Teolinda es jefa de la Biblioteca Pública de Quemchi
¿Dónde vives? ¿Hace cuánto tiempo?
Nací en Puerto Montt, pero a los tres años mis papás me trajeron a vivir a Quemchi. Cuando me tocó estudiar la enseñanza media tuve que dejar la isla. Éramos muchos hermanos y yo tenía que encontrar un colegio que tuviera internado porque mis papás estaban ya educando a dos en la universidad. Me fui a Talca. Mis dos hermanos mayores ya estaban estudiando ahí y para mis padres era demasiado tener las lucas para educar a los ocho hijos. Por eso tuve que buscar un colegio con internado donde yo no pagara pensión, entonces le pidieron a mi hermano que por favor me llevara. Yo tenía 12 años yo era muy niña y le dije que por favor me llevara porque la única alternativa que tenía acá en Chiloé era ir a una Escuela de Monjas y yo no quería rezar más. Mi abuelita nos hacía rezar el rosario todas las noches. Entonces mi adolescencia la viví allá en la Séptima Región pero en el verano venía de vuelta a mi comuna.
¿Qué es lo que más te gusta de vivir en Quemchi?
Cuando fui adulta o joven adulta, tuve la oportunidad de seguir allá en Talca o en Santiago, pero no. Volví a Quemchi, me casé con mi vecino y formé mi familia acá. En Talca yo sufrí mucho de desarraigo, me sentí huérfana toda la vida, yo lloraba todos los veranos porque no veía el mar, yo lloraba siempre. Para mí fue una tortura haberme educado fuera. No la pasé bien. Aunque las mejores amigas del internado las conservo. Mis pocas amigas son del Liceo de niñas y tenemos contacto, tenemos encuentros y somos un grupo de hermanas pero a mí me faltaba ver el mar. Lo que más me gusta es el mar y es mi gente. Yo no puedo vivir si no veo el mar todo el día. Yo desde mi casa veo el mar y desde la biblioteca estoy adentro del mar, porque el edificio es un palafito y nosotros cuando sube la marea estamos sobre el agua. Este edificio lo diseñé en conjunto con el arquitecto, con el alcalde de la época Don Heriberto Macías. Eso me permitió soñar cómo quería la construcción de la biblioteca que iba a ser para siempre y le ganamos al mar, hicimos una tipo palafito.
¿Qué tipo de cosas son las que te hacen sentir que tu trabajo vale la pena? ¿Qué cosas, momentos o situaciones de tu trabajo te emocionan?
Gracias a esta biblioteca que yo levanté, los adultos mayores, por ejemplo, el jueves vienen y cantan, bailan, se entretienen. Esa es la gente humilde de nuestro pueblo, que no tuvo una infancia feliz porque tuvo que cultivar los campos, porque tuvo que mariscar, pescar, pero ahora es su tiempo de alegría y eso es lo que a mí me hace feliz. Yo no deseo otra cosa que ver feliz a la gente de mi pueblo trabajar con ellos y por ellos. Esa misma gente que está en este momento en la sala, los abuelitos, hay como tres personas que fueron compañeras mías, pero por tener otra condición de vida, ellas están más desmejoradas, no tuvieron un tiempo de alegría en la niñez. Ellos nunca destacaron en la escuela, porque llegaban atrasadas porque tenían que darle de comer a los animales, tenían que ir a buscar agua y tenían que hacer las labores propias del campo y siempre llegaban tarde, a última hora y no hacían las tareas y ellas ahora son las bailarinas y ellas actúan en los escenarios cuando son los festivales costumbristas. Realmente este es su tiempo, entonces eso es lo que a mí me llena de orgullo, haber podido construir este edificio y que el alcalde de la época me haya dejado inspirarme de cómo quería yo, cómo soñaba yo la biblioteca del futuro de nuestro pueblo. El edificio tiene 500 metros cuadrados de construcción, tiene sala de eventos, sala infantil, una sala de lectura linda, todos lo que salen miran al mar, entonces qué más podemos pedirle a la vida.
¿De qué otra manera sientes que te involucras como ciudadana a nivel local o regional?
Siento un compromiso tremendo de desarrollo en la parte cultural de mi comuna y eso va de la mano con lo social. No hay cultura sin ver lo social. De hecho, haber podido diseñar este edificio me permitió trascender a nivel país. Nuestra biblioteca el año 2014, salió la mejor biblioteca a nivel nacional que tiene convenio de la DIBAM.
