No basta con ser eficientes, la eficiencia debe estar al servicio de un proyecto y con Errázuriz, Providencia tiene una oportunidad histórica que ya la quisiéramos en Valparaíso: la de levantar un proyecto para la comuna a la medida de sus habitantes, y lo más importante, con los vecinos, cuestión que marca el “estilo ciudadano”.
Desde todo Chile compartimos con emoción y alegría el triunfo Josefa Errázuriz en las Primarias de Providencia. Ello, muchas razones pero sobre todo porque es nuestra cómplice y la de muchos compatriotas que, desde las regiones, trabajamos por la ciudadanización de la política y de la democracia, con porfía y muchas veces invisibilizados por los medios y ninguneados por la política tradicional.
Su conquista es esperanzadora, con toda la dificultad que implica enfrentar a un alcalde caudillo que quiere ser reelecto por quinta vez y que durante 16 años ha consolidado una importante “cartera de clientes”, que cuenta con una aceitada maquinaria y dirige con eficiencia de buen patrón un municipio de los más ricos de Chile, en una de las comunas con mejor calidad de vida del país.
Con el entusiasmo del día después, confiamos en que la Pepa – David – nos vuelva a sorprender en octubre, derrotando al Goliat Labbé. Y tiene los méritos para hacerlo. Porque no es solo una dirigente de base que logró posicionarse, afirmada en una larga trayectoria de trabajo vecinal; fueron ella y su equipo de Ciudad Viva quienes sembraron la semilla del Voto Programático en Providencia, impulsando la construcción participativa de un programa para el gobierno local, que a poco andar fue asumido como un programa común por la oposición a Labbé, y que será la base de la campaña que se viene.
Con Josefa, los ciudadanos de Providencia tienen la tremenda oportunidad de involucrarse y participar en una campaña con ideas, de debatir en serio sobre paradigmas y propuestas que nos hablan de un nuevo urbanismo, más al servicio de las comunidades y menos al servicio del mercado, de más ciclovías y menos Costanera Center, de desarrollo con respeto del patrimonio, de protección del comercio local, de planificación urbana participativa, de sustentabilidad, participación y equidad.
Los 346 alcaldes del país tienen el deber de realizar una gestión eficiente de sus municipios, y por eso con su obligación no más ha cumplido el Coronel Labbé. Ese fue su aporte y su comunidad lo agradece. Pero ya es tiempo de un cambio. No basta con ser eficientes, la eficiencia debe estar al servicio de un proyecto y con Errázuriz, Providencia tiene una oportunidad histórica que ya la quisiéramos en Valparaíso: la de levantar un proyecto para la comuna a la medida de sus habitantes, y lo más importante, con los vecinos, cuestión que marca el “estilo ciudadano”.
* Patricia Beltrán G. Iniciativa “Nuestro Valparaíso” y Red Chilena de Territorios Ciudadanos: www.redterritoriosciudadanos.cl
Comentarios
16 de mayo
Al fin llega la cordura a esta comuna y se debe primordialmente a que muchos se han dado cuenta que Labbe es un enfermo de poder que no ha creado nada mas que conflictos, Al elegir a Josefa Errazuriz, se entregara una figura honesta que ha dado muestras de su labor social y honestidad en beneficio de una comuna rica pero desprestigiada. Viva el cambio. Era hora
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