¿Cuándo cambiará el trending topic de la educación en Chile?
Muchos “especialistas” creen que esto es ahora. La tragedia de los 21 pasajeros del vuelo hacia el archipiélago de Juan Fernández, que se llevo a personalidades como Camiroaga y Cubillos, ha sacado todo lo católico fundacional que tiene la sociedad civil y su notoria sensibilidad hacia la solidaridad, reconciliación y hacia el silencio simbólico.
Pareciera ser que, a pesar de que Adimark masacrara al Presidente Piñera y su gobierno con una aprobación de solo un 27% de aprobación (y 68% de rechazo a la gestión), la gente no reaccionara y estas buenas noticias para el bando estudiantil no causaran el más mínimo remezón en una población sumida en el llanto por la pérdida del que fuera una figura emblemática de la televisión Chilena.
Incluso, escuchando a Mirko Macari en el mostrador TV, con su frase “Los presidentes pasan, los conductores de TV quedan”, quedo absorto en la realidad (des)política actual, cuya única verdad revelada hoy es “Tele ergo sum”.
Está bien. Usted y yo sabemos que lo que digo es algo inclusive natural (…) Es eso principalmente lo que me preocupa. Nadie puede estar ajeno a una muerte tan trágica. Pero, a su vez, nadie debe estar ajeno a que hoy Chile, tiene un sistema educacional tan nefasto, que pareciera que naturalizamos el dolor de las familias pobres al no poder pagar los estudios de sus hijos, naturalizamos que hoy se estudie carreras challa en universidades callampa; naturalizamos que tengamos una de las peores educación en el mundo – con los más altos aranceles en el mundo- y finalmente naturalizamos que la ley, la constitución, el “no se puede lucrar” no se respete e incluso algunos parlamentarios promuevan el terror diciéndole a las familias que respetar la ley hará que cierren miles de establecimientos y sus hijos quedarán guachos de educación.
No quiero pensar que “the chilean winter” se quedó ahí, sin avanzar hacia las grandes reformas que incluso, el mismo Felipe Camiroaga, muerto en el accidente del avión casa 2012, pedía. Una educación vista como un derecho social. Porque sí, señora, señor, abuelita y abuelito – como diría el profesor Rossa- eso es la educación; un derecho y si usted no le cabe en su cabeza, dése cuenta de que esta televisión que ama, hizo la pega excelente. Lo atontaron y le hicieron creer que los derechos tienen valores monetarios y son transables.
Hoy, a un amigo de la U, le dije: “¿Te imaginas que en un mundo paralelo, la libertad tuviera valor monetario y se transara en el mercado? ¿Te gustaría que la gente lucrara con la libertad? La respuesta es obvia. Sin embargo, pareciera que la Educación es vista de manera diferente.
Si algo bueno ha tenido el movimiento estudiantil y la lucha por reivindicar algo lógico del punto de vista constitucional, jurídico y valórico, es precisamente haberle doblado la mano a la televisión sensacionalista que no escatimó en gastos para mostrar lo peor del vandalismo y las secuencias de acción policial con uno que otro joven ultrón que lucha a puñete y molotov en las calles. La misma televisión no pudo sino mostrar lo bueno, bonito y racional que significa la lucha por una educación digna. En consecuencia, la población adicta a la caja mágica, no tuvo más remedio que creer en que los estudiantes y el mundo civil que apoya las demandas, tenían legitimidad -como mínimo- al movilizarse.
Hay cosas con las cuales no podemos hacernos los chistositos, ni tontitos. La educación es uno de estos temas. Por lo tanto, esperemos que el gran operativo militar que encabeza el ministro de Defensa (Allamand) termine pronto y podamos seguir con el trending topic justo y necesario para pasar de ser un país “chantita” a uno mínimamente decente.
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