En el largo itinerario de los preparativos de implantación de la TV Digital en Chile se ha entrado en consideraciones interesantes. Después de la decisión gubernamental de adoptar la norma japonesa en el año 2009, el Congreso se demoró 4 años en aprobar una ley que, cuando fue promulgada en mayo del 2014, ya contenía disposiciones de dudosa validez técnica. En abril del 2015 la Contraloría tomó razón del Reglamento y en julio de 2015 fue emitido el Informe Final de la Mesa Técnica creada en el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones, con recomendaciones destinadas a coordinar diversos aspectos.
Hubo en dicho “Informe Final” posiciones ingenieriles que cuestionaron algunas normas de la Subsecretaría de Telecomunicaciones y que pusieron en evidencia algunos aspectos, tales como en su Anexo 1, sobre el procedimiento de medición de intensidad de campo eléctrico. O también en el Anexo 3, que propone parámetros para herramientas de Cálculo.Parece que nuestra principal preocupación no debería ser tener una tecnología de primer nivel sólo porque está de moda, sino tener una Política de Estado orientada a industrias de comunicaciones sustentables que apoyen a los chilenos en sus continuas dificultades, ya sean naturales o de las otras.
Las empresas que actualmente compiten en la industria televisiva sugirieron, ellas mismas, dos propuestas destinadas a encontrar soluciones baratas para algo que ya calculaban que no iban a poder cubrir: RITA (Red Integrada de Televisión Abierta), que podrían compartir estaciones terrestres; y RIDA (Red de Distribución de Televisión Abierta), que podría utilizar una plataforma satelital.
RITA tiene actualmente aproximadamente 700 transmisores distribuidos en 270 localidades. RIDA sería un servicio de distribución de señales vía satélite, pero dado el gran número de señales y el formato HD (alta definición) requiere una gran capacidad. La misma ley 20.750 permite el uso de soluciones complementarias para entregar un servicio de TV abierta mediante el uso de tecnologías alternativas, pero estas empezarían a cargar gastos a los usuarios que no serían del todo absorbidas por las empresas operadoras.
Como señaló el Observatorio de Medios FUCATEL el año pasado: “Hoy los canales de recepción libre y gratuita son Canal 13, Chile visión, Mega, Televisión Nacional de Chile, La Red, UCV y Tele canal. Pero sólo dos localidades del país -la Región Metropolitana y La Serena- tienen acceso a todos ellos. Por su parte, otras siete localidades alcanzan la señal de seis canales y once localidades captan los contenidos de cinco de las estaciones. Pero la realidad es que la mayoría del territorio nacional, representado por 271 localidades pertenecientes a distintas regiones, capta la señal de cuatro o menos canales de TV abierta. Así también, 79 zonas adicionales tienen cobertura suficiente para acceder a sólo un canal de TV y alrededor de un 8% de la población chilena simplemente está fuera del área de cobertura y no consigue ver televisión abierta. Una de las soluciones es que las personas que quieran recibir TV Digital inviertan en aparatos decodificadores, o set top box, que cuestan entre $ 10 mil y $ 15 mil y que se pagan sólo una vez. Con esta tecnología lograrían entregar cobertura a las zonas donde la única forma de acceder en la actualidad es mediante televisión de pago, beneficiando a los sectores de más bajos recursos. Por eso, esperan que la autoridad acceda a nuevas instancias de debate, para plantear sus soluciones y las modificaciones necesarias para que el plan se apruebe y la implementación se realice en los plazos estimados”.
La situación económica de las empresas de esa industria no es nada alentadora, especialmente el canal nacional TVN a quién todos miran cómo la entidad que podría proteger a las más desvalidas, cuando en realidad es la que ha tenido peores resultados. Lo que nadie deja en claro es ¿por qué una industria como la TV abierta deja pérdidas y los empresarios no abandonan el negocio? ¿Será que el verdadero negocio es mantener a los usuarios de la publicidad llenándole la cabeza a los consumidores con puras tonterías y con contenidos huecos? La vieja idea de que los empresarios monopólicos gustan de privatizar sus utilidades y de socializar las pérdidas, vuelve a tomar cuerpo.
Como dijo Mario Sepúlveda, Presidente de la Comisión Técnica de la Asociación Nacional (ANATEL): “Comparto reporte de prensa respecto a la situación económica de la industria de la televisión abierta, la cual es seguramente igual de compleja para los canales regionales, esto con el fin de ceñirnos a parámetros de transmisión reales y comparables con estándares internacionales, pues nuestra industria no está en condiciones de implementar sobre exigencias en sistemas de transmisión que no tienen ningún sustento técnico y cuyo costo no seremos capaces de financiar”.
Sin tomar partido por las grandes empresas ni por los esfuerzos del gobierno, preferimos que se defienda principalmente el interés de los canales regionales y comunitarios, ya que ello abriría cierta competitividad en una industria ya monopolizada y que mira hacia TVN como el gato a la carnicería. El frío análisis de los números es pesado, como lo establece “Ganancias y Pérdidas” del ingeniero Eduardo Costoya. Parece que nuestra principal preocupación no debería ser tener una tecnología de primer nivel sólo porque está de moda, sino tener una Política de Estado orientada a industrias de comunicaciones sustentables que apoyen a los chilenos en sus continuas dificultades, ya sean naturales o de las otras.
Comentarios
20 de septiembre
Excelente su articulo, conozco el tema de la distribucion de TV pago, 12 años trabajando en tecnologia DTH en las diversas empresas del rubro, y realmente es una necesidad disponer de un sistema que permita acceso igualitario a las señales de TV Abierta, sean estas HD o SD, lo fundamental es hacerlo, la plataforma satelital es una excelente alternativa, donde deberian ademas sumarse las emisoras de radio mas importantes y asi aumentar su cobertura, le recuerdo que la plataforma satelital dispone de la opcion TV/Radio con una calidad bastante optima, en Chile se tiene la tecnología y seria muy rápido masificar.
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