#Ciudadanía

Derechos Humanos: aquí y ahora

1 |
COMPARTIR
EN WHATSAPP
COMPARTIR
EN WHATSAPP

Imagen por Jonatan Díaz Herrera

La Declaración Universal de los Derechos Humanos fue firmada el 10 de diciembre de 1948 en París como respuesta de la comunidad internacional al horror de la guerra y el terror del holocausto. Su punto de partida fundacional es que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”. Esto representó un salto civilizador de envergadura histórica, a merced del cual los pueblos del mundo reafirmaron su convicción “en los derechos fundamentales, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres”.

La Declaración Universal proclamó que “la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”; afirmando la aspiración en “el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y la libertad de creencias”, un mundo sustentado en “el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades fundamentales”. Todo ello, “considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, con el fin de que la persona no se vea compelida al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión”.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos es hoy considerada el fundamento de las normas internacionales sobre los derechos humanos. Sin embargo, la experiencia del último medio siglo de devenir de los pueblos de América Latina y el mundo permite comprobar que es una perspectiva pendiente de materialización.


¿Por qué, si los derechos fundamentales resultan incuestionables para todos son vulnerados constantemente hasta el punto en que descubrimos que las violaciones a los derechos humanos son la norma en nuestras sociedades?

La irrupción del neoliberalismo se ha transformado en el obstáculo principal para la plena vigencia de los derechos humanos.

En primer término, porque su entronización fue el resultado de la imposición de dictaduras, como en el caso chileno, que para lograr la implantación de ese paradigma en la sociedad violaron en forma grave, sistemática y generalizada los derechos humanos de la población y establecieron una Constitución Política que vacía de contenido democrático la institucionalidad, para garantizar la reproducción del modelo. En segundo lugar, porque un rasgo básico del neoliberalismo es que reconvierte los derechos sociales en bienes de mercado y todas las relaciones sociales pasan a ser de intercambio mercantil, lo que está en contradicción con las dimensiones económicas, sociales y culturales de los derechos humanos.

En los países en que el neoliberalismo se ha intentado implantar en condiciones de democracia liberal, la respuesta inequívoca ha sido el uso de la fuerza del Estado en contra de la sociedad que resiste. En las naciones en las cuales se ha intentado poner en marcha nuevos modelos de desarrollo, se han propiciado golpes de Estado en contra del régimen de Derecho, imponiendo dictaduras o regresiones autoritarias.

En Chile, la irrupción de la revolución ciudadana frente a los abusos y la desigualdad ha tenido como respuesta un cuadro de gravísimas y numerosas violaciones a los derechos humanos, lo que ha sido acreditado ampliamente por Amnistía Internacional, Human Rights Watch, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Hemos constatado el recrudecimiento de las tensiones generadas por los modelos neoliberales. Luego de la enorme violencia desplegada durante la instalación de esos modelos, se pretendió propagar el imaginario de un pacto social sustentado en la confianza en una elite tecnopolítica portadora de lo que se aseguraba era el único modelo capaz de conducir las economías hacia el bienestar general, proclamando además que el neoliberalismo era el único modo compatible con la democracia. Sin embargo, ha mostrado el fracaso de su promesa a las sociedades.

Frente a las exigencias ciudadanas de una redistribución de la riqueza, la elite en el poder, que se ha instalado cómodamente en los aparatos estatales y monopolizado todos los rincones de la economía, reacciona con violencia sísmica en contra de la sociedad movilizada. El despliegue desatado de la transgresión de los derechos humanos sigue siendo la pulsión del poder basado en la violencia.

La pesadilla no se desvanece cuando la descubrimos. Por el contrario, los poderosos de siempre generan nuevas mitologías justificadoras de sus privilegios y endurecen el castigo en contra de los pueblos en rebelión.

¿Por qué, si los derechos fundamentales resultan incuestionables para todos son vulnerados constantemente hasta el punto en que descubrimos que las violaciones a los derechos humanos son la norma en nuestras sociedades?

Las declaraciones y pactos han operado hasta ahora como sugerencias, esperanza y voluntad. Su actualización merece revisar cuáles con las razones que motivan a los seres humanos a cometer horrores contra otros, no solo en la forma de crímenes de odio, sino más bien como la acción fría y calculada. Detrás de una decisión política o económica que condena el destino de millones de personas hay la persecución de un interés y no solo un abismo cultural o la pura maldad.

Nuestra sociedad debe transitar de lo declarativo a la acción concreta, desde lo político, desde lo material, desde el propio cuerpo, desde nuestras comunidades y nuestros territorios. Lo concreto, entonces, es librar una lucha por redefinir las normas que sostienen nuestras sociedades, y al mismo tiempo, poner en marcha el cambio que esperamos. Y es que ese cambio no ocurrirá mientras los intereses detrás de la violencia sigan operando.

Para materializarlo, asumimos que el campo jurídico es clave. Transitar desde lo discursivo a lo normativo es quizá la batalla más importante de nuestro tiempo. La defensa y valorización de los DDHH está finalmente definida por el código del derecho y la tarea de todas y todos es impregnar el proceso constituyente en Chile con el poder más humanizador de toda nuestra historia.

