En un reciente artículo aparecido en El Dínamo titulado “Nuevo modelo del CNCA para definir Políticas”, el jefe de la sección de estudios del CNCA sostiene que “no existe registro de como se construyeron” las políticas anteriores, buscando destacar que ahora si hay participación y consulta a los agentes del mundo de la cultura.
Al respecto, vale la pena detenerse en recordar el proceso por medio del cual se construyó el documento “Chile Quiere más Cultura: Definiciones de Política Cultural 2005 -2010”, que ha servido de carta de navegación a la política cultural del CNCA en los últimos cinco años.
Desde el punto de vista meramente formal, hay que decir que dicho documento es el resultado del trabajo colectivo del CNCA en su período de instalación.
La discusión de la política cultural se inició el año 2004 con la Primera Convención de la Cultura, en la que participaron más de 200 artistas y agentes representativos del mundo de la cultura. Ellos discutieron durante dos días en forma libre (no con una empresa intermediando sus opiniones como ocurre ahora con los “focus group” aludidos en el artículo) poniendo sobre la mesa sus expectativas y esperanzas en la nueva institucionalidad cultural. Sobre la base de dicho encuentro, el ministro Weinstein constituyó un equipo de trabajo para elaborar una propuesta a partir de dicha Convención. Trabajó en dicha propuesta un grupo de académicos y profesionales, el que durante seis meses se dedicó a entrevistar actores relevantes del mundo del arte y la cultura y a construir un documento comprensivo de todos los ámbitos que debían ser considerados en una política cultural integral.
Los Consejos Regionales y los Comités Consultivos del CNCA discutieron en diversas oportunidades borradores de trabajo del documento de política. El Directorio Nacional del CNCA, integrado en forma pluralista por personalidades relevantes del mundo de la cultura, discutió amplia y concienzudamente dicho documento a lo largo de varias sesiones, hasta lograr su aprobación en general y en particular el año 2005. Como consecuencia de este trabajo, los Consejos Regionales de la Cultura iniciaron a su vez un proceso propio para definir políticas regionales, lo que dio por resultado que en 2006 se contara con documentos de política sancionados por los órganos regionales en todas las regiones del país. La matriz sobre la cual se construyeron estos documentos ha servido posteriormente para definir y construir políticas en los ámbitos del Libro y la Lectura, el Audiovisual, la Música, las Artes Visuales, la Fotografía, el teatro y la Danza, lo que está debidamente “registrado” en sendos documentos oficiales del CNCA.
Este proceso ampliamente participativo no sólo arrojó estos resultados desde el punto de vista formal, sino que permitió por primera vez contar con una política integral que se planteaba intervenir en todos los ámbitos relativos a la creación artística, a la formación de los talentos, a los derechos de los artistas y cultores culturales, a la producción de los bienes culturales, a la difusión, acceso y formación de audiencias, al patrimonio y a la propia institucionalidad cultural. Las medidas emblemáticas impulsadas durante la gestión de la ministra Paulina Urrutia, están inspiradas en dicho documento, como son por ejemplo, la construcción de Centros culturales en las comunas de más de 50 mil habitantes, la recuperación del edificio Diego Portales para construir el Centro Cultural Gabriela Mistral, la reforma a la ley de propiedad intelectual del año 2009, la realización de la Trienal de Artes Visuales, la creación de la línea Bicentenario en los Fondos de Cultura que permitió postular a proyectos plurianuales, la renovación de los programas de estudio en las escuelas artísticas, entre muchas otras.
Consideramos muy importante que las actuales autoridades del CNCA inicien un proceso para renovar y actualizar las políticas culturales. No hacen sino cumplir con su deber. Que lo hagan a través de “focus group” no nos emociona particularmente. De hecho, nos parecería más interesante respetar la representatividad de los interlocutores y no hacer una selección aleatoria de opiniones. Pero, en fin, cada gobierno tiene su estilo. Lo que nos preocupa es que repitan en el ámbito de la cultura lo que ya parece ser una constante del actual gobierno: esto es, fundar sus acciones en el desconocimiento de lo realizado antes que ellos “descubrieran la pólvora”.
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Foto: Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes / Licencia CC
Comentarios
18 de julio
Recientemente, en estas fechas, vemos que hemos etsdao en muchas partes del mundo, sufriendo los terribles estragos de las lluvias excesivas, eventos que se han magnificado en gran medida por la modificacif3n de las cuencas por donde histf3ricamente se ha transportado las aguas pluviales por cientos y miles de af1os. Muchas veces nos hemos visto ape1ticos referente a la permanente e irracional tala de arboles a cientos o miles de kilf3metros de nuestras comunidades, pero lo que es cierto, en que tarde o temprano, la afectacif3n de la tala inmoderada de arboles en unos lugares distantes, ocasionan modificacif3n en la distribucif3n de las lluvias y anegaciones en los lugares especedficos histf3ricos donde la gente se ha asentado y por miles de af1os no tuvieron anegaciones, ocasionando importantes impactos en la econmeda de lugares o paises diferentes a donde originalmente se ha ocasionado el problema.
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