Jean Twenge, profesora de psicología de la Universidad de San Diego, publicó recientemente los resultados de un estudio realizado a once millones de jóvenes norteamericanos, entrevistados en profundidad.
Al parecer, según el estudio, no todo es tan auspicioso en el futuro de la llamada generación smartphone. Twenge asegura que estos jóvenes están creciendo menos rebeldes, menos felices y completamente no preparados para la adultez.
El adolescente estadounidense pasa en promedio seis horas conectado, lo que en opinión de la autora tiene potenciales efectos en el desarrollo de las habilidades sociales y salud mental, dado que pasan menos tiempo con otros en persona y dejan de vivir en el mundo real.
Lo afirmado en el párrafo anterior, me obliga a comentarles que Chile es el octavo país con mayor conectividad digital en el mundo, de ochenta y seis países (el 91% de la población mundial). Este Índice de Internet Inclusivo, fue elaborado por The Economist, y encargado por Facebook el 2017, para medir los niveles de inclusión de los países. Nuestro país sólo fue superado por Suecia, Singapur, Estados Unidos, Dinamarca, Corea del Sur, Francia y Reino Unido.
En consecuencia, si esa es nuestra posición en la conectividad mundial, la pregunta que podríamos hacernos es ¿cuánto tiempo en promedio pasarán nuestros millennials criollos conectados? ¿Será tan distinto a lo observado por Jean Twenge en EE.UU? Basta dar una mirada rápida a nuestro entorno, para ver millennials, y no tan millennials, conectados por doquier.
Al parecer, según el estudio, no todo es tan auspicioso en el futuro de la llamada generación smartphone. Twenge asegura que estos jóvenes están creciendo menos rebeldes, menos felices y completamente no preparados para la adultez.
Hábitos y consecuencias de la superconectividad
Twenge afirmó que los adolescentes de la generación smartphone están creciendo más lentamente que generaciones previas, son menos propensos a conducir automóviles, trabajar, tener sexo, salir y tomar alcohol.
Los jóvenes de 18 años actuales, tienden a parecerse a los de 15 de generaciones previas. Lo positivo es que se exponen a menos situaciones potencialmente riesgosas relacionadas con el uso de drogas y alcohol.
Esas tendencias han creado un entorno seguro que los hace no involucrarse en situaciones en las que habitualmente participan los adultos, ingresando a la universidad y al mundo laboral con menos experiencia, independencia y capacidad para tomar decisiones. Sin mencionar la alarmante falta de habilidades, entorno a la lectoescritura, evidenciada por estos jóvenes. Lo que ha llevado a algunos autores a preguntarse por el motivo de esta condición, en una época en la que para usar correctamente estos dispositivos, comunicarse, informarse y entretenerse, deben leer y escribir todo el tiempo.
Para la autora, cuando un millennial llegue a su primer trabajo y deba tomar decisiones, funcionar con autonomía, asumir riesgos y responsabilidades no estará preparado para hacerlo, básicamente porque no tuvo experiencias previas donde haya tenido que resolver situaciones complejas en la vida real.
En el libro, Twenge asegura que en sus investigaciones observó niveles sin precedentes de ansiedad, depresión y soledad. Y que la tasa de suicidio en niñas entre 12 y 14 años se triplicó en los últimos 10 años en EE.UU.
Este fenómeno, según la autora, tiene que ver con lo que los jóvenes dejan de hacer por estar conectados, destacando el menor tiempo que pasan con otras personas y el menor tiempo dedicado al deporte, más que por los efectos directos de estar conectados. Precisando, sin embargo, que la adicción a la tecnología, no fue una variable medida en su investigación.
Consultada por las características más positivas de esta generación, la autora destaca la tolerancia que práctica en general esta generación, especialmente en lo referido a la diversidad sexual. Especialmente defienden los derechos de la población, homosexual, bisexual o transexual. Más que las generaciones previas, ellos creen que las personas deben ser lo que son.
Comentarios
19 de marzo
Los cambios tecnológicos van demasiado rápido y no alcanzamos a adaptarnos a ellos. Está generación está sirviendo de conejillos de india, ya que desconocemos los efectos del uso y abuso de una excesiva conectividad. Ya podemos darnos cuenta de algunos, como el excesivo sedentarismo y el aumento de la miopía en edades tempranas.
La solución parte por darnos cuenta de como trabaja nuestro cerebro y empezar a actuar desde el colegio.
Un artículo que puede servir de complemento:
Saludos y gracias por el artículo
+1
19 de marzo
Gracias a ti por el comentario y el complemento, una interesante mirada al tema.
19 de marzo
Los periodistas por hacer clickbait ignoran que por las estadisticas de edad que mencionan estan hablando de Generacion Z y no Millennials… verguenza.
+1
01 de abril
Interesante. Tengo 25 años y creo que estoy dentro de aquel grupo, sin embargo me he mantenido este ultimo tiempo, alejado de las redes por estudios y trabajo. Siento que a veces es necesario el distanciamiento para aprovechar de mejor forma tu tiempo!
Es cierto que es bastante satisfactorio compartir tendencias, opiniones y cosas en común con tus amistades en redes sociales, pero no hay que olvidar compartir más momentos y menos publicaciones!
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