Tenemos voz…
Como nunca antes. Internet ha ampliado las posibilidades de que cualquier persona se manifieste, reclame, apoye, o denuncie.
«Como nunca antes. Internet ha ampliado las posibilidades de que cualquier persona se manifieste, reclame, apoye, o denuncie.»
En esta sociedad la protesta de los ciudadanos ha implicado un involucramiento vía Internet en donde estas nuevas herramientas de colectividad han redefinido el movilizarse para lograr cambios. Y este activismo digital, protesta electrónica o ciberactivismo, ¿Ha provocado un aumento en la cultura cívica, habilidades políticas, participación política o simplemente en la intervención de los internautas? Confieso que sí, este uso de las redes sociales especialmente ha facilitado y alentado el que el activismo político sea un motor de cambio, aunque no tanto como uno quisiera, pues de serlo como corresponde ya habrían varios políticos buscando trabajo en el área privada.
Pensemos, ¿Qué ha aportado Internet y las redes sociales a los movimientos sociales? ¿Ha sido solamente una “nueva forma” de realizar acciones? ¿El realizar marchas se ha trasladado a un click para apoyar una causa? Claramente que mediante la red los movimientos sociales se han visto fortalecidos, se han organizado de una manera diferente, se han difundido globalmente, y ya no pasan desapercibidos.
Ya tenemos voz, utilizando un espacio virtual, pronto tendremos voto, utilizando el mismo espacio, y con ellos seremos plenos ciudadanos digitales, que no es lo mismo el de ser ciudadanos alfabetizados digitalmente.
Por allí leía un artículo titulado: “Mucho ciberactivismo, pocos votos” donde un candidato a Presidente en Colombia abusó de las redes sociales para su campaña electoral y se confió, pero el problema surgió en que los adeptos que había ganado no votaban, y tuvo un estrepitoso fracaso, aunque su campaña destacó por la innovación. Para evitar esta relación de mucha Red, poca calle, mucho ciberactivismo, pocos votos, debemos e-ducar a los internautas que ejercen el activismo digital, para que a su vez, esa disconformidad que externaliza en Internet, también pueda hacerla palpable y que permita cambios radicales, y ello muchas veces se logra con el voto, o debería lograrse. Pensemos, si un ciberactivista está totalmente en contra de un candidato, y tiene voz, pero no tiene voto, sirve de mucho a la hora de lograr ser él mismo un impulsor y creador del cambio? Podrá abrir los ojos a ciertos votantes, ¿pero eso es suficiente?
Debe ser un complemento, el ciberactivismo no puede estar solamente inserto en la Red, también debe lograr que aquellos internautas que lo profesan sean artífices del cambio, en la vida offline.
Pronto habrá elecciones y aprovechando las redes sociales, y la participación de los internautas, sería un agrado ver un debate entre los candidatos, por ejemplo, ver a candidatos sin un esquema preparado y que realmente los que reclamamos por la Red seamos los que pregunten, sin respuestas preparadas, donde cualquier usuario de internet pueda enviar su consulta, se seleccionan varias y son respondidas en el momento por los candidatos asistentes. Podría ser, no creen?
Tenemos voz…
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