Cuando estudiaba en Talca y venía de vacaciones, nunca veía nada nuevo y con las lluvias veía a mi pueblo más pobre, las calles con barro, venía de una ciudad donde yo tenía todo, menos el cariño de mis papás. Entonces durante muchos años mi pueblo nunca creció ni se desarrolló en ningún ámbito. Por eso cuando tuve la posibilidad de trabajar aquí en mi pueblo, empecé a inventar cosas y así invente el programa de la biblioteca itinerante, que fue la primera iniciativa de llevar lectura a la isla más remota. Ya llevamos 20 años ahora el 2015. En mayo se cumplen los 20 años del recorrido que solo se ha interrumpido cuando hay grandes temporales que impiden atravesar el Golfo de Ancud. Lo mismo cuando mediante una minga, trajimos la Casa Francisco Coloane y la dejamos en el barrio donde él vivió parte de su infancia, mediante la minga, trasladamos la casa por el mar, fue un acontecimiento tan grande. Me siento orgullosa de haber sido gestora y productora de ese proyecto. Estos 20 años han sido full time de pega. Dediqué los mejores años de mi vida adulta joven y ahora estoy recibiendo puras cosas bonitas, como este premio que me otorgó la DIBAM el año pasado de estar en el ranking a nivel de país como en el primer lugar, por nuestra gestión, nuestros logros. Ser la gestora cultural de mi pueblo, ha significado tener muchas manos artesanas trabajando todo el año, diseñando y sacar esta biblioteca que le ha servido a muchas familias, para emprender en este rubro, para alimentar a sus hijos, para educarlos, para darle educación superior. De esa menara yo me he involucrado, tomando comprometidamente este trabajo cultural que está dando sus frutos ahora.
Si piensas en un problema regional o local ¿A qué problema te gustaría que la autoridad diera respuesta en este momento, en la comunidad en que vives, qué necesidad tiene el pueblo que no se ha resuelto te gustaría que la autoridad lo resolviera?
En lo local tenemos un fuerte apoyo del municipio, tenemos un presupuesto grande. Pero la municipalidad, por ser tan pequeña, no tiene Departamento de Cultura y al final la gestión la hago yo y mi gente de la biblioteca, los funcionarios. El Departamento de Cultura no está creado y eso va en desmedro de lograr un desarrollo más profundo, esa es una necesidad local.
¿Cómo convencerías a la autoridad que es necesario ese departamento de cultura?, ¿Cómo se lo dirías para convencerlo?
Es que parece que no depende de él, depende de las políticas a nivel nacional, porque es según la cantidad de habitantes de una comuna que se implementan los departamentos. Eso no es prioritario para la cantidad de habitantes que tenemos. Por ejemplo si yo quisiera traer un espectáculo grande o profesores de danza, tenemos un ballet folclórico que depende de nosotros y la monitora es autodidacta y ha hecho espectáculos gigantes, pero ha sido por su propia imaginación porque ya nació con estas dotes, pero me gustaría mandarla a capacitar a otro lugar. Me falta gente para conseguir becas para hacer la gestión porque lo de las bibliotecas me pillan, de la Casa Coloane, de la empresa mía, de la artesanía y entonces, me pilla la máquina y me faltan funcionarios y en ese sentido es necesario contar con un equipo estrictamente dedicado a cultura.
¿Qué les dirías a esas personas que no ejercen su rol activamente, cómo los convencerías de que participen, que se involucren en las actividades de la comuna, qué les harías ver para que entiendan lo valioso que puede ser?
Aquí en lo local lo que yo le diría a la gente de mi comunidad, es que se pusieran activos en las Juntas de Vecinos, porque eso en el área rural funciona muy bien, pero acá en lo urbano la gente casi no tiene tiempo de participación ciudadana. La gente joven podría involucrarse más. La municipalidad ha hecho consultas ciudadanas en la biblioteca para el tema de plan regulador, pero la comunidad no viene, y si vienen, son los adultos mayores, que son los que tienen el tiempo ahora, pero la gente joven de los barrios jóvenes no están presentes. Entonces yo creo que no es que les sea indiferente, sino que están cansados, el poco tiempo que les dejan estos operadores de las empresas, lo ocupan en la familia y su hogar.
Comentarios
16 de marzo
Que lindo trabajo el de la Biblioteca de Quemchi y el de Teolinda Higueras.
+2
18 de marzo
Estimada Sra Higueras: la felicito por la forma de enfrentar su vida actual. su vida no ha estado lejos de penas y sobresaltos y fnalmente volvio a sus raices, a su estilo de vida y con un sentido de comunidad pletorico de felicidad el que encuentra sirviendoa a sus vecinos, a sla gente que sabe apreciarlo.
Desde fuera de Chile quiero desearle mis felicitaciones por haber encontrado lo que miles buscamos sin lograrlo: paz consigo mismo, en nuestra tierra y el sentido de que la vida es plena de esa manera.
A su servicio, SAGM
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