Volvió el 14 de los blancos (es un crá)

Yo quería que a Mat14s le fuera bien. Y cuando no anduvo en el Villarreal le eché la culpa a Pellegrini, que nunca me movió nada. Es más, creo que al Pelle no le gusta el futbolista chileno. Es cosa de ver las estadísticas de cuántos llamó a sus proyectos.

Siempre sentí que a Fernández no le dio la confianza necesaria para debutar en Europa. Imagino su matirabona en el entrenamiento y el DT retándolo, diciéndole que así no se juega en Europa.

En el Sporting de Lisboa mostró algunas cosas e hizo un buen par de goles en 3 temporadas, pero en Chile vimos poco esos partidos, porque nunca seguimos tanto el fútbol de Portugal, la verdad.

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Y sí, ¿saben pesimistas?, es probable que esta vez tengan razón, pero lo que no saben es la ilusión que genera el 14 de los blancos que algunos, incluso, ya nos damos por pagados de volver a verlo con la camiseta de Colo-Colo sólo un par de minutos, sentado en la banca, calentando para entrar

Luego, tengo dos camisetas de la Fiorentina por culpa suya. Jugaba en una de las mejores competencias, la italiana y debía -ahora sí- convertirse en el más grande que todos soñamos, pero no, fueron un par de años sólo siendo uno más del plantel, sin descollar mucho.

Pero, nada menos que luego de la Fiore llegó al Milán, un equipazo de aquellos por muchos años, aunque ahora su realidad era otra. Era ahí, nomás, el fútbol de los lombardos, la verdad. Un equipo apagado y a nuestro 14 yo no lo culpaba tanto, sino que indicaba que era sólo una víctima de ese juego cansino. Igual no brillaba, no destacaba y apenas pedía la pelota, a ratos.

La oportunidad de volver a las raíces se acercó y aunque no fuera Sudamérica, llegaba al uno grande de México, nada menos que al equipo de Don Ramón. El Necaxa era una gran oportunidad de volver a brillar en tierras de habla hispana, pero definitivamente tampoco fue la estrella alba del 2006.

Hace poco se acercó más a Chile, recaló en Colombia como megaestrella al ponerse la rojiblanca de Junior de Barranquilla y uno empezó a frotarse las manos, porque ya estaba más cerca, aunque allí se vio poco y nada, la verdad. Sólo dos goles y harta lesión de por medio, por lo que nunca lo vimos en un 100%.

Pero hoy, qué importa toda esa estadística, si es Mat14s, el del penal perfecto para ganar nuestra primera Copa América; “el 14 de los blancos es un crá” de la Sudamericana en que Colo.-Colo fue subcampeón y donde volvió locos a los relatores argentinos, que hasta comparaban algunas de sus jugadas con las de Diego; el del súper gol a O’Higgins ese mismo lindo 2006; el de los tiros libres que dejaban pagando a cualquiera, el de los pases de rabona y autopases con su propia matirabona; el que hablaba poco afuera, pero mucho dentro de la cancha, a punta de lujos y delicias que sólo habíamos visto antes en estrellas mundiales y por la tele; el del tetracampeonato, el del gol más gritado y celebrado por Marcelo Bielsa en ese 4-0 ante Colombia en las clasificatorias Sudáfrica 2010; el Mejor de América 2006, nada menos.

Algunos no entienden lo que genera Mat14s, porque nunca les gustó el fútbol, simplemente. Porque a quienes disfrutamos de este deporte, sabemos que por unos años, por primera en nuestra historia, creímos tener al Mejor del Mundo jugando en nuestras canchas.

Sí, eso es simplemente bonito y emocionante, y por eso siempre se esperó verlo nuevamente en los pastos locales.

Y sí, no ha tenido las mejores temporadas en el exterior. Y sí, claramente ya no es niño de 20 años, sino un adulto de 33. Y sí, tal vez ya las lesiones no lo dejen realizar todo lo que recordamos con tanta nostalgia. Y sí, ¿saben pesimistas?, es probable que esta vez tengan razón, pero lo que no saben es la ilusión que genera el 14 de los blancos que algunos, incluso, ya nos damos por pagados de volver a verlo con la camiseta de Colo-Colo sólo un par de minutos, sentado en la banca, calentando para entrar… Y si, más encima, juega los 90 minutos y hace un gol, si el Monumental no se viene abajo será sólo porque está construido en profundidad.