Hace un mes que se produjo un estallido social que equivale a un terremoto 8,8 de magnitud Richter en el contexto social y político de nuestra Republiqueta.
Haciendo un breve recuento de lo logrado hasta ahora, hay que destacar que los motivos inmediatos por los que tanta gente copó las calles indignadas, con cacerolas en ristre, ninguno de ellos ha sido resuelto ni será resuelto en el corto, mediano ni largo plazo si se ejecutan todas y cada una de las medidas y proyectos ofertados por el Gobierno de Piñera en el día 5 del reventón ciudadano y que pregonaron en su oportunidad como si se tratara de una oferta extraordinaria de Cyber Monday.
Como todas las ofertas del mundo del retail, el pueblo movilizado rápidamente se dio cuenta que era 98% de humo y 2% de cuento de departamento de ventas. Pensiones y salud dignas, educación gratuita y de calidad, accesibilidad a remedios a precio justo, eliminación del CAE y condonación de deudas, transformación sustancial del sistema de servicios públicos entregados a manos de privados (transporte, agua, luz, gas), eliminación de AFP’s como instituciones obligatorias de gestión y manejo de ahorros previsionales, mejoramiento sustancial del sistema de salud del Estado y transformación significativa del mercado de las ISAPRES, eliminación de áreas de sacrificio desperdigadas a lo largo y ancho del territorio, son sólo un botón de muestra de las gotas que terminaron por rebasar el mierdómetro de cientos de miles de chilenos y chilenas en todo el país, las que nunca serán resueltas con la parodia de “Agenda Social” propuesta por el Gobierno.Creo que la hoja de ruta impuesta por el Parlamento deslegitimado habrá que recorrerla, para exigir el cambio de la actual constitución y definir el mecanismo donde el 100% de los delegados constituyentes sean electos
En el intertanto, militares en las calles y una policía uniformada completamente desbocada y desquiciada se encargaban de marcar en sus fusiles las muescas correspondientes a más de una veintena de muertos, centenares de mutilados oculares, así como cientos de heridos por perdigones y balines, torturados y vejados, mujeres y varones violados y miles de detenidos de un pueblo que había dicho basta a la cultura del abuso por parte de un Estado que había cedido su espacio hace más de 40 años al mercado. El Gobierno y sus aparatos represivos, junto con inaugurar una nueva marca histórica en materia de violación de derechos humanos en democracia, complementaba su “Agenda Social” con una “Agenda de Seguridad” con la esperanza de contener a las hordas de alienígenas que no entendían razones y seguían porfiadamente en las calles exigiendo medidas de cambio reales hasta que la Dignidad se transformara en costumbre. Leyes antisaqueos, antibarricadas, antiencapuchados, aumento de dotación y atribuciones a carabineros, representaron las respuestas naturales de un Gobierno que no toleraría que una montonera de patipelados intentara afectar los bienes materiales y la propiedad derivada del Mercado.
Así transcurrieron los días y las semanas. Muertos, heridos, ciegos, tuertos, aberraciones de abuso policial, cambio de Gabinete, más heridos, más tuertos, más ciegos, más aberraciones de abuso policial con el respaldo explícito de la institución de Carabineros y su Director General, apelaciones del Gobierno para llegar a un acuerdo por la paz, la justicia y por una nueva constitución, más heridos, más tuertos, mas abusos policiales, ratificación de la política institucional de la policía uniformada para reprimir siguiendo supuestos protocolos de acción, los que naturalmente eran violados una y otra vez por la oficialidad y por la tropa antidisturbios.
A un mes del estallido social, la clase política desprestigiada de esta nación de opereta recogió el guante de un Presidente igualmente deslegitimado y después de negociaciones entre los mismos de siempre parieron el autodenominado “Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución” que contiene la hoja de ruta de una clase política sospechosa y culpable de la desaparición del Estado en beneficio del Mercado.
Un acuerdo que cada día que pasa deja entrever el sinnúmero de dobleces que hacen crecer la desconfianza aprendida de todo un pueblo respecto de sus representantes. Representantes que los han engañado y se han servido una y otra vez de un Estado cada vez más pequeño e indolente con la gran mayoría de sus habitantes. Es cierto que este Acuerdo podría traer como consecuencia la elaboración de una nueva Constitución que reemplazará a la Carta Magna espuria de Jaime Guzmán y Augusto Pinochet. También es cierto que, si es que se llega a redactar un nuevo texto constitucional, nadie sabe si responderá a los nuevos tiempos que vivimos o si representará más de lo mismo, con maquillajes de mejor calidad de un estado subsidiario en beneficio de la propiedad privada, la libertad de emprendimiento y el individualismo patológico. Al día siguiente de la firma de este Acuerdo, los medios informativos celebraban con cautela los alcances de la hoja de ruta, haciendo desaparecer de los paneles de análisis y discusión a sus verdaderos protagonistas: la ciudadanía movilizada, reemplazándola por eruditos (y otros no tanto) constitucionalistas y personeros políticos que poco aportaron durante 30 años de administración del modelo económico que ahora se quiere cambiar.
