En consecuencia, YoVivoMap8, es un proceso para develar un ”tesoro oculto” en el centro de nuestra ciudad y nos sirve de ejemplo para descubrir otras infraestructuras ocultas o mal gestionadas.
Este sábado 26 de abril de 2014, los habitantes de Santiago de Chile disfrutaremos por segunda vez en la historia que se recuerda de la ciudad, YoVivoMap8. Una intervención urbana que se trata básica y simplemente de bajar a la orilla de nuestro Río Mapocho para habitar su ribera. Esta intervención nace del proyecto de urbanismo Mapocho Pedaleable, con la organización del Colectivo Ciclista Metropolitano MueveteStgo y con el apoyo y participación de los municipios de Providencia y Santiago. Un ejemplo profundo de participación ciudadana, integrando en un proceso de varios meses tres estamentos sociales: Profesionales con vocación pública, Ciudadanía organizada y Gobierno local, tema que en sí mismo da para otra columna.
A partir de esta intervención surge la pregunta: ¿Cómo es posible que una ciudad carente de áreas verdes y espacio público integrador, haya abandonado por más de un siglo la ribera de su principal río? El cajón del río Mapocho, en su tramo central (Providencia y Santiago) es una “mega obra de ingeniería” sobre la cual desde los orígenes de la ciudad se ha invertido enormes recursos públicos, pero ninguna de esas intervenciones ha considerado este espacio como un valor social. Toda la ingeniería y recursos se han destinado a “solucionar tuberías” para agua y para autos.
El problema es cultural, está en nuestro “modelo de ciudad” asociado al “modelo de desarrollo”. Está en nuestra manera de entender el espacio urbano, o mejor dicho en nuestra total falta de visión del espacio urbano. Y a esta falta de visión debemos agregar: “Las excusas de la infraestructura”. Estas excusas han servido a cada autoridad, a cada gobierno y en general a la sociedad santiaguina para no ejecutar los cambios y políticas que sólo dependen de la voluntad.
Por ejemplo, si pensamos que la Costanera Norte costó aproximadamente U$D 500 millones, el aumento que hubiera significado construir Mapocho Pedaleable calculando un costo referencial de U$D 3 millones, es menor al 1%. Podemos hacer este ejercicio con cualquiera de las obras de ingeniería que se han realizado sobre el río y el resultado será el mismo. Los recursos han estado siempre, falta visión. Peor aún que la excusa del costo de las infraestructuras, es la negación de su potencia como obras de Arquitectura y Urbanismo generadoras de espacio público. El cajón del río no fue pensado para el habitar de los ciudadanos, sin embargo la infraestructura construida está en potencia de espacio urbano. El año 2013, 5.000 personas bajaron y disfrutaron del río con un costo marginal (dos rampas mecano).
En consecuencia, YoVivoMap8, es un proceso para develar un ”tesoro oculto” en el centro de nuestra ciudad y nos sirve de ejemplo para descubrir otras infraestructuras ocultas o mal gestionadas.
Pensemos el caso de las “ciclovías” o la falta de ellas. El año 2013 se actualizó el Plan Maestro de Ciclovías con un horizonte de ejecución al año 2032. Parece una mala broma pensar una solución que es urgente, fácil y barata dejarla para 20 años más. ¿Cuál es la excusa? La infraestructura. Pero si, al igual que para el río Mapocho, dejamos de ver nuestras calles como una tubería sobre la cual calcular flujos vehiculares y observamos el espacio público que hay en ellas. Lo primero que veremos es que la “gran ciclovía”, bien conectada, con buen pavimento y señalizaciones ¡ya existe! Está en la puerta de tu casa, esa calle que hasta ahora es entendida como un espacio para el desplazamiento de automóviles, es la infraestructura que necesitamos. Ni más ni menos.
¿Qué es lo que falta entonces? Voluntad política, capacidad de cambiar el lente y descubrir que la gran inversión que ya se ha hecho en infraestructura vial, está simplemente mal gestionada e injustamente distribuida. Una mejor gestión y distribución del espacio público significa, prioridad al peatón, al transporte público y modos sustentables de movilidad; menor velocidad, eliminación de estacionamientos en superficie y desincentivo al uso de automóvil particular, entre otras medidas.
¿Alguien puede entender que el supuesto conflicto peatón-ciclista se reduzca a un espacio menor a 1/5 del ancho de cualquier calle? O sea, el 70% de los habitantes de nuestra ciudad tenemos que intentar convivir en menos de un 20% del espacio público y el otro 30% de habitantes que se mueve en automóvil particular, puede usar y abusar del 80% del espacio público que es la calle.
La supuesta falta de infraestructura no puede seguir siendo excusa para cambiar el modelo y visión de ciudad. Se debe actuar con voluntad política y sentido de justicia para corregir la mala distribución de la infraestructura ya construida. YoVivoMap8 es un gran ejemplo.
Comentarios
25 de abril
Estimado
Me parece muy bien la iniciativa, darle vida a la ribera del río es un especio muy necesario. Si hay algunas consideraciones, el río se encajonó de la forma que está por eventos lluviosos de años anteriores, hay que revisar y estudiar bien dicho tema, revisar los sectores críticos y verificar con detalle los lugares donde sea más factible realizar. De los datos que manejo, en eventos importantes (que se dan cada 25 o 50 años) el río puede crecer y ocupar todo el ancho de la ribera actual, por lo que hay que estudiar bien el tema. Sin perjuicio de ello, creo que se pueden efectuar obras de encauzamiento como protecciones en gaviones o enrocados para generar los espacios adecuados con suficiente seguridad para años normales, pero hago incapié que reducir la ribera del río puede, eventualmente, generar desbordes y situaciones no deseables
Muy buena la campaña, para dar conciencia a la ciudad de la importancia de la movilidad en bicicleta y se tome en cuenta en la infraestructura vial
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25 de abril
Gracias Sergio por el interés.
Te cuento que el proyecto lo explican con mayor detalle los arquitectos de la idea Pedaleable.org
Pero en relación a la preocupación por una posible disminución del cauce actual , el proyecto no lo plantea.
El proyecto se propone como un área inundable ante las crecidas normales y con mayor razón en las excepcionales.
En este sentido se aplica un criterio de sustentabilidad que es el respeto por los ciclos naturales. Con las escasas lluvias de Santiago, se tendría una ocupación casi permanente.
Dicho de otra forma, «cuando llueve todos se mojan»
Slds
27 de abril
Buena nota, me parece interesante que se intenten resolver mediante la bicicleta, los problemas de movilidad del Santiago actual.
Utilizo la bicicleta como medio de transporte dentro de la ciudad y estuve presente en la primera cicletada que se realizó unos años atrás en un pequeño tramo hacia el oriente de la rivera. En primer lugar, pienso en el problema sanitario que hay en el río: mucho ratón, desecho, vidrios, basura y claro, todos sabemos que ese río no trae sólo piedras. En segundo lugar y, pensando en la metáfora de «develar un tesoro oculto», pienso que debería considerarse la situación de extrema pobreza y vulneración en la que viven varias personas a la orilla del río Mapocho. Entonces sería muy responsable hablar de la posición que toma un proyecto con estas características frente a las «caletas de personas» que habitan en el lugar y que ayer parece que fueron invisibilizados (nuevamente), por todas las personalidades políticas democráticamente electas que asistieron a este tan bien intencionado evento.
Saludos.
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