Cacerolazos, secuestros virtuales y un sinfín de otros hechos nos han hecho pensar sobre la delincuencia. Sobre el país que vivimos o sobre el que muchos otros quieren que vivamos. Pareciera que el pánico es la sensación de moda. El que no se escandaliza y golpea la mesa, es simplemente un encubridor de delincuentes; una persona a la que muchos se enfrentan con el clásico “ojalá que nunca te pase eso”, lo que es una manera muy peculiar de desearle mal a otros por estos días.
Pareciera que es más importante gritar antes de entender cómo debe actuar un gobierno. Los gritos efectistas son pedidos por todo el que quiere que vivamos en un país peor del que vivimos con tal de tener la razón. Con tal de que su descontento político con una u otra administración se esconda tras la sensación de terror. Parece que es más fácil. Por lo menos trae más réditos esconder las intenciones políticas tras cierto súper heroísmo siempre es mejor visto que plantear medidas serias y lentas. Graduales y que obtengan resultados importantes que se sostengan en el tiempo.El debate de la delincuencia es ideológico y quienes dicen que no lo es, son quienes lo evidencian. Son los que se esconden tras un pragmatismo para decirnos que lo que ellos piensan es lo que se debe hacer, con mano dura.
El debate de la delincuencia es ideológico y quienes dicen que no lo es, son quienes lo evidencian. Son los que se esconden tras un pragmatismo para decirnos que lo que ellos piensan es lo que se debe hacer, con mano dura. Con fuerza. Sin mirar a quien, porque hay un enemigo al cual exterminar y no hacerlo es ser débil, defensor del mal, o bien un delincuente más. Esa es la altura del intercambio de ideas al respecto: sólo son fervientes victimizaciones versus quienes queremos que este problema se trate desde una perspectiva responsable.
Es evidente que nadie quiere ser víctima de un delito. Es evidente, también, la rabia que experimenta cuando sufre uno. Pero trasformar nuestra sensación-ahí de nuevo las sensaciones-, en una política país, es claramente una irresponsabilidad. Porque gobernar no es ser un guardia de los miedos y traumas de los ciudadanos, sino que es trabajar y hacer todo lo posible para que la sociedad pueda mejorar en todos sus aspectos.
No podemos seguir viviendo en una cárcel mental si es que antes no nos preguntamos por qué estamos sumergidos en ésta. No puede ser que sigamos regodeándonos en los efectos de los delitos y no nos preguntemos por qué pasan y qué hemos hecho mal. Esa es una pregunta esencial que debe formar parte de una verdadera conversación. De un real planteamiento al respecto. Lo demás son sólo colores agudos que nublan nuestros ojos, y ruidos subidos de volumen que nos ensordecen. Que nos impiden sentarnos realmente y contribuir con nuestras miradas.
El miedo es la mejor manera para impedir que una sociedad converse. Es la única manera en que las ideas reaccionarias se convierten en populares y se agarran de lo que pudo o no sentir un ciudadano en un hecho particular, para así convertirlo en un capital electoral. En un discurso que congregue a varios adeptos y que mientras niegan correligionarios de una idea en particular, son los mejores militantes de un dogma sin saberlo. No caigamos en ese dogma, y no nos inventemos un país que no existe.
Comentarios
19 de agosto
Triste manera de pensar, parece ser que al fin se puede o se intenta seriamente esconder el sol con un dedo, y claro, esta la refriega ideológica a quien no piensa así, que es un reaccionario o alguien que esta alucinando, este enfoque es un argumento cerrado como un muro infranqueable que sólo descalifica duramente. Quizás la delincuencia sea un problema real que afecta a ciudadanos reales, no a constructos imaginarios.
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26 de agosto
No vislumbro qué pueda tener de ideológico el temor a la delincuencia. No creo que exista una ideología para ello. Es como fundar una teorética cósmica para los nudos de corbata. Dicho esto, el tema de la delincuencia es el talón de aquiles para la izquierda, es su Waterloo, una contradicción interna insostenible e insalvable. Y antes de aclarar por qué, considero prudente advertir la importancia de ir al fondo de las cosas para entenderlas, a la quintaesencia, a lo elemental, a eso que de puro pavos no percibimos pero que ha estado siempre allí, frente a nuestras narices. Y retomando digo …¡ES QUE NO PUEDES QUEJARTE SI DESPUÉS DE ANDAR PREDICANDO A LOS CUATRO VIENTOS LA IDEOLOGÍA DEL ESTATISMO, PROCLAMANDO QUE EL ESTADO RESOLVERÁ ESTO Y AQUELLO, LA POBLACIÓN TE RESPONDA PIDIENDO QUE EFECTIVAMENTE LO HAGAS! ¿Qué otra cosa esperabas?, ¿que te aceptasen soluciones de problemas que no son los que interesan? Recuerdo a un sujeto que se me atravesó tiempo atrás en la calle, ofreciéndo en venta ropita de niñita. -«Pero si yo no tengo niñitas» -«Pero para cuando las tenga» Ahj, qué tipo tan majadero. Bueno, con los estatistas en el Chile actual es lo mismo. Elogian al Estado ofreciendo soluciones a problemas que ellos mismos eligen, pero no tienen las soluciones que la ciudadanía prioriza. A esos problemas les llaman «efectismo»
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26 de agosto
Hoy en las noticias se hablo de una Campaña llamada «No regales tu seguridad”, que es para prevenir los robos de autos al estilo portonazo.