Debo ser sincero, cada día que pasa me gusta menos este acuerdo de la clase política más el ego superlativo de Gabriel Boric. La hoja de ruta planteada tiene tramos sumamente sospechosos y poco claros (por ejemplo la regla de elección de los eventuales delegados constituyentes, la que será equivalente a la de las elecciones de diputados, dejando así automáticamente afuera todos los potenciales delegados provenientes de organizaciones sociales o ciudadanas no adscritos a algún partido político), los que no sé si estarán dispuestos a ser resueltos o derechamente rectificados por parlamentarios que han demostrado ser garantes eficientes de sus intereses particulares o de sus respectivas tiendas políticas (según cifras del SERVEL y del INE el número total de militantes de algún partido político representa 2,6% de la población total del país o el 3,2% del total del padrón electoral vigente a 2016). Aún así, la clase política impuso un pie forzado a los movimientos ciudadanos movilizados con la generación de este mal llamado “Acuerdo por la paz…” estableciendo un derrotero claramente desventajoso para los movimientos sociales organizados.
Por otra parte, la ciudadanía movilizada, a pesar de los enormes sacrificios en vidas humanas, heridos, detenidos y empeoramiento de una ya precaria calidad de vida; ha transmitido a la clase política, en un mes de movilizaciones, que mientras no se incorpore genuinamente su sentir en las decisiones del país y no se les considere en las decisiones ni se incorporen sus demandas en una agenda genuinamente social; los ciudadanos y ciudadanas junto con la primera línea de respuesta a la represión seguirán dispuestos a enfrentar los abusos y oídos sordos de la actual casta de fuerzas políticas que han promovido y protegido la expoliación económica, moral y cultural de todo un pueblo.
Creo que la hoja de ruta impuesta por el Parlamento deslegitimado habrá que recorrerla, para exigir el cambio de la actual constitución y definir el mecanismo donde el 100% de los delegados constituyentes sean electos. Pero también creo que la hoja de ruta definida por la ciudadanía, donde las asambleas autoconvocadas, cabildos abiertos, coordinaciones territoriales, movilizaciones permanentes, respuesta a la represión desbocada a través de la primera línea; representan una estrategia de acción legítima ante un Estado garante de derechos inexistentes administrado por representantes populares invalidados por los mismos que alguna vez los toleraron y que persisten tozudamente en seguir ninguneando a un pueblo cabreado que no está dispuesto a esperar un minuto más a que la “Copia Feliz del Edén” se haga carne de una vez por todas y para siempre entre mar y cordillera en esta esquina al fin del mundo.
Comentarios
19 de noviembre
El pueblo simula la Cámara Ciudadana Digital. Aprende a discutir como monos civilizados. Se organiza. Identifica objetivos. Se prepara para tomar el poder político (crea su partido, genera sus candidatos, crea un plan de Gobierno y Programa de Presupuesto Nacional. Convence a los demás monos).
Accede al poder político. Crea AFP de los trabajadores y su banco de dinero. Crea Fondo Monetario Civil y su Banco de dinero.
(De esta forma los monos bajan los costos de créditos a la mitad, suben la rentabilidad de las AFPs al doble y se preparan para que en el largo plazo Chile sea de los chilenos)
Decide políticas de penetración de mercado. Incluye empresas de servicios básicos, retail, pesca, minería, litio, bolsa de comercio, transporte, seguros, TAG. Todo. (No expropia: no somos alienigeno-comunistoides en busca de subsidios y de ver arder a América Latina financiados por narco terroristas seudo sociales estúpidivarianos; somos monos civilizados)
Estudia cómo compartir el poder económico y financiero con la mafia económica que ha financiado a la mafia de la dictadura de los partidos políticos, que tan de pronto se han puesto la manito en el corazón y no lo hicieron desde que el generalote dijo «no dejaremos que los políticos se lo metan al pueblo; para eso está la UDI Popular»…
«Se busca la forma de enjuiciar y expropiar a cada político traficante de influencias que no cumplió el Artículo 1º de la Constitución».
Dudas ?
(De pronto recordé la risa de Patán)
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