En estos días, Chile enfrenta múltiples desafíos en varios ámbitos (educación, salud, pensiones, ciencia, seguridad, transporte, representatividad en nuestro sistema democrático, etc.). Todos los temas requieren ser analizados con una visión de Estado y una mirada país que logre convocar a la empoderada ciudadanía y hacerlos no solo sentir escuchados sino que ser partícipes de sus soluciones. En esta columna me voy a enfocar al tema de transporte de carga, esbozar ideas muy preliminares (“algo”) sobre cómo me gustaría nuestro futuro y finalmente algunas preguntas abiertas en como incluir el elemento democratizador en este tema.
En el mundo moderno, el cómo nos conectamos virtual y físicamente con otros países es crucial. Gracias a las nuevas tecnologías, no es raro ver productos chilenos en mercados que antes eran inimaginables. Así mismo, productos de otros países pueden transitar por Chile o ver en nuestro mercado un destino atractivo. Las relaciones comerciales son así un tema estratégico para cualquier país. De ellas dependen muchos empleos, crecimiento económico y por que no decirlo, la imagen que proyecta el país hacia el mundo. En la actualidad, Chile está fortaleciendo sus relaciones comerciales con los países de la región de Asia Pacífico. Además, en el corto y mediano plazo, tenemos que adelantarnos y profundizar nuestra integración a la Alianza del Pacífico, de manera que este nuevo “sello” de nuestros productos siga manteniendo nuestra identidad y traiga para Chile todo el valor agregado que conlleva el pertenecer a la octava economía del mundo (la cuarta más dinámica y la quinta más grande). Estos, son solo un par de ejemplo entre varios otros valiosos esfuerzos.El transporte intensivo de productos desde un lado del mundo hasta el otro es entonces una característica de la globalización. Y son los puertos, aeropuertos y terminales de carga la imagen que el país proyecta en estas materias, el corazón y centro de las relaciones comerciales chilenas.
El transporte intensivo de productos desde un lado del mundo hasta el otro es entonces una característica de la globalización. Y son los puertos, aeropuertos y terminales de carga la imagen que el país proyecta en estas materias, el corazón y centro de las relaciones comerciales chilenas. En el mundo globalizado, la competencia entre puertos es cada vez mayor. Es por eso que nuestro Estado debe adelantarse a lo que otros países hacen en la materia y prestar atención al diseño y la accesibilidad de nuestra infraestructura. Una infraestructura obsoleta, mal conectada, se traduce en una pérdida de competitividad que no podemos darnos el lujo de mantener en el tiempo. En una carta enviada a un diario (y que probablemente no será publicada), menciono las siguientes tres visiones que creo que como país debemos tener en la materia:
“Chile debe ser líder en la región en cuanto a eficiencia en los procesos de transporte de carga, desde Chile, hacia Chile o pasando por Chile.”
Y es que mirando el fuerte impulso que Perú está dando a las inversiones en sus puertos e infraestructura, hace presagiar que cualquier atraso en nuestros proyectos nos traerá consecuencias. Particularmente, el ya demorado proyecto de conexión bioceánica con Argentina nos indica que debemos profundizar la evaluación y optimización de nuestros propios procesos en temas estratégicos geopolíticamente hablando. ¿Podemos pensar en competir con el canal de Panamá o con el corredor ferroviario Bioceánico Central y ser el centro de paso del intercambio entre por ejemplo Brasil o Argentina con China?
“Necesitamos priorizar proyectos que aumenten nuestra conectividad logística. Junto a la expansión y aumento de la eficiencia portuaria, se necesita fomentar fuertemente el desarrollo de proyectos ferroviarios, desde y hacia nuestros puertos.”
Y no es porque trabaje en investigación de ingeniería ferroviaria o porque sea un nostálgico del tren en Chile (que sí lo soy). Soy un convencido de que el desarrollo de proyectos de infraestructura no solo genera en sí mismo valor agregado al país, sino que miles de empleos, y recursos que se ocupan en Chile y para Chile. En muchos países el modo ferroviario está en aumento. En carta abierta al diputado Fidel Espinoza, le menciono la necesidad de tener una visión país para el tema ferroviario, que supere los cuatros años, tanto para carga como para pasajeros. En el caso de carga, y solo para mencionar un ejemplo, los holandeses construyeron la llamada “Betuweroute” para conectar el puerto de Rotterdam en los Países Bajos (el más grande de Europa) con Alemania. Esta vía férrea es hoy en día considerada un pilar fundamental base para el futuro del puerto de Rotterdam, y hace vivo el dicho “Dios creó al mundo pero los holandeses crearon a los Países Bajos”. Y es que para los que hemos tenido la suerte de sobrevolar los Países Bajos, el ordenamiento territorial y la conectividad de su infraestructura es envidiable. En nuestro caso, nuestro mar y las tremendas fosas hacen impensable la construcción de diques; pero en tierra, ¿por qué no podemos aspirar a una mejor infraestructura con un diseño “hecho en Chile” y “para Chile”?
