Todos somos testigos del considerable incendio forestal que azota a Chile; por medio de la prensa se pretende que pensemos que esto es solo fruto de algunos pocos delincuentes -no hay otro concepto que se pueda ocupar para referirse a estas personas desquiciadas que dañan el ecosistema con sus acciones-.
Debemos asumir nuestras responsabilidades y exigir que las políticas de Estado no vean el tema solo del punto económico; que incluyan en sus decisiones como cuidamos el mañana, porque hoy solo queda la percepción.
Todos los focos de incendio pueden ser considerados diferentes solo por la voracidad de su ataque y la extensión del territorio afectado, pero tienen algo en común, como lo han expresado diferentes especialistas que han señalado en los medios: la responsabilidad es casi en su totalidad por intervención del ser humano.
Siempre se habla de la prevención y nace la pregunta ¿cómo es posible que existiendo grandes avances tecnológicos? No se ha puesto en evaluación cómo se están realizando las plantaciones de pinos y eucaliptos. A mi entender, una de las razones es la plantación indiscriminada en el menor espacio territorial; la legislación vigente literalmente no regula cuál es el límite o la distancia más adecuada entre árboles que permita una mejor limpieza del suelo, ni la construcción de corta fuegos y tampoco cuál es la distancia de las plantaciones arbóreas.
Se puede encontrar bastante información científica acerca de lo que producen los pinos -denominadas hojas aciculares- y el eucalipto (gran consumidor de agua: no permite que esta llegue a la tierra llevando consigo a que el territorio plantado tenga un impacto de en la perdida de agua, la gran pérdida de nutrientes y de biodiversidad además de la contaminación por pesticidas ante la plantación indiscriminada de esta especie arbórea).
¿Qué les pasa a los caseríos en las comunas de la Provincia de Ñuble? Escasez de agua: la única herramienta para abastecer, como política de Estado, es seguir con el gran negocio de contratar camiones aljibes con una inversión millonaria ¿Por qué se produce esto? Hay que mirar la historia.
En 1974, el Director Nacional de Conaf era Ponce Lerou, quien hoy es uno de los principales accionistas de Soquimich. Junto al gobierno militar de aquella época firmó el decreto supremo 701, donde se estableció ahí el fomento forestal para recuperar terrenos que no eran aptos para la agricultura, donde el Estado subsidió la plantación de especie arbórea: el Estado pagó -y lo sigue haciendo- formando una bomba de tiempo que daña el territorio. Dicho decreto se terminaba en el año 1997 , pero ¿qué paso ahí? Se amplió, si no me equivoco, hasta el 2014; se evaluó la implementación de este decreto en esta fecha cuando el congreso lo prorrogó por los años antes mencionados. ¿Estamos en condiciones de seguir respaldando un decreto que nace hace 40 años? ¿Usted cree que estamos en condiciones de hacerlo? Habría que consultarles a los congresistas qué piensan, cuál es su mirada y cuáles son sus intereses, porque para nadie es un misterio que muchos de ellos tienen más de algún interés en esta actividad comercial.
Estamos instalados en una bomba de tiempo, territorio inflamable, lo que produce el pino, los trabajos no fiscalizados de los bosques, la intervención del hombre está lista y dispuesta a dañar el ecosistema. Debemos asumir nuestras responsabilidades y exigir que las políticas de Estado no vean el tema solo del punto económico; que incluyan en sus decisiones como cuidamos el mañana, porque hoy solo queda la percepción. Algunos se han enriquecido a costa de la poca rigurosidad de la ley: hay que buscar los equilibrios y que aquellas personas que tienen en sus manos el poder de revisar, de actualizar del decreto 701, de discutirlo en el Congreso, sean capaces de crear leyes que permitan evaluarlas en el tiempo, demostrando que están ahí no para cuidar el interés de algunos pocos, sino que están para legislar por el bien superior que es Chile.
Rodolfo Gazmuri Sánchez
Presidente ONG “Vuelve a Sonreír”.
Comentarios
02 de febrero
El artículo 701 fué motivado por el crecimiento económico a travez de capitalizar suelo no agrícola, es consecuente con eso y ha resultado un éxito para ese propósito, el 701 solucionó con éxito la coyuntura de turno en su tiempo, por lo tanto también se hizo en su momento por el bien superior de Chile y como en toda industria ahora el exito prolongado nos ha llevado a otra coyuntura que nos obliga a revisar la regulacion para corregir, precisar y fiscalizar, o sea normar mejor, la forma de producir.
Evolucionemos un poco y saltémonos aunque sea por una vez la majaderia de discutir por ideologia si la normativa actual es buena o mala. La cuestion es que hoy el 701 no es suficiente para regular la explotación de suelo forestal porque se debe dar mas garantia de que esta tragedia no vualva a ocurrir y para eso solo se necesita un anexo al 701 con la regulación consecuente para seguir garantizando la producción sólo que con mejores resguardos a la misma y su entorno. Es lo que dicta ahora el bien superior de Chile.
Saluidos
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