Porque claro, la culpa de que me roben en auto EN LA PUERTA DE MI CASA es mia. Yo soy la imbecil que se le ocurre tener auto y se me ocurrio ponerle bloqueador de manubrio, por lo que el pobre delincuente, la pobre victima malvada de mi hecho, tiene a fuerza que atacarme EN LA PUERTA DE MI CASA para robarme el auto.
Y como yo voy a seguir esas recomendaciones, el pobre delincuente no tendra otra que entrar a mi casa y robarme de ahi el auto… claro, despues de robarme todo lo demas tras golpearme hasta romperme la cabeza.
«El miedo es la mejor manera para impedir que una sociedad converse. » Bien, conversemos: un hombre que trabaja como cajero es quemado vivo por unos delincuentes. Detienen a unos sospechosos: «No, yo no fui, yo jamas haria algo asi». ¿Seguro? Porque esos mismos sospechosos fueron pillados horas despues robando. Una tipa es detenida manejando borracha un auto que no es suyo, que es de un hombre al que ha asesinado: «Legitima defensa, el quiso abusar de mi». Aja, y por eso ella maneja el auto del asesinado borracha.
Yo estoy de acuerdo en que uno de los graves problemas que tenemos no es el tipo de noticias que se cubren, sino la forma en que se hace. Y si las noticias hacen un escandalo por cada acto delictivo, obviamente que el tema estara siempre encima y habra polemica, debate, etc. Si en la mañana nos levantamos con «robo, asesinato, violencia» vamos a estar jodidos el resto del dia, y vamos a joderle la vida al resto.
PERO
No podemos seguir como estamos. Porque resulta que es gracioso que a la hora de hablar de delincuencia dale que dale con responsabilizar a la sociedad. No señor, la sociedad no es responsable. Los delincuentes no son huerfanitos, tienen mama, tienen papa, y son ellos, no nosotros, los que han incumplido su obligacion de educar, de enseñar a vivir en sociedad a su prole y de obligarlos a hacerlo cuando no quieren. Y no es la sociedad, es el delincuente el unico responsable de sus actos. Los delincuentes DECIDEN SERLO. No son obligados, no lo necesitan, lo deciden. Cuando se organizan para robar en servicentros no hay casualidad, hay decision. Cuando entran a una casa y atan a niños para robarles cosas, no hay casualidad, hay decision. Y lo que a mi me tiene harta es que despues que un tipejo de mierda me robo mis cosas de mi casa resulta que la culpa es mia, porque como no entiendo al delincuente, como no asumo mi responsabilidad de tener cosas en una casa en donde esa pobre alma entro sin permiso rompiendo la chapa de mi puerta.
Es hora de que se acabe la victimizacion del delincuente. Y ya basta con culpar a la sociedad de todo. Es hora que las personas asuman las responsabilidades de sus actos.
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Delincuencia: ¿Qué hacer?
No faltan los gobiernos que intentan ponerle el cascabal al gato y se ponen a construir cárceles para superar el histórico déficit que tenemos no solo nosotros, sino que todo el mundo. Lo que se haga en materia carcelaria no es sino una manito de gato que no le hace ni cosquillas a la delincuencia, porque siempre se quedarán cortos.
Hacia un diálogo racional, y no pasional, sobre la delincuencia en Chile
Valdría la pena, por ejemplo, analizar si la agenda corta anti-delincuencia del año 2007, cuyos énfasis fueron bastante similares a los de esta nueva, tuvo los efectos esperados sobre la reducción de la criminalidad.
Apego, cariño y delincuencia
La clave, para mí, está en preocuparse de ser buenas personas, ninguna mente brillante en el congreso aún se da cuenta que ni con leyes más duras, ni con más cárceles, ni con más bonos sociales, ni con mejor salud, ni con mejor educación, ni con nueva constitución, ni con afp estatal, ni con legalización de la mariguana, ni con ley de aborto, ni con matrimonio universal, ni con regionalización, se podrá alcanzar la sociedad que queremos, si antes no empezamos por preocuparnos de aceptar y dialogar con nuestros semejantes sobre cómo ayudar a quienes sólo quieren sentir que no han sido abandonados.
La seguridad ciudadana: Sus saberes y frustraciones
Desde las perspectiva de la racionalidad en el uso de los recursos públicos, en los hechos económicos resulta más eficiente para la sociedad sostener a quienes están en riesgo de delinquir que pagar los costos de su mantenimiento privados de libertad –entre 300.000 a 500.000 pesos mensuales-, pero bien sabemos que una cosa es que ese subsidio lo reciba el delincuente condenado y otra que sea transferido al sistema que se hace cargo de él.