TAGS: #DerechosHumanos

Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras  Reglas de Comunidad

Comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Quedan 1500 carácteres.
Ordenar comentarios por:
roberto fermín bertossi

14 de febrero

¿Resignación ciudadana o desobediencia fiscal?
“Cuando una ley es injusta, lo correcto es desobedecer”
(Mahatma Gandhi)
Como ciudadanos y contribuyentes empobrecidos (cuasi fundidos) … ¿debemos seguir asumiendo sin más: a) Inequitativas reducciones oficiales en las retenciones para hidrocarburos como sobre minería del 12% al 8%; b) Injustos incrementos al campo sobre derechos de exportación; c) Injustas e irrazonables tasas, contribuciones e impuestos en materia de inmuebles urbanos, rurales, automotores, servicios públicos esenciales (agua potable, luz, transporte, peajes); d) Externalidades negativas en el culposo desagio de nuestra moneda (art. 75 inc. 19 Constitución Nacional (C.N.)); e) La indigna pérdida del poder adquisitivo de los salarios frente a una insoportable e imparable inflación; f) Devaluaciones infames y enriquecimientos ilícitos de la casta política; g) Incumplimientos del Estado con la deuda interna y externa (art. 75 inc. 7, CN.) (descredito financiero internacional, inseguridad jurídica, reticencia de inversiones); h) El flagelo de “precios descuidados”; i) Flagrantes incumplimientos del contrato social tanto nacional, como provinciales y municipales; j) Otro cruel desbaratamiento de derechos adquiridos por jubilados y pensionados ordinarios, kl) “Ralentización o procastinación” de la coparticipación y/o reparación financiera a los gobernadores por las pérdidas de la misma; l) Muerte de argentinos por falta de nutrientes apropiados; m) Bancarro

Ver todos
Ocultar

#NuevaConstitución

VER TODO
Para la ciudadanía la rotonda sin salidas es como vivir el castigo de Sísifo, destinados a llevar una pesada roca política a la cima de la montaña, solo para verla rodar montaña abajo y volver a repeti ...
+VER MÁS
#Política

De vuelta a la rotonda política

Para la ciudadanía la rotonda sin salidas es como vivir el castigo de Sísifo, destinados a llevar una pesada roca política a la cima de la montaña, solo para verla rodar montaña abajo y volver a repetir el ciclo interminable de esfuerzo y fracaso

Que existe agotamiento en múltiples sectores, difícil es de negar. Y eso incide en la viabilidad política actual. Pero eso no significa que el dilema constitucional esté cerrado
+VER MÁS
#Política

El mito del cierre definitivo del proceso constituyente/constitucional

Que existe agotamiento en múltiples sectores, difícil es de negar. Y eso incide en la viabilidad política actual. Pero eso no significa que el dilema constitucional esté cerrado

A pesar de los obstáculos y desgastes, el compromiso adquirido para modificar la Constitución debe ser respetado y llevado a cabo para reconectar con las expectativas y necesidades del pueblo
+VER MÁS
#Política

¿Nos jodimos todos?

A pesar de los obstáculos y desgastes, el compromiso adquirido para modificar la Constitución debe ser respetado y llevado a cabo para reconectar con las expectativas y necesidades del pueblo

El pueblo de Chile, está hastiado de la reyerta de baja monta, no quiere ver más discusiones bizantinas, alejadas de sus problemas cotidianos. Los chilenos y chilenas favorecen los acuerdos, pero esos no ...
+VER MÁS
#Política

Las lecciones del plebiscito

El pueblo de Chile, está hastiado de la reyerta de baja monta, no quiere ver más discusiones bizantinas, alejadas de sus problemas cotidianos. Los chilenos y chilenas favorecen los acuerdos, pero esos no se han visto por ningún lado

Nuevos

Se diría entonces que los humanos somos en sí mismos, como especie ajedrecística, en este caso, el medio, y cada jugada, un misterio hacia adelante o hacia atrás que nos contesta a ratos; con un poco de ...
+VER MÁS
#Deporte

Sonja Graf: Un retrato a lo Peaky Blinders del ajedrez

Lo que necesitamos como sociedad, es que gobierno y oposición, actúen con responsabilidad. El flagelo de la delincuencia, afecta todos los aspectos de nuestra vida, y era que no, produce severos efectos e ...
+VER MÁS
#Internacional

El legado de Cúcuta

Es urgente que las autoridades den el ejemplo y que el Estado de Chile haga rendir cuentas a los responsables de estos crímenes con premura y determinación, pues la impunidad no puede continuar en el paí ...
+VER MÁS
#Justicia

Una más del general Yáñez

Según la Encuesta de Bienestar Social (2021), en Chile las personas dedican más de un tercio de su tiempo diario a labores de cuidado, y un 85% de aquellos que pasan más de 8 horas al día en esta labor ...
+VER MÁS
#Sociedad

Avances y retos en el cuidado familiar en Chile

Popular

Según la Encuesta de Bienestar Social (2021), en Chile las personas dedican más de un tercio de su tiempo diario a labores de cuidado, y un 85% de aquellos que pasan más de 8 horas al día en esta labor ...
+VER MÁS
#Sociedad

Avances y retos en el cuidado familiar en Chile

No hemos logrado dar una lectura a la percepción de clases medias y bajas sobre posibles choques culturales, el miedo a la perdida de trabajo o si en su comuna no colapsará la entrega de diversos servicio ...
+VER MÁS
#Política

El sesgo de clase en la batalla cultural del frente amplio

Los empresarios, por la gran responsabilidad que cae sobre sus hombros, no tienen que ambicionar ser los mejores y más ricos del planeta, sino que ser los mejores “para” el planeta, colocando a las per ...
+VER MÁS
#Sociedad

Razas y subhumanos una creencia para justificar atrocidades

La información pluralista y de calidad, la cultura de buen nivel, los valores democráticos y de civilidad, deben ser considerados igualmente derechos de todos los chilenos, y un deber a cargo de los recur ...
+VER MÁS
#Política

Tv pública, una reforma pendiente