¿Minorías sexuales o diversidad sexual?

Partiendo de la base de que la respuesta a esta pregunta resulta discutible, es importante aclarar el sentido de las expresiones en ella implicadas, ya que ambas se utilizan, indistintamente, para referirse a la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y trans).

a) Minorías sexuales: Este término emana del de minoría a secas. La académica de la Universidad de Valencia María José Añón (1999) entiende por minoría: “un grupo numéricamente inferior al resto de la población del Estado, que se encuentra en una posición no dominante, cuyos miembros poseen características étnicas, religiosas o lingüísticas que difieren de los del resto de la población y que, aunque sólo sea implícitamente, mantienen un sentido de solidaridad dirigido a preservar su cultura, tradiciones, religión y lenguaje”.

El profesor de la Universidad de Buenos Aires, Claudio Kiper (1998), define el concepto de minorías sexuales como: “grupos de personas que se enfrentan de forma permanente, implícita o explícitamente, al orden establecido y que se niegan a desempeñar el papel que les ha sido atribuido en su calidad de hombre y mujer; y se organizan, cuando tienen esa posibilidad, para reivindicar la satisfacción de sus necesidades específicas y para ayudarse mutuamente”.

De estas dos definiciones, es posible concluir dos cosas sobre el concepto de minorías sexuales: i) es una derivación analógica del de minoría en general que se asocia a grupos étnicos, religiosos o lingüísticos; y ii) tiene un sentido amplio, no necesariamente vinculándose con orientaciones sexuales e identidades de género diversas, sino también al no cumplimiento del rol asignado a hombres y mujeres. A estas conclusiones, agréguese el hecho de que el concepto de minoría es, normalmente, utilizado por el derecho internacional de los derechos humanos.

b) Diversidad sexual: Es una derivación analógica del de multiculturalidad, frecuentemente utilizado en antropología. El antropólogo estadounidense Conrad Philip Kottak (2006) define la multiculturalidad como: “Visión de la diversidad cultural de un país como algo bueno y deseable; una sociedad multicultural socializa a los individuos no sólo en la cultura dominante (nacional), sino también en una cultura étnica”.

En este sentido, la diversidad sexual puede entenderse como la visión de la variedad sexual como algo bueno y deseable para la sociedad. Vale decir, implica que la sociedad valora no sólo las orientaciones sexuales e identidades de género normativas, sino también las no normativas. Por normatividad, puede entenderse el cumplimiento de una norma estadística (formar parte de la mayoría) o ideal (cumplir con el canon impuesto por un grupo socialmente hegemónico).

Un documento del MUMS (Movimiento por la Diversidad Sexual de Chile) señala: “Al asumir la diversidad se rechaza el modelo único de vida heterosexual que se nos intenta imponer a través del fortalecimiento de la creencia de que es un modelo superior, mejor y fundamentalmente normal en comparación a otras orientaciones sexuales [e identidades de género]”.

En otras palabras, el concepto de diversidad sexual rompe con lo que se conoce como heteronormatividad que supone considerar a la heterosexualidad como un modelo único, superior y “normal” frente a otras realidades sexuales.

c) ¿Por qué diversidad sexual y no minorías sexuales? Pese a que se trata de algo discutible, en el último tiempo las organizaciones LGBT han tendido a privilegiar el concepto de diversidad sexual por sobre el de minorías sexuales. ¿Por qué? Básicamente, porque apunta a destacar el aporte positivo que las personas de esta comunidad pueden hacer a la sociedad más que subrayar el hecho que se trate de grupos estadísticamente inferiores y, por lo mismo, socialmente discriminados.

Si bien adhiero a esta postura, no hay que olvidar que, inevitablemente, hay que colocar sobre la mesa las discriminaciones que la comunidad LGBT sufre.

O sea, una mirada positiva, si bien es necesaria, no debe llevar a invisivilizar o minimizar la inexistencia de una efectiva —de facto y de jure— igualdad de derechos en la sociedad para las personas que viven sexualidades diversas o no normativas.

—–

Foto: elibertaria / Licencia CC