“Para aumentar la competitividad, requerimos un plan integrado de desarrollo de centros de actividad logística (hubs) que sean inteligentes, eficientes y lo más verde posible.”
Estos centros de actividad logística conectan el aeropuerto, los puertos, ferrovías y caminos, dando muchas opciones al transporte de origen a destino. Por ejemplo, en la logística origen-puerto-ferrovía-hub-destino y origen-hub-ferrovía-puerto-destino podríamos mejorar la integración entre puertos, optimizar energía y reducir tiempos totales de traslado. En el tema de carga, parece que el ciudadano a pie no tiene mucha incumbencia. Pero si la tiene. A futuro, servicios como Aliexpress serán cada más populares, y necesitamos tener un infraestructura robusta capaz de soportar demandas con grandes variaciones, y que permita a cada ciudadano tener la seguridad de que sus pedidos y envíos tendrán un viaje seguro, con tiempos mínimos de origen a destino, puerta a puerta.
Para finalizar, estoy seguro de que hay muchos otros aspectos y detalles que no están mencionados en esta columna, pero la intención es tan solo aportar un grano de arena al debate de ideas. Debido al carácter estratégico geopolítico y de urgencia de este tipo de proyectos, considero que este tema país debe ser discutido y apoyado transversalmente, independientes, izquierda, centro, y derecha, ya que requiere certezas en horizontes superiores a los cuatro años, con financiamientos que no pueden estar supeditados al Gobierno de turno. El tema es complejo además porque se debe garantizar que los esfuerzos que realizan los diversos ministerios estén alineados en estos grandes proyectos, con una visión de Estado, poniendo sobre todo por delante los intereses de Chile, evitando cualquier personalismo o amiguismo en estas materias de Estado.
Finalmente, me pregunto a futuro cuál será el próximo producto elaborado en que seamos líderes exportadores y como nuestra infraestructura va a estar lista para su apogeo. Y en cuanto a la democratización, el cómo incluimos a los pequeños productores, y los mecanismos para empoderar a la gente en el uso de la infraestructura. ¿Cada exportador un vagón de tren?
Comentarios
11 de agosto
Un aporte valioso para el tren en Chile. Sin duda, es una visión que hay que difundir y, por supuesto, realizarla. El Modo Ferroviario en Chile se ha visto limitado, principalmente por exención de conocimiento acerca de las ventajas reales de este medio de transporte. Lo que sí hay que tener presente son los intereses que, dentro del mismo Estado de Chile, se confabulan con el transporte de autopistas. Por ello, pensamos, debiera existir una pausa en la construcción de este tipo de infraestructura y centrarse en vitalizar la Eficiencia Energética y el cuidado del Medio Ambiente. O sea, darle una ventaja al tren.
Y pensamos que esto debe iniciarse con la restitución total de los trenes para pasajeros de Puerto Montt al norte, pasajeros y carga. Por lo mismo, debiera generarse, ahora, dentro del Estado, las facilidades en la tramitacion de los proyectos de prefactibilidad y factibilidad. Ello significa reducir los plazos existentes y normar inicio y término claro en las licitaciones.
Un reconocimiento a Alfredo Núñez Vicencia, por tener una visión de país para el Modo Ferroviario, pasajeros y carga. Gracias
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12 de agosto
Muchísimas gracias por el aporte. Efectivamente hay mucho avanzar. En particular, los temas de transporte incuben muchos ministerios, desde Hacienda hasta el MOP, el MTT, Desarrollo Social, Medio Ambiente, Energía, y sobre todo Educación (falta mucha cultura vial que se debe enseñar desde la básica, especialmente con el aumento de las ciclovías). Y cuando hablas de conexión ferroviaria entre países necesitas hasta al Ministerio de Relaciones Exteriores. Entonces, es un tema realmente complejo que necesita una mirada integradora que quizás una figura institucional dedicada exclusivamente a proyectos de infraestructura puede ayudar a destrabar. Y vemos la necesidad hasta en el Transantiago, ¿hasta cuando no se construyen las vías exclusivas y se mejoran paraderos-sistemas de cobros, etc? O, ¿por qué tenemos que esperar a un caos vial antes de acelerar proyectos ferroviarios? Debemos cambiar la cultura reactiva que tenemos de solucionar los problemas a una cultura mas predictiva que se adelante a ellos. Saludos y gracias nuevamente.
