Como psicólogo, sé y entiendo que las emociones son la base de nuestra conducta, ellas son la resultante de nuestras experiencias tempranas, de la educación recibida en nuestro hogar y de la formación adquirida en nuestro sistema educativo, gracias claro, a las disposiciones y regulaciones emanadas del Estado. Somos seres afectivos, la felicidad y el placer son nuestras metas más endógenas, quedando relegadas a un segundo plano, por consecuencia de nuestras experiencias, traumáticas o no.
Por ejemplo, nadie puede negarme que un jugo de piña genera una reacción mucho más placentera que un vaso con whisky, pero es nuestra experiencia la que nos «desarrolla el paladar» para interpretar que la cantidad de años de un destilado foráneo posee un mayor valor que un concentrado de fructosa, alterando por ello la información emitida por nuestras papilas gustativas.¿Somos buenos? no lo sé, más si pienso en la clásica expresión post elecciones «Elegimos lo que merecemos», si es así, no somos buenos, quizás si algo estúpidos, ignorantes, populistas, sensacionalistas y ciertamente incivilizados.
¿Somos buenos? esa es la pregunta de esta columna, y la verdad, quiero pensar que si lo somos.
Ver las noticias es tóxico, a diario logro ver más allá de la opinión sensacionalista del notero, adentrándome en la psiquis del editor periodístico preocupado del rating y el morbo, que de cualquier otra cosa.
¿Podemos ser buenos? eso también me complica, y la verdad, es que no creo que esa preocupación la tengan quienes tienen son los responsables del rumbo de nuestro país, tampoco a nivel mundial.
Conseguir figuración mediática, es por lejos el principal interés de las autoridades de turno, mantener el diálogo de sordos y cohesionarse para bloquear al otro, la segunda, todo bajo la impresión de que la ciudadanía aplaudirá sus cuñas, mucho más que sus ayudas.
El Presidente por ejemplo, sigue pensando que los fondos fiscales son de él, que la preocupación por índices numéricos exige más atención que el rostro de un niño con hambre, mismo al cuál, el Ministro Figueroa, quiere enviar a un establecimiento educacional, para permitir que sus adultos responsables, puedan seguir cumpliendo con el contrato firmado en una empresa de algún dueño que mediante el teletrabajo, se encarga de que la banca no se vea perjudicada. Por otro lado, dos ciudadanos bajo juramento hipocrático, discuten sobre quien tiene la razón, con argumentos válidos e inválidos por igual, alejándose de todo interés de conseguir una unidad fundamental. He pensado harto en Arisca y Frodo, pero la verdad, igual que en una terapia de pareja, la crisis está en el vinculo y no en las características particulares de las partes.
¿Somos buenos? no lo sé, más si pienso en la clásica expresión post elecciones «Elegimos lo que merecemos», si es así, no somos buenos, quizás si algo estúpidos, ignorantes, populistas, sensacionalistas y ciertamente incivilizados.
La Franja electoral es el vivo ejemplo de aquello, ¡Que ganas de que Benito Baranda, James Hamilton y José Andrés Murillo logren plasmar su mirada en una Nueva Constitución!, pero 3 golondrinas no hacen el verano y calculo, así como veo las cosas, que Chile votará por una parvada de buitres para acompañarlos.
Hace un par de días vi el documental «I AM» y quedé marcando ocupado, Darwin habló de cooperatividad y amor más que de competitividad, eso no lo sabía y hoy, al escuchar el término acuñado por periodistas de «Crisis de Representatividad» siento que no es cierto, estamos súper bien representados, por personas que evidencian nuestra total ausencia de preocupación por el otro y en vez de enmendar el camino, seguimos votando por quienes son todo menos buenos.
En fin, sentí importante decirlo, creo que es saludable invitarlos a ver «I AM», está en Netflix, es momento de dejar toda expresión de descontento y rabia de lado, ya que nuestro país y planeta, necesita, como diría Lennon, Amor.
Comentarios
06 de abril
no se enseña/educa sobre sesgos cognitivos, mas la IA la debe manejar en estos momentos, el marketing de masa se basa en sesgos cognitivos. Buenos, razón, amor su significancia /valoración tiene relación a la percepción e interpretación personal, por lo tanto, no es estandar….como indicas en base a un acumulo de datos.
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