El playlist de la Marce suena fuerte en las oficinas de elquintopoder. Hoy es ella quien tiene el exclusivo privilegio de programar la música. Las canciones suben en intensidad y la emoción de quienes hemos trabajado con ella, también. Sí, la Marce se va. Se nos va.
Y estamos tristes y contentos.
Tristes, porque ya no la veremos llegar en su bici, porque nos hará falta su comentario diario de la noticia del momento, porque sabremos menos de las peripecias y aventuras de Emilio (su “cachorro”), porque no la escucharemos tararear en voz baja –y a veces no tanto- las miles de canciones que tiene en su computador, en sus oídos, en su cabeza, y en su corazón.
Contentos, porque ella comienza un nuevo ciclo, porque le irá estupendo, porque andará nuevos caminos, y porque sabemos que seguirá siendo feliz.
Su partida nos plantea un desafío. Tendremos que aprender a caminar sin ella. Pero estamos seguros que quien la reemplace estará a la altura profesional, humana y ética de la Marce.
Duele que la Marce se vaya. Duele pensar en no verla día a día. Duele que se acabe un ciclo. Pero, bueno, crecer siempre duele.
Marce, gracias por todo. “Gracias por venir” a nuestras vidas.
Comentarios