estado…al Gobierno del Estado, que lo usa como botín. ¿tiene argumentos que digan lo contrario?