Hoy en nuestro país, en momentos en que muchos han pedido perdón, han reconocido responsabilidades y se han sincerado con la comunidad nacional, es tiempo llevar este análisis a otro ámbito tan importante como la política , la economía o la religión.
Posiblemente la responsabilidad más grande que pueda asumir el ser humano es ser padre y madre, además de la vida, se entrega valores y principios que formen a un individuo que aporte a la sociedad y que ayude al desarrollo de nuestro País.
Permítanme plantear mi opinión, con el respeto que merecen mis compatriotas y con el compromiso que me anima a hacer esta crítica a mi querido País.
Con el advenimiento del Gobierno Militar, una generación de chilenos que nacieron o crecieron durante los 17 años de la Dictadura, fueron sometidos a un proceso de amnesia forzada que generó, sin darse cuenta, un grupo de personas sin base histórica, con un alto desinterés en los temas fundamentales del desarrollo de una sociedad. Gran parte de estas personas ostentan una visión superficial que derivó en la frase, “no estoy ni ahí “.
El , “no estoy ni ahí “, no solo obedece a un desinterés, sino también a que todos los poderes del estado, las autoridades y las instituciones religiosas mostraron lo mas decadente de los organismos que debieron ser los pilares de la nación chilena.
Lo más grave de esto, es que esta decadencia alcanzó a la familia, esta familia que debió continuar con la evolución de nuestra sociedad en sus tradiciones republicanas, ahí es donde la responsabilidad de los padres juega un rol determinante en la calidad de las nuevas generaciones, somos responsables de que una buena parte de los jóvenes actualmente presenten carencias en su preparación, en sus valores, sus principios, su cultura y su espiritualidad.
El aumento de la delincuencia no es solo producto de la pobreza, del ambiente o la drogadicción , el vocabulario o la falta de este no solo refleja el bajo nivel de la educación formal , la superficialidad no solo es consecuencia de los programas de la mala televisión chilena o de los “personajes” que muestra como referente a los jóvenes, la falta de respeto por el prójimo no solo es una reacción ante las injusticias o la desigualdad, la crisis del sistema educacional no solo es culpa de los profesores, el bulling no solo es parte del trato violento entre los compañeros.
¿Cómo podemos pedirle a los jóvenes respeto?, si en muchos hogares no se habla castellano, hoy se ha instaurado la cultura del garabato, ¿Quién le dijo a la Real Academia española de la lengua que la palabra huevón era sinónimo de amigo?, ¿o es el comienzo de la violencia intrafamiliar ?. Es tiempo de asumir la responsabilidad de aquellos Padres que no han cumplido con su rol, no es necesario tomar clases para ser un buen padre, solo hay que predicar con el ejemplo, enseñar valores y principios, motivarlos, incentivarlos.
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