Hace algunos días recordamos un año más de la lamentable muerte de 81 personas que fueron víctimas del gran incendio en la cárcel de San Miguel. Una de las más grandes tragedias que recuerda la historia de nuestro país.
La fecha, 8 de diciembre de 2010, debe ser parte de nuestra memoria. No se trata de olvidar por qué estaban ahí, sino por qué llegaron y cómo murieron. Por ejemplo, había personas con faltas menores, como el caso del joven que cumplía condena por vender CD’s pirateados.¿Por qué todos los jóvenes que murieron en la Cárcel de San Miguel venían de sectores populares? Es la misma respuesta cuando nos preguntamos, ¿Por qué en las universidades hay tan pocos jóvenes de sectores vulnerables?
¿Por qué todos los jóvenes que estaban ahí venían de sectores populares? Es la misma respuesta cuando nos preguntamos, ¿Por qué en las universidades hay tan pocos jóvenes de sectores vulnerables?
Aquí hay una dimensión de la delincuencia que es social, y que está asociada a la falta de oportunidades, la desigualdad y la exclusión. Porque no se trata sólo de esfuerzo personal, hay muchos chilenos y chilenas que lo hacen día a día y siguen siendo pobres. En las cárceles los poderosos son las excepciones, y cuando llegan, lo hacen a recintos especiales.
Junto con la necesidad de no olvidar esta herida, no podemos omitir que existen más de 700 mil jóvenes que no estudian ni trabajan en Chile. Los problemas de la juventud no se agotan en la universidad. Existe también, al menos, esta «otra juventud», con otra identidad, cultura, realidades y preocupaciones. Invisible ante los ojos del mundo público: la juventud de los sectores populares.
Es en estos jóvenes donde la discriminación social opera con mayor ímpetu. Están fuera de todo tipo de mercado y escenario económico, político y cultural. Es decir, fuera de su representación social y excluidos además de todo espacio de participación, siendo muchas veces estigmatizados por pertenecer a grupos vulnerables de la población. Por eso, las reformas que impulsa la Presidenta Michelle Bachelet son la esperanza para que Chile vaya dejando de ser un país desigual y excluyente.
Comentarios
20 de diciembre
Concisa y precisa. Te recomiendo leer mi entrada «Lloremos por dos» que va en tu misma línea. Saludos.
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23 de diciembre
Sentía pena por estas personas… Hasta que vimos todos por televisión a que tipo de familia pertenecían. Gente que considera un «trabajo extra» el robar o un « hobbie» el tirar piedras a los autos para quitar carteras a las mujeres. Por que se produjo el incendio? Porque esas personas tenían un gas licuado que usaron como arma. No fue obra de los gendarmes, fueron ellos mismos quienes provocaron su muerte y la de sus compañeros de presidio.
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