Al igual que un expedicionario, existe un chileno que ha explorado cada rincón de Chile, desde el río Lluta en el altiplano hasta las frías aguas del austral canal Beagle.
Este último sábado se emitió en la televisión el programa “Lugares Que Hablan”, cuyo capítulo fue registrado en Chiloé, mostrando los preparativos de una minga para arrastrar una barcaza al mar en Quemchi y en la isla de Caucahué estuvo con la nonagenaria Rosa, quien a sus 98 años es la persona más longeva de Quemchi con gran lucidez, memoria privilegiada y su visión de la vida.
Como chileno sureño y como mapuche (en pertenencia y por mi mollfüñ , sangre ancestral), tengo el deber de reconocer públicamente la calidad humana de Francisco “Pancho” Saavedra, su conductor. Más bien, es una reflexión en torno a quien cautiva la audiencia semanalmente.Él muestra, a través de su programa televisivo, el rostro verdadero de su gente que lucha por seguir existiendo, en armonía con la naturaleza.
Una persona de verdad. Generoso, humilde y comprometido con su país y su gente en esos Lugares Que Hablan a los que, muchos, solo admiran nuestra naturaleza, costumbres y sitios de vacaciones y otros, buscan “lugares” para utilizarlos como mercancía en pos de la ambición económica sin límites dentro de su manual de operaciones del libre mercado. En estas tierras y en las aguas de la Fütra Wapi Chilwé (Isla Grande de Chiloé), tampoco se salvan del poder económico.
La comunicación que realiza Pancho Saavedra es diferente y su valentía es comprometida. Una mezcla de conductor-comunicador-historiador-antropólogo con el soporte técnico profesional de excelencia: amigos, hermanos y cómplices de alto nivel para entregar semanalmente. Cada capítulo es un potente documental.
Él muestra, a través de su programa televisivo, el rostro verdadero de su gente que lucha por seguir existiendo, en armonía con la naturaleza. Su vida está con sus hermanos ríos y su madre tierra que permanentemente están defendiéndola. Muchas veces nos ha enseñado de que “somos parte de la tierra, pertenecemos la tierra”.
Recientemente, cuando peligraba la continuidad del espacio televisivo, por el despido de parte de su equipo, realizó una acción que lo retrató perfectamente, como persona, humano y leal con sus principios.
Tal como un lonko mapuche (líder autoridad tradicional), protegió a su lof (denominación de la organización social mapuche que un clan familiar o linaje, identidad reforzada por la realización de diversas actividades comunitarias bajo la dirección de un lonko). Logró su objetivo para que su lof no se extinga.
La Pachamama y la Mapu Ñuke le agradecen. Se agitaron los frondosos árboles y el trinar de los pajarillos agradecen al leal guardián de la vida que no permitirá la extinción. Los salmones y los animales del hábitat chilote también agradecen su defensa a la vida.
Cuando uno termina ver ese programa de este sábado, el conductor y a su equipo nos mostró a la Fütra Willi Mapu (la tierra del sur) además de hacer patria y que no es solo un postal de paláfitos. Su territorio, su entorno y su gente no solo hacen patria, defienden y resisten para no extinguir. El principal derecho humano: a la vida!
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