Una primera respuesta es: ¡A todos los que quieren ver a la Roja en sus eventos mundialistas!
Otra respuesta sería: ¡A los proveedores que ganarán más plata gracias a la publicidad!La sociedad civil (usuarios y consumidores) no podemos estar de acuerdo en otorgar más subsidios a privados que se han lanzado en una loca aventura, devorando el espectro radioeléctrico que es patrimonio estatal, para ahora sentarse a la orilla del camino y llorar miseria. Quien mucho abarca poco aprieta.
Desde el Consejo de la Sociedad Civil de la Subsecretaría de Telecomunicaciones hemos visto de cerca un proceso que es bastante más complejo; por ejemplo, en la reciente celebración del Día Internacional de las Telecomunicaciones, donde hubo varias presentaciones que se pueden ver en este sitio web hay algunas de ellas dedicadas a la TVD; pero la del Sr. Ernesto Corona, Presidente del Directorio de la Asociación Nacional de Televisión, ANATEL, no fue publicada. ¿Por qué?
Nuestros colegas que tomaron nota de sus palabras destacan:
- El proceso de la introducción de la televisión digital ha sido muy largo
- La ley y el plan de radiodifusión televisiva aprobado por la Contraloría contiene graves errores tecnológicos e influenciado por factores ideológicos.
- No es flexible.
- El espectro de la televisión analógica tenía capacidad para siete canales en las principales capitales de provincia, en digital la capacidad sería de 30 canales pero el problema no es la capacidad de espectro, el problema es cómo llenar las horas de transmisión de esa capacidad de espectro.
- ANATEL ha hecho el catastro completo de las estaciones analógicas de la asociación. Son más de 800 estaciones y para cada una hay que trazar su cobertura a replicar y presentar una solicitud de concesión. Es una tarea inmensa.
- Hay un plazo perentorio de cinco años para replicar esa cobertura. Japón se demoró 11 años, Estados Unidos alrededor de 12, en Europa un promedio de 10 años la tarea que se impone a la televisión abierta chilena es abrumadora y muy difícil de realizar.
- La televisión chilena perdió 65 millones de dólares el año pasado y ahora tiene que enfrentar un inversión de 60 millones de dólares para replicar la cobertura analógica, y ello no le producirá un solo centavo de ingreso adicional.
- La televisión abierta no puede seguir siendo tratada como un enemigo de la sociedad.
Si se fijan, en la demora de 11 años en Japón, vale la pena considerar lo que dijo en el mismo evento la Dra. Kondo.
- La transición de analógico-digital en Japón duró 11 años. Se ilustró extensamente todo el proceso de publicidad e instrucción a la población para enfrentar el cambio tecnológico.
- También se presentaron los avances que está enfrentando Japón respecto a la introducción en el año 2020 de las tecnologías modernas (4K y 8K) que aumentan la definición en 4 veces para la primera y en 32 veces para la segunda. Dicha transición se realizaría mediante satélite, fibra óptica y tecnología IP (Internet). En este punto cabe notar que no se consideraría en ese futuro el uso de la televisión digital terrestre. Lo mismo está ocurriendo en el Reino Unido y otros países de Europa.
Teniendo a la vista las opiniones de grandes empresarios y de los japoneses (que inventaron la norma) también podemos considerar la de la Asociación Regional de Canales de Televisión Abierta que dijeron ante la asombrosa rapidez de Contraloría para “tomar razón” del decreto supremo 167:
“A partir de este miércoles, entra en vigencia el Reglamento de la Ley 20.750 que permite la introducción de la Televisión Digital terrestre en Chile. La principal implicancia es que dentro de 60 días, los actuales concesionarios deberán declarar frente al Consejo Nacional de Televisión su intención de obtener su asignación de frecuencia para el sistema digital. El formato de dicha declaración deberá ser proporcionada por el ente regulador en un plazo máximo de 30 días a contar del 15 de abril.”
A esos comentarios agregaron cinco observaciones específicas más.
Desde el punto de vista de los costos de los estudios de cobertura, la alternativa más expedita consistiría en tener una van especialmente equipada con un mástil hidráulico, generador incorporado, montaje de los instrumentos, un analizador de espectro de precisión, etcétera. Con ese equipamiento se llega al punto escogido, se iza el mástil, los instrumentos están conectados y listos, se procede a la medición, se baja el mástil y se dirige a la nueva ubicación. Tomando en cuenta la van y un analizador de espectro podemos llegar a la suma de U$150 a 180 mil. Hay estaciones de televisión de ANATEL que utilizan los móviles de prensa para realizar dicha mediciones. En MEGA utilizando ese equipamiento se han realizando sobre 200 mediciones en Santiago. Las mediciones tomaron bastante tiempo, del orden de tres meses, ya que se interrumpían frecuentemente para ir a cubrir noticias que no aceptaban demora.
Por su parte, la Televisión Comunitaria, ni hablar, ya que los costos les afectarían más todavía y no reciben subsidio alguno.
Podría resumirse el asunto en que para grandes y medianos empresarios los costos serían muy altos y el proceso completo de desarrollo e implementación sería muy largo (lo que ya ha sido probado en Japón y experimentado en Brasil y Argentina). Para los usuarios finales los costos son desconocidos.
Los empresarios han engullido muchos canales para tener una gigantesca cobertura que ahora se les dificulta modernizar. Tampoco se atreven a hacer “down sizing”, o sea disminuir sus negocios a una dimensión más manejable. En cambio, como lo demuestra el reciente anuncio presidencial un canal de TVN cultural, con apoyo estatal, es muy factible.
La sociedad civil (usuarios y consumidores) no podemos estar de acuerdo en otorgar más subsidios a privados que se han lanzado en una loca aventura, devorando el espectro radioeléctrico que es patrimonio estatal, para ahora sentarse a la orilla del camino y llorar miseria. Quien mucho abarca poco aprieta.
Comentarios