La promesa de campaña hecha por Sebastián Piñera, de lograr un posnatal de seis meses para las mujeres trabajadoras, ha generado un ácido debate que no da luces de ser resuelto en el corto plazo. Tras la formación de la comisión “Mujer, trabajo y maternidad”, a fines de abril pasado, y que comenzó a sesionar hace algunas semanas, las opiniones están divididas en torno a los costos y beneficios de las medidas que el grupo podría propiciar. La comisión encargada de discutir el tema y entregar una propuesta al Presidente de la República, luego de tres meses de trabajo, buscaría propiciar la incorporación laboral femenina y permitir, al mismo tiempo, que sus quehaceres se articulen con su rol de madre, incorporando de manera más proactiva también al padre.
Si bien hay consenso en la necesidad de disminuir el costo que algunas empresas asocian a la contratación mujeres en edad fértil, las medidas concretas que se discuten – principalmente flexibilización del posnatal- generan grandes críticas entre quienes creen que se trata de una medida que atenta contra el bien de los hijos y la equidad en las políticas públicas. En elquintopoder.cl, la crítica ciudadana ha sido contundente.
Amparo Bravo estima que la "flexibilización" del permiso maternal lleva en sí mismo un potencial de abuso. ¿Tendrían todas las trabajadoras la misma capacidad de "negociación” con sus empleadores?¿No se sentirían presionadas algunas mujeres a adoptar esta práctica (la renuncia a su fuero) por ser mejor consideradas o por presiones directas? Por otro lado, plantea, son quienes pueden pagar por el cuidado de sus hijos (a niñeras, salas cunas o enfermeras) quienes con más facilidad pueden volver a trabajar, flexibilizando su posnatal, pero la política pública debería hacerse con miras a todas las mujeres, sobre todo quienes están en condiciones más vulnerables tanto en términos económicos como laborales. La pregunta básica, dice Amparo, es ¿para quién estamos legislando?
Por otro lado, agrega, es sabido que un porcentaje importante de trabajadoras extiende su posnatal mediante el uso malicioso de licencias, con un promedio de 5 meses de ausencia posnatal. De este modo, sería un avance transparentar esta situación, permitiendo a los empleadores organizar de mejor modo su reemplazo, entendiendo que el costo adicional no lo asume el empleador, puesto que las licencias de pre y posnatal, tanto como las de enfermedad del niño menor de un año las paga el Estado de Chile.
Danae Mlynarz cree que este es, ante todo, un tema de equidad, que es necesario enfocar desde su real prioridad: que beneficie a toda la sociedad y no únicamente al bolsillo de los empresarios, puesto que se trata de un interés mayor, como es contrarrestar las cifras de natalidad que apuntan al envejecimiento de nuestra población. Así las cosas, dice, se trata de ampliar la perspectiva, puesto que las mujeres en general (y no sólo las que trabajan remuneradamente) están dejando de tener hijos, lo que implica que estimular la maternidad pasa, necesariamente, por asumir que se requieren estímulos estatales, como un subsidio de un año.
Por otro lado, explica Danae, probado el hecho de que los niños necesitan cuidado materno tanto por la lactancia como por el apego, lo central es que las medidas que estimulen la maternidad para mujeres que trabajan remuneradamente, promuevan, a la vez, un sistema de mayor justicia social en el campo laboral. ¿Qué quiere decir esto? Fortalecer la formalidad en el empleo femenino , promover más igualdad, que los costos de paternidad y maternidad sean equiparables, que las empresas deban disponer de salas cunas no atendiendo sólo al nombre de mujeres contratadas, sino de trabajadores de ambos sexos.
En este panorama, la corresponsabilidad de los hombres es central, tanto en lo privado como en lo público.
Sergio Espejo aboga por la incorporación de los hombres en el cuidado de los hijos, desde el punto de vista legal. Cuando tanta gente hace gárgaras con el valor de la familia, dice, es necesario que esta preocupación se plasme en el ámbito legal. “Si tener familia es finalmente sólo responsabilidad de la mujer, quien deberá en la práctica asumir en solitario los deberes de la crianza sacrificando dimensiones fundamentales de su vida, ¿de qué defensa de la familia hablamos? ¿Cuál es el rol para los padres?”
Asegura que esta discusión va más allá del derecho de la mujer a estar con su hijo(a), y que, sobre todo, implica transparentar “cuál es el derecho que la sociedad reconoce efectivamente a la mujer para desarrollarse plenamente como persona, combinando maternidad y trabajo”.
Valentina Escobar apunta a una discusión de mayor amplitud. Asegura que no se trata sólo de cómo se resuelven los plazos y modalidades del posnatal, sino de tener una discusión más amplia respecto del tipo de familia que como Estado queremos y qué medidas estamos dispuestos a tomar para comprometernos verdaderamente con las familias.
Así como resulta problemático el contar con un posnatal hoy insuficiente, también lo es el que las mujeres reciban menos pago que los hombres y que se les cobre más en las isapres. Cada uno de estos ámbitos es parte del conjunto de medidas que es necesario tomar si se quiere aumentar el número de nacimientos.
Las políticas públicas que estimulen el fortalecimiento de las familias no pasan ni por obligar a las mujeres –especialmente a las de menos recursos- a tener hijos que no quieren tener, ni por ofrecer soluciones parciales. Pasan por una discusión transversal, que incluya a los hombres, pero que, por sobre todo, haga primar conceptos éticos del desarrollo humano por sobre consideraciones economicistas; conceptos que necesariamente incluyen mayor equidad y menos discriminación.
* Lee la discusión completa:
Posnatal en Chile: ¿Extensión o flexibilización del fuero? – Amparo Bravo
El uso e interpretación inadecuada de las encuestas de opinión – Amparo Bravo
Embarazo obligatorio – Valentina Escobar
Post natal: más que una discusión sobre madres e hijos – Sergio Espejo
¿Más natalidad? ¡Más protección social! – Danae Mlynarz
Maternidad con equidad: más que mujeres, más que sólo trabajo – Danae Mlynarz
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Foto: WnY .’.
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