12 de agosto
Muchos que ya tenemos nuestros años, somos nostálgicos del tren, lamentablemente y aunque suene majadero decirlo, es otra mala herencia de la dictadura, aquí fue cuando se destruyo nuestro sistema ferroviario y se potencio a los camioneros, que aún hoy tienen gran poder. Ellos son el gran freno para el desarrollo ferroviario en Chile, que además sería un transporte más eficiente y menos contaminante.
Buen tema si queremos ser un país desarrollado
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13 de agosto
Efectivamente la historia del tren en Chile es de luces y de sombras, y la dictadura ha sido de lo peor que nos ha pasado. Dicen que una de la más grandes lecciones de la historia es que nadie las aprendió, pero yo confío en las nuevas generaciones, y creo entonces sumamente importante invertir en historia y que se escriba y se difunda. ¡Y recordémosla!, conozcamos los detalle de todos esos procesos que llevaron a la destrucción de nuestro sistema ferroviario, con la esperanza que en el futuro se escriba un capítulo sobre cómo en el periodo 2016-2030 logramos reposicionar el tren en todo Chile. En Twitter hace poco @ngreenmv escribió “un país sin trenes NO es desarrollado”, y yo no puedo estar más de acuerdo. Quiero a mi país desarrollado, sin distorsiones ni pillerías que benefician a pocos, y quiero muchos más trenes.
Sobre el tema de los camiones, el tener más trenes no implica eliminar camiones. Ambos modos deben funcionar eficientemente, y es que el tren no va a tener la densidad ni el acceso que tienen los camiones. Si antes un camión hacía una ruta de origen a destino, con el tren será más gente la involucrada en la logística total. Si hablamos de carga dentro de Chile, se necesita un camión de orígen al centro logístico, luego un tren del centro logístico a cercanía del destino, y luego otro camión. Para mejorar eficiencia, seguridad, rapidez, reducir CO2, cada modo (avión, tren, camión, barco) tiene que funcionar en su justa proporción.
Muchisimos saludos estimado.
12 de agosto
Rememorando mis propios pensamientos al respecto (mucho menos al callo y con menos experiencia en el sector), te aprovecho de preguntar: cómo lo hacemos, como país, con el transporte terreste actual? Los camiones son pilares de nuestra conectividad, por lo q tienen un poder enorme y nos han mostrado en nuestra historia su rechazo al desarrollo de los trenes.
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13 de agosto
Me da la impresión que necesitamos una ‘Autoridad de infraestructura’ que esté por sobre ministerios una vez aprobados sus proyectos. Que no pase que Hacienda no libere recursos para proyectos ferroviarios ya prometidos debido a la contingencia. De ahi necesitas una Autoridad portuaria+Autoridad ferroviaria, etc. que vean los detalles de cada infra. Los camiones los necesitamos pero para viajes mas cortos o para traslados entre puntos en que la infra ferroviaria no tenga aun buena densidad o suficiente disponibilidad. Hay que coordinar todos los modos, todos sirven y se necesitan pero en su óptima medida.
Muchos saludos Lorenzo, y éxito en tus estudios de doctorado.
15 de agosto
Que importante es lo que se menciona con respecto a los corredores ferroviarios que debieran conectar las costas chilenas con el atlántico. Siempre he sido participe de la teoría de que el verdadero interés de los chinos en nosotros, no es nuestro mercado (en parte) sino la posibilidad de llegar en forma rápida, segura y a bajo costo a los mercados de Argentina y Brasil.
Y ante esto tenemos más de un problema: la precariedad de nuestras carreteras, la inexistencia de vías ferroviarias realmente útiles, la despreocupación en la modernización de los puertos y el abandono de muchos puertos a lo largo de nuestras costas.
Creo que hay que entender que los puertos no solo son para embarcar cobre y madera, y traer gas. La globalización hoy pone a disposición del mundo “todo, para todos” a través de mercados más descentralizados y con la capacidad de aprovechar grandes ideas de consolidación de tarros, para traer una gran cantidad de productos al retail.
Ali Express va en vías de convertirse en un nuevo participante del retail chileno, pero si nos quedamos en la sola idea del chileno, esos contenedores empezaran a pasar “cerraditos” por Callao, o través de Arica o Iquique pero en transporte Boliviano, cuando el vecino país cambie el gobierno, y uno nuevo se dé cuenta del potencial que se está perdiendo.
Hay mucho que pensar, proponer y sobre todo actuar.
Saludos.
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20 de agosto
Estimado Cesar,
comparto 100% tu comentario, muchas gracias por tu opinión. La caída reciente del puente es solo la evidencia de la precariedad de nuestra infraestructura. Esperando que un próximo presidente de Chile le dé un fuerte apoyo político al énfasis que necesitamos en este tema.
Muchos saludos.